• Canto antiguo montañés (Viva la montaña, viva)
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    Columbia - Nueva York
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    El Gaiteru Libardón
    Canto antiguo montañés [Viva la montaña, viva] (asturianada con gaita asturiana) [grabación sonora] / interpretación, Ramón García Tuero, ‹El Gaiteru Libardón› (Arroes, 1864- Colunga, 1932); recopilación y dixitalización, Héctor Braga Corral. – Héctor Braga Corral (ed.), 1912. Grabación orixinal en discu de pizarra, marca Columbia, referencia C 2165 y matriz S 15 con primer fecha de circulación comercial en 1912. Esti históricu artista, natural del pueblu maliayu d’Arroes, ye’l primer profesional de la música asturiana en vivir namás del so arte. Gaiteru y cantante de formación autodidacta, la so amistá col cura párrocu de Lliberdón (parroquia onde casó y pa la que se tresllada a vivir), da-y ocasión pa deprender a lleer música y tocar instrumentos como l’harmoniu. Ye curiosa la hestoria alredor de la primer gaita qu’algamó a tocar, por soscripción popular: «De chavalín, la madera pa face-y una gaita fueron a guetala dellos vecinos d’Arroes a una finca privada de los Valaterra, en Xixón, que tenía unes mates d’un boxe buenísimu. Pero había un par de mastines guardando la finca que metíen miéu. Bono, pues tornaron otra nueche con una perra en celu. Amarráronla na portiella d’entrada y fueron per detrás a cortar el boxe mientres los mastines taben alrodiu la perra. D’ehí salió la madera pa la primer gaita que tuvo Libardón». El casu ye que Ramón García entama la so carrera nel ámbitu llocal, y pa finales del sieglu XIX yá s’espeya la so popularidá na comarca y redolada, mesmo en semeyes (Baltasar Cue) como na prensa de la dómina: «Según carta que recibimos de Colunga (Asturias), las ferias y fiestas celebradas el miércoles, jueves y viernes han estado sumamente concurridas, desluciéndolas un poco la pertinaz lluvia del miércoles y jueves. Concurrieron al "Campo de Loreto", sitio en el cual se han celebrado las ferias y fiestas, considerable número de comerciantes, sobresaliendo los que se dedican al ganado vacuno y lanar. En la carta —que no publicamos íntegra por carecer del espacio necesario— se tributan grandes elogios al laureado ‹gaitero de Libardón›, y á la banda municipal colunguesa, creada por el digno y celosísimo alcalde de Colunga, D. Prudencio Pérez Velasco (...)». La Unión Católica (Madrid, 25 de mayu de 1898, páx. 3) 
Pocu dempués síguense les sos actividaes como imaxe comercial de la sidra champán «El Hórreo», actuando a lo primero na feria muestres de Xixón de 1899: «Y entramos en la Plaza que está dando un alegrón al "espléndido" Dindurra (que no siempre ha de ser simpático é incansable), pues no hay dónde poner al ‹gaitero de Libardón›, que llega al circo con sus dos chicas (para él las quisiera), las cuales valen más que la sidra que expenden». El Noroeste (Xijón, 18 de agostu de 1899, páx. 2)
 Esta feria de muestres tien sonadía na prensa nacional, qu’amás, foi muncho más «suave» que los cronistes llocales col nuevu –n’aquel entoncies– y discutíu productu de la sidra champán: «Se han sacado infinidad de fotografías, con destino á multitud de periódicos, y yo me hice con una, quizá la mejor, para que los lectores de El Globo apreciaran en todo su mérito la instalación de los Hijos de Pablo Pérez, que ha de figurar honrosamente en la próxima Exposición Internacional de París. Para dar mayor realce y hacer más sugestiva esta instalación, dos graciosas y bellas colunguesas, Mercedes y Eugenia, ataviadas con el precioso traje del país, expenden copas de sidra bajo el "Hórreo"; y el célebre ‹gaitero de Libardón›, aldea perteneciente al concejo de Colunga, toca primorosamente la gaita asturiana, con la que se acompaña inspiradas coplas, que no son sino el anuncio del producto exquisito de esta provincia». El Globo (Madrid, 1 de setiembre de 1899, páx. 4)
 Al añu siguiente y col cambéu de centuria, la carrera de Ramón García da un saltu pergrande y tien ocasión d’actuar na Esposición Universal de París de 1900: «Dando frente al "Egipto" hay un modesto kiosco asturiano, que, siendo español, yo no quiero dejarlo atrás. Allí, entre una decoración de botellas figuradas, hay una gran provisión de botellas de verdadera sidra-champagne de Colunga (Asturias). Yo no sé si esta sidra será recomendable, y me abstengo de toda opinión; pero lo que no puedo negar es que las dos asturianas que lo venden son frescas y hermosas como los espléndidos valles cretenses, y que el gaitero que, sentado en los peldaños de una escalera lateral, luce su traje típico, su robustez asturiana y su destreza en el tañer, me arremolinó en la mente un manojo de recuerdos conmovedores que parecían perfumados con el rico aroma de las cuencas asturianas». La Ilustración española y americana (Madrid, 30 xunu de 1900, páx. 6) «Hay entre nuestros expositores para todos los gustos: como instalación curiosa lo es, en primer término, la de los “Hijos de Pablo Pérez”, de Colunga, que han llevado al “Trocadero” el mismo hórreo que, compuesto de más de diez mil botellas de sidra, expusieron en la última de Gijón. La especialidad de esta marca, que es indudablemente la primera de España, y el lujo de la instalación, la hacen punto de cita de muchos españoles y una de las atracciones de la gran feria». El Liberal (Madrid, 18 xunetu de 1900, páx. 2) Nesta Esposición Universal de París, «El Hórreo» algamó una de las poques medayes d’oru otorgaes pol xuráu de la so categoría ente otres sidres llegaes dende Asturies y País Vascu. Nun hai nengún memorándum de la esposición con datos alredor d’otros premios o medayes p’asturianos, incluyíos los que s’otorgaríen a los músicos ellí presentes, ente los que taba’l propiu Ramón García: «Espagne. —MM. Perez (les fils de Pablo), á Colunga; Veretera y Cangas, á Gigon, médailles d’or; Arias-Nachon et Cia, á Infiesto (province de Oviédo); Lacoiz-Quéta (Francisco), Navarté; Oteiza (Felipe), á Iriarte; Urgoiti (Ricardo de), á Rentéria, médailles de bronze; Garcia (Arguelles Braga), á La Felguéra, mention honorable». Rapports du Jury International. Groupe X, Aliments Deuxième partie. Cidres, Chapitre VI, páx. 547 La primer grabación d'un asturianu na historia de los rexistros sonoros protagonízala –precisamente– Ramón García en 1902, cuando la Sociedad Fonográfica Madrileña comercializa cilindros tipu Edison col tema Canteros de Covadonga (la Basílica taba acabante d’inaugurase nel 1901). Dende entós, róblense innumerables noticies onde s’afita que la figura de Ramón García tresciende los municipios asturianos, tanto como gaiteru oficial d’ún de los primeros concursos d’asturianada cellebraos nel Principáu: «(...) Y como ocurre siempre y ello es muy disculpable el auditorio se desbordó en entusiasmo al pisar el tablado las parejas de canto y baile asturiano y á su frente el popularísimo ‹gaitero de Libardón›, Ramón García. Los cantores de las sentidas "aldeanás" astures fueron "les moces, guapines toes", por cierto, Narcisa de La Abadía y Elvira Medina, que ganaron muy justificados aplausos; y el de Libardón huelga decir si fué ovacionado. Por cierto que ayer se "comprimió" bastante en cuanto á la "letra" de los cantares. Y así debe hacer siempre, porque si algo distingue á los bailes y cantares asturianos es la decencia y la honestidad. (...) Hoy se repite la fiesta y terminada ésta tendrá lugar la adjudicación de premios». El Popular (Xixón, 20 d’agostu de 1905, páx. 1) Asina como tamién alluendi les fronteres d’Asturies haza tol territoriu peninsular y ultramarín: «El famoso ‹gaitero de Libardón›, pulido y almibarado, aún puede ejercer funciones diplomáticas en el extranjero y América más eficaces que las de los mejor acreditados "profesionales" del protocolo. Su retrato ha corrido por todas las revistas ilustradas del mundo; su figura, no muy garbosa, habrá quitado el sueño quizá á alguna "miss" pudibunda y estrambótica. El de Libardón es un "vivo", que dirían en el Avapiés: el relato de su viaje y aventuras, sencillamente maravilloso. Por un concierto ¡de gaita, naturalmente! le dieron en Cuba ó Méjico "cuatro mil duros". Navascués, nuestro gran profesor de oboe (otra gaita un poco más artística) al oír esto, establece comparaciones para su "caña" lanzando melancólicos suspiros y entrecortadas frases de indignación. El ‹gaitero de Libardón› tiene su público, al que sabe manejar á su capricho, con malicias y artimañas de avezado artista: es como si dijéramos el Viñas de la gaita. Es infatigable en el ejercicio de su profesión, arreglada á la escena, teniendo cuerda para quince días en su apacible Caramillo y cuando canta recuerda "ligeramente" al veterano D. José Mesejo, en las jotas de "gañote". Tales son mis observaciones particularísimas sobre la figura más culminante de la "matinée" regional». El País (Madrid, 5 d’ochobre de 1908, páx. 3) Nesi mesmu añu, Ramón García entama delles xires por Hispanoamérica: «Luego de una "tournée" por Méjico y Cuba, donde conquistó frenéticos y calurosos aplausos, y sobre todo mucho dinero, dando conciertos de canto regional y tocando la gaita en los principales teatros, ha vuelto á su pueblo de Libardón, el ya famoso y popular gaitero conocido por dicho nombre. Como es de suponer, fue amable y espléndidamente obsequiado por nuestros compatriotas de la República cubana y del antiguo imperio de Moctezuma. Según hemos oído, halagado por el grande y franco éxito que alcanzó en dichas naciones, piensa muy en breve emprender un viaje hacia la América del Sur, visitando la Argentina y Chile donde cuenta con gran número de admiradores y amigos el simpático Ramón García». El Popular (XIxón, 12 de xineru de 1908, páx. 2) «Estando en el teatro de L’Habana pasó algo fuera de serie y el asuntu fue que salió-y una madreña disparada hacia una moza del públicu. Bueno pues allá se les compuso pa cantar una copluca improvisando y el teatro quería venise abajo de toles rises y los aplausos». Hai datos del so propiu grupu de bailladores asturianos: «Animadísimas, como siempre, han estado las de la Vega. En las regatas, á pesar de la tarde desapacible, infinidad de botes, y, claro está, infinidad de gente, habiendo quedado los premios entre la Vega y Abres. El ‹gaitero de Libardón› y las parejas de baile fueron los números que más poderosamente llamaron la atención en la verbena (...)». Castropol (Castropol, 20 d’agostu de 1908, páx. 6)
 Y tamién fai actuaciones con otros músicos como José Sánchez, conocíu como ‹El Tambor de la Abadía›: «La fiesta promete ser de lo más lucido y contribuirán á darla mayor realce el ‹tamboritero de la Abadía› y el ‹gaitero de Libardón›, al fin unidos, la nueva banda y algunos organillos. La gente joven puede prepararse á rendir culto á la diosa Terpsícore». El Noroeste (Xixón, 13 de xunetu de 1909, páx. 4)
 Con esta granible trayeutoria, nun ye d’extrañar que sea’l primer artista asturianu en roblar un contratu discográficu. Esti compromisu roblase’n Buenos Aires, pa onde va cola marca «Real Sidra Asturiana» (llagar de José Cima García, de Cualloto), cola mesma función que ficiera pa la sidre «El Hórreo» con anterioridá: «(...) el señor D. Ramón García y de otra parte "The Columbia Phonograph Co. General" de New York suscriben un contrato ante el escribano por el que el artista cede y transfiere la propiedad artística y/o literario y/o musical de todas las obras artísticas literarias o musicales que el señor Ramón García ha producido hasta la fecha y las que produzca de hoy en adelante hasta el 31 de diciembre de 1921». Documentu robláu énte notariu’l 27 de mayu de 1911 De fechu, Ramón García ‹El gaiteru Libardón› ye’l primer cantante n’amestar nes grabaciones elementos ayenos a los cantares. Los primeros exemplos tienen forma de publicidá de les firmes que-y paguen pa ello. Dempués, col pasar del tiempu va facer llargues dedicatories recitaes a la fin de cada grabación. Per exemplu: Tengo el gorgoberu enfermu / de soplar y más soplar, dame sidra d’El Gaiteru / pa poder continuar. Pa inflar el fuelle a la gaita / soplando pel cañaveru, hai que beber muncha sidra / de la marca d’El Gaiteru Sicasí, Ramón García nunca nun dexa d’ufrir actuaciones pela xeografía asturiana: «La verbena, que comenzará á las doce de la noche del 18, para terminar á las cinco de la mañana, reunirá los siguientes atractivos: Audiciones musicales á cargo de una banda militar, la municipal de Gijón y la particular de la Empresa de tranvías. Cinematógrafo público y "varietés". Concurso de bailes asturianos, amenizado por el célebre ‹gaitero de Libardón› y el no menos célebre ‹tambor de la Abadía›. Fuegos artificiales á cargo de un acreditado pirotécnico. Danza prima». El Noroeste (Xixón, 11 de xunetu de 1912, páx. 1) «Otra vez pasó aquí en Arroes, que ye onde nació y vivió de mozu, que apostó una caja sidra de les de antes (de 24 botelles) con otru vecín gaiteru [Cándido Pérez ‹Cañices›] a que podía tirase rodando por un práu abajo sin que la gaita dejara de sonar. ¡Y Libardón ganó la apuesta!. ¡Aquello yera la virxen!». Ramón García tien un granible catálogu discográficu, qu’entama colos primeros cilindros editaos pola Fonográfica Madrileña en 1902. Siete años dempués, el sellu Odeón pon en circulación comercial ventiún grabaciones (ente les qu’hai cuatro solos instrumentales de gaita), y nel 1912 la casa Columbia asoleya cuarenta rexistros que constitúin los sos caberos cantares grabaos. Ye vezu que Ramón García regrabe nel tiempu versiones estremaes de los mesmos temes (El Cantar de la Panoya, La del Herrero, etc.), o de qu’en primeres ediciones apaezan descartes de la propia discográfica (p.ex. hai una versión Odeón de «La Soberana» que foi descartada en postreres ediciones, y que sal como «Solo de gaita nº4» por un fallu d’impresión na primer tirada (nel Arxentina). Una rareza. El so facer discográficu acábase col acompañamientu instrumental que fai en 1930, en dellos discos editaos pola casa Parlophon, pa Joaquín Martínez ‹Xuacu de Sama›. L’heriede discográficu de Ramón García tien que valorase dientro del contestu históricu nel que se desendolca. Les sos interpretaciones son cantares populares y tradicionales, repartíos ente cantares montañeses (fastera de l’antigua Asturies de Santillana, asitiada anguaño na comunidá de Cantabria pelos valles perpendiculares al cantábricu dende’l Deva a la ensenada d’Astillero), asina como asturianaes y otres tipoloxíes. Tolos sos cantares tienen acompañamientu de gaita, qu’elli mesmu toca al empar que canta, con un rexistru de voz atenoráu, brillante y con un xeitu dialectal muy valoratible. La mayoría de los temes nun tresmiten una configuración estandarizada como patrones melódicos d’asturianada, nin tampocu tienen el necesariu seguimientu por sucesives xeneraciones de cantantes d’asturianada como pa constituyir patrones melódicos. Nesti sentíu, nosotros albidramos a Ramón García como un pioneru del xéneru y magar que les sos grabaciones sean un puntu de partida pa variantes subsiguientes d’asturianada tradicional –amén del so bultable ésitu comercial–, como Soy del Hoyo, Praviana, La Langreana, etc., l’estilu de les sos interpretaciones, xiros y melismes nun son homoxéneos ni tan estandarizaos. A la escontra, más bien paecen los d’un gran improvisador: un rapsoda que fai creaciones al traviés d’elementos de la canción popular de la so dómina qu’amiesta con estraordinaria imaxinación p’algamar importante sonadía ente las capes populares y les más altes esferes (davezu s’integraría dientro del círculu personal del rei Alfonso XIII), fechu que desendolcó una cabera curiosidá: nel 1931 tuvo que pagar una multa por tocar la «Marcha Real» (non l’oficial «Himnu de Riego») nuna misa solemne. Dixitalización asoleyada en 2024 dientro del llibru Nel Cantu la Memoria de Héctor Braga Corra
  • Aquellos bueyes
    HB10_80.mp3
    Parlophon - Barcelona
    Música Tradicional
    Archivu de la Música Tradicional
    Patrimonio Cultural Inmaterial
    Cantares
    Asturianada
    Gaita
    Discos de gramófonu
    El Gaiteru Libardón
    Xuacu de Sama
    Aquellos bueyes (asturianada con gaita asturiana) [grabación sonora] / interpretación, Joaquín Martínez González ‹Xuacu de Sama› (Uviéu, 1900 - Sama Llangréu, 1935); recopilación y dixitalización, Héctor Braga Corral. – Héctor Braga Corral (ed.), 1930. Grabación orixinal en discu comercial de pizarra de 78 revoluciones per minutu, marca Parlophon, referencia B 25427 I y matriz 76428 con primer fecha de circulación comercial en 1930. La lleenda popular d'esti intérprete ye ablucante, según pue sentise anguaño na cuenca minera del Nalón au se crió dende neñu magar que naciera nel Cristu Les Cadenes (Uviéu). Cantor ocasional nos entamos dende los andamios au trabayaba d'albañil, bien ceo algama sonadía poles sos facultaes vocales: «(...) decimos hoy que con el socorro de mil pesetas que el señor gobernador recibe del Gobierno para destinarlas á dichas Cocinas económicas y con una función del Cuadro Artístico de «La Montera» ó un concierto a base de la notable banda municipal de música y los señores Queremón y Esteban (monologuistas sin igual) y el notable cantador asturiano ‹Xuaco›, sería lo suficiente para que se recaudara un buen número de pesetas.»
 El Noroeste (Xixón, 19 de xineru de 1928, páx. 5) «El notable cantador asturiano Joaquín Martínez ‹Xuaco› deleitó á la concurrencia con sus hermosas canciones, como igualmente el notable tenor José Santos [‹El Pantusu›]. El ‹Coro Santiaguín› compuesto por instrumentos de cuerda y un conjunto de voces muy afinadas, fué muy aplaudido». El Noroeste (XIxón, 18 de setiembre de 1928, páx. 6) 
Y bien ceo trespasa la frontera asturiana xunto con ‹El gaiteru Libardón›: «Por los diarios de Madrid nos enteramos de que el incomparable cantador de asturianadas, hijo de Sama de Langreo, Joaquín Martínez ‹Xuaco›, ha armado una revolución cantando en la Exposición de Sevilla. ‹Xuaco› salió para Madrid contratado ventajosamente por una Empresa para impresionar discos fonográficos, y sabíamos que iba a ser llamado desde Sevilla para que cantara en el pabellón asturiano instalado en la Exposición. Así sucedió, y nuestro convecino y rey del canto asturiano salió en avión para la tierra de María Santísima y armó un alboroto. Chócala, amigo ‹Xuaco›, y á ver si cuando regreses á ésta nos cantas unas soleares ó malagueñas. Acompaña á tan buen cantador el afamado gaitero de Libardón, que comparte con ‹Xuaco› los aplausos». El Noroeste (Xixón, 20 de xunu de 1929, páx. 5) «A Bilbao salió anteayer el notable cantador de asturianadas Joaquín Martínez ‹Xuaco› (...)». El Noroeste (Xixón, 7 de setiembre de 1929, páx. 4) Xunto a esti veteranu gaiteru graba los sos discos, con sonadía na prensa local: «La semana grande de Gijón–. También actuará el cantador asturiano ‹Xuaco› de Sama, que presentará las últimas canciones que impresionó en discos y que tanta fama adquirieron (...).» El Noroeste (Xixón, 14 d'agostu de 1930, páx. 3) 
Y falase d'elli n'abondo en cróniques de la dómina, casu d'esta d'Ovidio Díaz ‹Gondi› que lu empondera como un símbolu de l'asturianada moderna ya industrial: (...) De ‹Xuacu› se han ocupado pocas veces en las gacetillas de los periódicos. Podemos decir que nunca. No ha tenido padrinos que le ayudaran a ganarse la admiración oficial al saberse llamado as del canto de una supuesta baraja regional. ‹Xuacu› sólo tiene amigos que le admiran en la intimidad de una tertulia o en la casualidad de tropezarlo en una romería». Avance (Uviéu, 6 de xunetu de 1934, páx. 3) Enfermu en plena madurez vocal, faense gales al so beneficiu: «El popular cantador se halla enfermo de alguna gravedad y dadas las muchas simpatías con que cuenta nuestro buen amigo Joaquín Martínez, varios de sus más entusiastas admiradores han echado sobre sí el arduo trabajo de organizar una velada teatral á su beneficio. Nada más justo para compensar en estos amargos momentos á quien nunca supo negarse para actos análogos. Hablar de las condiciones personales y artísticas de ‹Xuacu› para tratar de hacer resaltar lo justo de este beneficio sería caer en redundancia aquí en Sama y en toda la cuenca hullera donde es sobradamente conocido y admirado. Las funciones de beneficio se verificarán mañana, viernes, tarde y noche, en el magnífico salón París de La Felguera, y en ellas actuarán ‹Coro Santiaguín›, ‹Los Kutibengos›, los artistas de varietés Carmelita Caballero, Lía Real y Milagritos Suárez; los notables intérpretes del canto asturiano ‹Quin El Pescador›, de Oviedo; Juanín Menéndez, de Mieres, y José Santos ‹El Pantusu›, de Sama, y el chispeante monologuista José María Sánchez, de La Felguera. Es de esperar que el público llene por completo la sala de espectáculos mañana, viernes, correspondiendo así á la demanda que se hace á sus instintos humanitarios ofreciéndole este espectáculo para un tan alto y noble fin como es el beneficio de Joaquín Martínez ‹Xuacu el cantador›. El Noroeste (Xixón, 21 d'avientu de 1935, páx. 5) 
Nada meyor p'acolumbrar la so trescendencia artística que trescribir estos testos alredor del funeral tres facer el pasamentu tan xoven: «En Sama. Ayer dejó de existir el popular "Xuaco el cantador". Ayer, en su casa de Torre de Abajo, dejó de existir Joaquín Martínez, Xuaco el cantador". La noticia de la muerte de tan buen amigo se extendió rápidamente por todo el concejo, siendo acogida con gran sentimiento, con inequívocas pruebas de dolor. ‹Xuacu›, lleno de nobles sentimientos, contaba en Langreo con tantas amistades, que hoy serán muy pocos los que no sientan la pérdida tan irreparable. No hace aún muchos días hubimos de referirnos al excelente amigo que la muerte acaba de arrebatarnos. Fué en ocasión de celebrarse un acto artístico en su beneficio, en el que se puso de manifiesto la solidaridad del pueblo langreano. Ya entonces se encontraba ‹Xuacu› en el techo del dolor, gravemente enfermo, y habia muy pocas esperanzas de salvarlo. Los esfuerzos puestos en práctica fueron inútiles; la gravedad se iba acentuando de día en día; aquellas pocas esperanzas quedaron rotas, y ayer, hacia las nueve de la mañana, los fatales pronósticos tuvieron una dolorosa confirmación. Muere ‹Xuacu› en la plenitud de la vida, y con él se va una amistad llena de nobles sentimientos, y un cantador asturiano de raras facultades, ya que en ‹Xuacu› se daban unas cualidades difíciles de superar. Su voz magnífica, llena de vigor, recia y dulce –no superada todavía–, le elevaron en el canto asturiano como su mejor y más fiel intérprete. ¡La lírica asturiana está de luto!. ¡El mejor cantador acaba de morir!. A las cuatro de la tarde de hoy, jueves, se verificará el entierro, acto que se verificará civilmente, desde la casa mortuoria del cementerio municipal de Sama. Reciban su viuda, hijos y demás familia, nuestro pésame». El Noroeste (Xixón, 19 de payares de 1935, páx. 3) «En la tarde de ayer se celebró el sepelio de Joaquín Martínez, el popular ‹Xuaco el cantador›, cuyo óbito, acaecido el día anterior, produjo hondo sentimiento en todo Asturias, donde era conocido y apreciado, como se demostró ayer en que acudieron á esta villa gentes de todas partes para rendir el postrer homenaje á quien en vida no hizo sino granjearse simpatías. El entierro se celebró civilmente, atendiendo así á los liberales sentimientos profesados siempre por el finado, y el féretro iba conducido á hombros de algunos de sus más allegados amigos precedido de varias coronas de familiares, amistades y asociaciones á las que pertenecía Joaquín. Una imponente muchedumbre formaba seguidamente, y la comitiva llegó hasta el mismo cementerio de Sama, donde se celebró el acto de inhumación. Al reiterar á los apenados deudos del desaparecido amigo nuestra condolencia más expresiva, expresamos sus deseos de dar las gracias desde las columnas de ‹El Noroeste› á todas las personas que ayer acudieron al entierro del infortunado Joaquín Martínez (que en paz descanse)». El Noroeste (Gijón, 20 de ppayares de 1935, páx. 5) Na discografía de ‹Xuacu de Sama› hai un total de diez asturianaes col acompañamientu a la gaita de Ramón García ‹El gaiteru Libardón›, col que paez qu'amás fizo fonda amistá, allegándose hasta Lliberdón a cantar nel so funeral nel 1932. Joaquín Martínez ‹Xuacu de Sama› tien una estraordinaria voz de barítonu-baxu, con capacidá nes tesitures más agudes. L'estilu de les sos interpretaciones ye xeneralmente «al altu la lleva» y, menormente, «arriba y abaxu». El so usus de la llingua asturiana ye impecable, sopelexando con naturalidá dialectal tolos testos de los cantares ensin malapenes diglosia nin "machaes". Destácase la perclara dicción y lo estandarizao del so estilu ornamental. Nel so contestu históricu ye un cantante únicu, con granible reconocimientu en vida y del qu'entá se fala con señaldá na so comarca. Na tradición oral recoyemos referencies al so habitual estilu «abaxu y arriba» en numeroses asturianaes, magar que les grabare llineales (L’aire m’apagó la vela). Recoyimos testimonios alredor d'una xuerga interminable la nueche enantes de grabar en Madrid... Tamién fizo maxisteriu con otros cantantes que deprendieron del so facer (Miranda, ‹Cuchichi›, etc.) y hai más asturianaes del so repertoriu que nunca nun llegó a grabar (Cantar bien, neña o Pola y El Pino), pero ye innegable que ‹Xuacu de Sama› dexa rexistráu un repertoriu absolutamente inimitable y orixinal qu'entá perdura ente los cantores del ramu. Dixitalización asoleyada en 2024 dientro del llibru Nel Cantu la Memoria de Héctor Braga Corral, premiu d’ensayu «Máximo Fuertes Acevedo» en llingua asturiana. 1930 / AMT 2024
  • No quieren que nos casemos / Eres tú la del dengue
    HB10_79.mp3
    Parlophon - Barcelona
    Música Tradicional
    Archivu de la Música Tradicional
    Patrimonio Cultural Inmaterial
    Cantares
    Asturianada
    Gaita
    Discos de gramófonu
    Xuacu de Sama
    El Gaiteru Libardón
    No quieren que nos casemos / Eres tú la del dengue (asturianada con gaita asturiana) [grabación sonora] / interpretación, Joaquín Martínez González ‹Xuacu de Sama› (Uviéu, 1900 - Sama Llangréu, 1935); recopilación y dixitalización, Héctor Braga Corral. – Héctor Braga Corral (ed.), 1930. Grabación orixinal en discu comercial de pizarra de 78 revoluciones per minutu, marca Parlophon, referencia B 25427 II y matriz 76429 con primer fecha de circulación comercial en 1930. La lleenda popular d'esti intérprete ye ablucante, según pue sentise anguaño na cuenca minera del Nalón au se crió dende neñu magar que naciera nel Cristu Les Cadenes (Uviéu). Cantor ocasional nos entamos dende los andamios au trabayaba d'albañil, bien ceo algama sonadía poles sos facultaes vocales: «(...) decimos hoy que con el socorro de mil pesetas que el señor gobernador recibe del Gobierno para destinarlas á dichas Cocinas económicas y con una función del Cuadro Artístico de «La Montera» ó un concierto a base de la notable banda municipal de música y los señores Queremón y Esteban (monologuistas sin igual) y el notable cantador asturiano ‹Xuaco›, sería lo suficiente para que se recaudara un buen número de pesetas.»
 El Noroeste (Xixón, 19 de xineru de 1928, páx. 5) «El notable cantador asturiano Joaquín Martínez ‹Xuaco› deleitó á la concurrencia con sus hermosas canciones, como igualmente el notable tenor José Santos [‹El Pantusu›]. El ‹Coro Santiaguín› compuesto por instrumentos de cuerda y un conjunto de voces muy afinadas, fué muy aplaudido». El Noroeste (XIxón, 18 de setiembre de 1928, páx. 6) 
Y bien ceo trespasa la frontera asturiana xunto con ‹El gaiteru Libardón›: «Por los diarios de Madrid nos enteramos de que el incomparable cantador de asturianadas, hijo de Sama de Langreo, Joaquín Martínez ‹Xuaco›, ha armado una revolución cantando en la Exposición de Sevilla. ‹Xuaco› salió para Madrid contratado ventajosamente por una Empresa para impresionar discos fonográficos, y sabíamos que iba a ser llamado desde Sevilla para que cantara en el pabellón asturiano instalado en la Exposición. Así sucedió, y nuestro convecino y rey del canto asturiano salió en avión para la tierra de María Santísima y armó un alboroto. Chócala, amigo ‹Xuaco›, y á ver si cuando regreses á ésta nos cantas unas soleares ó malagueñas. Acompaña á tan buen cantador el afamado gaitero de Libardón, que comparte con ‹Xuaco› los aplausos». El Noroeste (Xixón, 20 de xunu de 1929, páx. 5) «A Bilbao salió anteayer el notable cantador de asturianadas Joaquín Martínez ‹Xuaco› (...)». El Noroeste (Xixón, 7 de setiembre de 1929, páx. 4) Xunto a esti veteranu gaiteru graba los sos discos, con sonadía na prensa local: «La semana grande de Gijón–. También actuará el cantador asturiano ‹Xuaco› de Sama, que presentará las últimas canciones que impresionó en discos y que tanta fama adquirieron (...).» El Noroeste (Xixón, 14 d'agostu de 1930, páx. 3) 
Y falase d'elli n'abondo en cróniques de la dómina, casu d'esta d'Ovidio Díaz ‹Gondi› que lu empondera como un símbolu de l'asturianada moderna ya industrial: (...) De ‹Xuacu› se han ocupado pocas veces en las gacetillas de los periódicos. Podemos decir que nunca. No ha tenido padrinos que le ayudaran a ganarse la admiración oficial al saberse llamado as del canto de una supuesta baraja regional. ‹Xuacu› sólo tiene amigos que le admiran en la intimidad de una tertulia o en la casualidad de tropezarlo en una romería». Avance (Uviéu, 6 de xunetu de 1934, páx. 3) Enfermu en plena madurez vocal, faense gales al so beneficiu: «El popular cantador se halla enfermo de alguna gravedad y dadas las muchas simpatías con que cuenta nuestro buen amigo Joaquín Martínez, varios de sus más entusiastas admiradores han echado sobre sí el arduo trabajo de organizar una velada teatral á su beneficio. Nada más justo para compensar en estos amargos momentos á quien nunca supo negarse para actos análogos. Hablar de las condiciones personales y artísticas de ‹Xuacu› para tratar de hacer resaltar lo justo de este beneficio sería caer en redundancia aquí en Sama y en toda la cuenca hullera donde es sobradamente conocido y admirado. Las funciones de beneficio se verificarán mañana, viernes, tarde y noche, en el magnífico salón París de La Felguera, y en ellas actuarán ‹Coro Santiaguín›, ‹Los Kutibengos›, los artistas de varietés Carmelita Caballero, Lía Real y Milagritos Suárez; los notables intérpretes del canto asturiano ‹Quin El Pescador›, de Oviedo; Juanín Menéndez, de Mieres, y José Santos ‹El Pantusu›, de Sama, y el chispeante monologuista José María Sánchez, de La Felguera. Es de esperar que el público llene por completo la sala de espectáculos mañana, viernes, correspondiendo así á la demanda que se hace á sus instintos humanitarios ofreciéndole este espectáculo para un tan alto y noble fin como es el beneficio de Joaquín Martínez ‹Xuacu el cantador›. El Noroeste (Xixón, 21 d'avientu de 1935, páx. 5) 
Nada meyor p'acolumbrar la so trescendencia artística que trescribir estos testos alredor del funeral tres facer el pasamentu tan xoven: «En Sama. Ayer dejó de existir el popular "Xuaco el cantador". Ayer, en su casa de Torre de Abajo, dejó de existir Joaquín Martínez, Xuaco el cantador". La noticia de la muerte de tan buen amigo se extendió rápidamente por todo el concejo, siendo acogida con gran sentimiento, con inequívocas pruebas de dolor. ‹Xuacu›, lleno de nobles sentimientos, contaba en Langreo con tantas amistades, que hoy serán muy pocos los que no sientan la pérdida tan irreparable. No hace aún muchos días hubimos de referirnos al excelente amigo que la muerte acaba de arrebatarnos. Fué en ocasión de celebrarse un acto artístico en su beneficio, en el que se puso de manifiesto la solidaridad del pueblo langreano. Ya entonces se encontraba ‹Xuacu› en el techo del dolor, gravemente enfermo, y habia muy pocas esperanzas de salvarlo. Los esfuerzos puestos en práctica fueron inútiles; la gravedad se iba acentuando de día en día; aquellas pocas esperanzas quedaron rotas, y ayer, hacia las nueve de la mañana, los fatales pronósticos tuvieron una dolorosa confirmación. Muere ‹Xuacu› en la plenitud de la vida, y con él se va una amistad llena de nobles sentimientos, y un cantador asturiano de raras facultades, ya que en ‹Xuacu› se daban unas cualidades difíciles de superar. Su voz magnífica, llena de vigor, recia y dulce –no superada todavía–, le elevaron en el canto asturiano como su mejor y más fiel intérprete. ¡La lírica asturiana está de luto!. ¡El mejor cantador acaba de morir!. A las cuatro de la tarde de hoy, jueves, se verificará el entierro, acto que se verificará civilmente, desde la casa mortuoria del cementerio municipal de Sama. Reciban su viuda, hijos y demás familia, nuestro pésame». El Noroeste (Xixón, 19 de payares de 1935, páx. 3) «En la tarde de ayer se celebró el sepelio de Joaquín Martínez, el popular ‹Xuaco el cantador›, cuyo óbito, acaecido el día anterior, produjo hondo sentimiento en todo Asturias, donde era conocido y apreciado, como se demostró ayer en que acudieron á esta villa gentes de todas partes para rendir el postrer homenaje á quien en vida no hizo sino granjearse simpatías. El entierro se celebró civilmente, atendiendo así á los liberales sentimientos profesados siempre por el finado, y el féretro iba conducido á hombros de algunos de sus más allegados amigos precedido de varias coronas de familiares, amistades y asociaciones á las que pertenecía Joaquín. Una imponente muchedumbre formaba seguidamente, y la comitiva llegó hasta el mismo cementerio de Sama, donde se celebró el acto de inhumación. Al reiterar á los apenados deudos del desaparecido amigo nuestra condolencia más expresiva, expresamos sus deseos de dar las gracias desde las columnas de ‹El Noroeste› á todas las personas que ayer acudieron al entierro del infortunado Joaquín Martínez (que en paz descanse)». El Noroeste (Gijón, 20 de ppayares de 1935, páx. 5) Na discografía de ‹Xuacu de Sama› hai un total de diez asturianaes col acompañamientu a la gaita de Ramón García ‹El gaiteru Libardón›, col que paez qu'amás fizo fonda amistá, allegándose hasta Lliberdón a cantar nel so funeral nel 1932. Joaquín Martínez ‹Xuacu de Sama› tien una estraordinaria voz de barítonu-baxu, con capacidá nes tesitures más agudes. L'estilu de les sos interpretaciones ye xeneralmente «al altu la lleva» y, menormente, «arriba y abaxu». El so usus de la llingua asturiana ye impecable, sopelexando con naturalidá dialectal tolos testos de los cantares ensin malapenes diglosia nin "machaes". Destácase la perclara dicción y lo estandarizao del so estilu ornamental. Nel so contestu históricu ye un cantante únicu, con granible reconocimientu en vida y del qu'entá se fala con señaldá na so comarca. Na tradición oral recoyemos referencies al so habitual estilu «abaxu y arriba» en numeroses asturianaes, magar que les grabare llineales (L’aire m’apagó la vela). Recoyimos testimonios alredor d'una xuerga interminable la nueche enantes de grabar en Madrid... Tamién fizo maxisteriu con otros cantantes que deprendieron del so facer (Miranda, ‹Cuchichi›, etc.) y hai más asturianaes del so repertoriu que nunca nun llegó a grabar (Cantar bien, neña o Pola y El Pino), pero ye innegable que ‹Xuacu de Sama› dexa rexistráu un repertoriu absolutamente inimitable y orixinal qu'entá perdura ente los cantores del ramu. Dixitalización asoleyada en 2024 dientro del llibru Nel Cantu la Memoria de Héctor Braga Corral, premiu d’ensayu «Máximo Fuertes Acevedo» en llingua asturiana. 1930 / AMT 2024
  • Tres golpes le dí al candado
    HB10_73.mp3
    Parlophon - Barcelona
    Música Tradicional
    Archivu de la Música Tradicional
    Patrimonio Cultural Inmaterial
    Cantares
    Asturianada
    Gaita
    Discos de gramófonu
    Xuacu de Sama
    El Gaiteru Libardón
    Tres golpes le dí al candado (asturianada con gaita asturiana) [grabación sonora] / interpretación, Joaquín Martínez González ‹Xuacu de Sama› (Uviéu, 1900 - Sama Llangréu, 1935); recopilación y dixitalización, Héctor Braga Corral. – Héctor Braga Corral (ed.), 1930. Grabación orixinal en discu comercial de pizarra de 78 revoluciones per minutu, marca Parlophon, referencia B 25429 I y matriz 76432 con primer fecha de circulación comercial en 1930. La lleenda popular d'esti intérprete ye ablucante, según pue sentise anguaño na cuenca minera del Nalón au se crió dende neñu magar que naciera nel Cristu Les Cadenes (Uviéu). Cantor ocasional nos entamos dende los andamios au trabayaba d'albañil, bien ceo algama sonadía poles sos facultaes vocales: «(...) decimos hoy que con el socorro de mil pesetas que el señor gobernador recibe del Gobierno para destinarlas á dichas Cocinas económicas y con una función del Cuadro Artístico de «La Montera» ó un concierto a base de la notable banda municipal de música y los señores Queremón y Esteban (monologuistas sin igual) y el notable cantador asturiano ‹Xuaco›, sería lo suficiente para que se recaudara un buen número de pesetas.»
 El Noroeste (Xixón, 19 de xineru de 1928, páx. 5) «El notable cantador asturiano Joaquín Martínez ‹Xuaco› deleitó á la concurrencia con sus hermosas canciones, como igualmente el notable tenor José Santos [‹El Pantusu›]. El ‹Coro Santiaguín› compuesto por instrumentos de cuerda y un conjunto de voces muy afinadas, fué muy aplaudido». El Noroeste (XIxón, 18 de setiembre de 1928, páx. 6) 
Y bien ceo trespasa la frontera asturiana xunto con ‹El gaiteru Libardón›: «Por los diarios de Madrid nos enteramos de que el incomparable cantador de asturianadas, hijo de Sama de Langreo, Joaquín Martínez ‹Xuaco›, ha armado una revolución cantando en la Exposición de Sevilla. ‹Xuaco› salió para Madrid contratado ventajosamente por una Empresa para impresionar discos fonográficos, y sabíamos que iba a ser llamado desde Sevilla para que cantara en el pabellón asturiano instalado en la Exposición. Así sucedió, y nuestro convecino y rey del canto asturiano salió en avión para la tierra de María Santísima y armó un alboroto. Chócala, amigo ‹Xuaco›, y á ver si cuando regreses á ésta nos cantas unas soleares ó malagueñas. Acompaña á tan buen cantador el afamado gaitero de Libardón, que comparte con ‹Xuaco› los aplausos». El Noroeste (Xixón, 20 de xunu de 1929, páx. 5) «A Bilbao salió anteayer el notable cantador de asturianadas Joaquín Martínez ‹Xuaco› (...)». El Noroeste (Xixón, 7 de setiembre de 1929, páx. 4) Xunto a esti veteranu gaiteru graba los sos discos, con sonadía na prensa local: «La semana grande de Gijón–. También actuará el cantador asturiano ‹Xuaco› de Sama, que presentará las últimas canciones que impresionó en discos y que tanta fama adquirieron (...).» El Noroeste (Xixón, 14 d'agostu de 1930, páx. 3) 
Y falase d'elli n'abondo en cróniques de la dómina, casu d'esta d'Ovidio Díaz ‹Gondi› que lu empondera como un símbolu de l'asturianada moderna ya industrial: (...) De ‹Xuacu› se han ocupado pocas veces en las gacetillas de los periódicos. Podemos decir que nunca. No ha tenido padrinos que le ayudaran a ganarse la admiración oficial al saberse llamado as del canto de una supuesta baraja regional. ‹Xuacu› sólo tiene amigos que le admiran en la intimidad de una tertulia o en la casualidad de tropezarlo en una romería». Avance (Uviéu, 6 de xunetu de 1934, páx. 3) Enfermu en plena madurez vocal, faense gales al so beneficiu: «El popular cantador se halla enfermo de alguna gravedad y dadas las muchas simpatías con que cuenta nuestro buen amigo Joaquín Martínez, varios de sus más entusiastas admiradores han echado sobre sí el arduo trabajo de organizar una velada teatral á su beneficio. Nada más justo para compensar en estos amargos momentos á quien nunca supo negarse para actos análogos. Hablar de las condiciones personales y artísticas de ‹Xuacu› para tratar de hacer resaltar lo justo de este beneficio sería caer en redundancia aquí en Sama y en toda la cuenca hullera donde es sobradamente conocido y admirado. Las funciones de beneficio se verificarán mañana, viernes, tarde y noche, en el magnífico salón París de La Felguera, y en ellas actuarán ‹Coro Santiaguín›, ‹Los Kutibengos›, los artistas de varietés Carmelita Caballero, Lía Real y Milagritos Suárez; los notables intérpretes del canto asturiano ‹Quin El Pescador›, de Oviedo; Juanín Menéndez, de Mieres, y José Santos ‹El Pantusu›, de Sama, y el chispeante monologuista José María Sánchez, de La Felguera. Es de esperar que el público llene por completo la sala de espectáculos mañana, viernes, correspondiendo así á la demanda que se hace á sus instintos humanitarios ofreciéndole este espectáculo para un tan alto y noble fin como es el beneficio de Joaquín Martínez ‹Xuacu el cantador›. El Noroeste (Xixón, 21 d'avientu de 1935, páx. 5) 
Nada meyor p'acolumbrar la so trescendencia artística que trescribir estos testos alredor del funeral tres facer el pasamentu tan xoven: «En Sama. Ayer dejó de existir el popular "Xuaco el cantador". Ayer, en su casa de Torre de Abajo, dejó de existir Joaquín Martínez, Xuaco el cantador". La noticia de la muerte de tan buen amigo se extendió rápidamente por todo el concejo, siendo acogida con gran sentimiento, con inequívocas pruebas de dolor. ‹Xuacu›, lleno de nobles sentimientos, contaba en Langreo con tantas amistades, que hoy serán muy pocos los que no sientan la pérdida tan irreparable. No hace aún muchos días hubimos de referirnos al excelente amigo que la muerte acaba de arrebatarnos. Fué en ocasión de celebrarse un acto artístico en su beneficio, en el que se puso de manifiesto la solidaridad del pueblo langreano. Ya entonces se encontraba ‹Xuacu› en el techo del dolor, gravemente enfermo, y habia muy pocas esperanzas de salvarlo. Los esfuerzos puestos en práctica fueron inútiles; la gravedad se iba acentuando de día en día; aquellas pocas esperanzas quedaron rotas, y ayer, hacia las nueve de la mañana, los fatales pronósticos tuvieron una dolorosa confirmación. Muere ‹Xuacu› en la plenitud de la vida, y con él se va una amistad llena de nobles sentimientos, y un cantador asturiano de raras facultades, ya que en ‹Xuacu› se daban unas cualidades difíciles de superar. Su voz magnífica, llena de vigor, recia y dulce –no superada todavía–, le elevaron en el canto asturiano como su mejor y más fiel intérprete. ¡La lírica asturiana está de luto!. ¡El mejor cantador acaba de morir!. A las cuatro de la tarde de hoy, jueves, se verificará el entierro, acto que se verificará civilmente, desde la casa mortuoria del cementerio municipal de Sama. Reciban su viuda, hijos y demás familia, nuestro pésame». El Noroeste (Xixón, 19 de payares de 1935, páx. 3) «En la tarde de ayer se celebró el sepelio de Joaquín Martínez, el popular ‹Xuaco el cantador›, cuyo óbito, acaecido el día anterior, produjo hondo sentimiento en todo Asturias, donde era conocido y apreciado, como se demostró ayer en que acudieron á esta villa gentes de todas partes para rendir el postrer homenaje á quien en vida no hizo sino granjearse simpatías. El entierro se celebró civilmente, atendiendo así á los liberales sentimientos profesados siempre por el finado, y el féretro iba conducido á hombros de algunos de sus más allegados amigos precedido de varias coronas de familiares, amistades y asociaciones á las que pertenecía Joaquín. Una imponente muchedumbre formaba seguidamente, y la comitiva llegó hasta el mismo cementerio de Sama, donde se celebró el acto de inhumación. Al reiterar á los apenados deudos del desaparecido amigo nuestra condolencia más expresiva, expresamos sus deseos de dar las gracias desde las columnas de ‹El Noroeste› á todas las personas que ayer acudieron al entierro del infortunado Joaquín Martínez (que en paz descanse)». El Noroeste (Gijón, 20 de ppayares de 1935, páx. 5) Na discografía de ‹Xuacu de Sama› hai un total de diez asturianaes col acompañamientu a la gaita de Ramón García ‹El gaiteru Libardón›, col que paez qu'amás fizo fonda amistá, allegándose hasta Lliberdón a cantar nel so funeral nel 1932. Joaquín Martínez ‹Xuacu de Sama› tien una estraordinaria voz de barítonu-baxu, con capacidá nes tesitures más agudes. L'estilu de les sos interpretaciones ye xeneralmente «al altu la lleva» y, menormente, «arriba y abaxu». El so usus de la llingua asturiana ye impecable, sopelexando con naturalidá dialectal tolos testos de los cantares ensin malapenes diglosia nin "machaes". Destácase la perclara dicción y lo estandarizao del so estilu ornamental. Nel so contestu históricu ye un cantante únicu, con granible reconocimientu en vida y del qu'entá se fala con señaldá na so comarca. Na tradición oral recoyemos referencies al so habitual estilu «abaxu y arriba» en numeroses asturianaes, magar que les grabare llineales (L’aire m’apagó la vela). Recoyimos testimonios alredor d'una xuerga interminable la nueche enantes de grabar en Madrid... Tamién fizo maxisteriu con otros cantantes que deprendieron del so facer (Miranda, ‹Cuchichi›, etc.) y hai más asturianaes del so repertoriu que nunca nun llegó a grabar (Cantar bien, neña o Pola y El Pino), pero ye innegable que ‹Xuacu de Sama› dexa rexistráu un repertoriu absolutamente inimitable y orixinal qu'entá perdura ente los cantores del ramu. Dixitalización asoleyada en 2024 dientro del llibru Nel Cantu la Memoria de Héctor Braga Corral, premiu d’ensayu «Máximo Fuertes Acevedo» en llingua asturiana. 1930 / AMT 2024
  • Que yo contigo no igualo / Murióse l'estanqueru
    HB10_72.mp3
    Parlophon - Barcelona
    Música Tradicional
    Archivu de la Música Tradicional
    Patrimonio Cultural Inmaterial
    Cantares
    Asturianada
    Gaita
    Discos de gramófonu
    El Gaiteru Libardón
    Xuacu de Sama
    Que yo contigo no igualo / Murióse l'estanqueru (asturianada con gaita asturiana) [grabación sonora] / interpretación, Joaquín Martínez González ‹Xuacu de Sama› (Uviéu, 1900 - Sama Llangréu, 1935); recopilación y dixitalización, Héctor Braga Corral. – Héctor Braga Corral (ed.), 1930. Grabación orixinal en discu comercial de pizarra de 78 revoluciones per minutu, marca Parlophon, referencia B 25428 II y matriz 76431 con primer fecha de circulación comercial en 1930. La lleenda popular d'esti intérprete ye ablucante, según pue sentise anguaño na cuenca minera del Nalón au se crió dende neñu magar que naciera nel Cristu Les Cadenes (Uviéu). Cantor ocasional nos entamos dende los andamios au trabayaba d'albañil, bien ceo algama sonadía poles sos facultaes vocales: «(...) decimos hoy que con el socorro de mil pesetas que el señor gobernador recibe del Gobierno para destinarlas á dichas Cocinas económicas y con una función del Cuadro Artístico de «La Montera» ó un concierto a base de la notable banda municipal de música y los señores Queremón y Esteban (monologuistas sin igual) y el notable cantador asturiano ‹Xuaco›, sería lo suficiente para que se recaudara un buen número de pesetas.»
 El Noroeste (Xixón, 19 de xineru de 1928, páx. 5) «El notable cantador asturiano Joaquín Martínez ‹Xuaco› deleitó á la concurrencia con sus hermosas canciones, como igualmente el notable tenor José Santos [‹El Pantusu›]. El ‹Coro Santiaguín› compuesto por instrumentos de cuerda y un conjunto de voces muy afinadas, fué muy aplaudido». El Noroeste (XIxón, 18 de setiembre de 1928, páx. 6) 
Y bien ceo trespasa la frontera asturiana xunto con ‹El gaiteru Libardón›: «Por los diarios de Madrid nos enteramos de que el incomparable cantador de asturianadas, hijo de Sama de Langreo, Joaquín Martínez ‹Xuaco›, ha armado una revolución cantando en la Exposición de Sevilla. ‹Xuaco› salió para Madrid contratado ventajosamente por una Empresa para impresionar discos fonográficos, y sabíamos que iba a ser llamado desde Sevilla para que cantara en el pabellón asturiano instalado en la Exposición. Así sucedió, y nuestro convecino y rey del canto asturiano salió en avión para la tierra de María Santísima y armó un alboroto. Chócala, amigo ‹Xuaco›, y á ver si cuando regreses á ésta nos cantas unas soleares ó malagueñas. Acompaña á tan buen cantador el afamado gaitero de Libardón, que comparte con ‹Xuaco› los aplausos». El Noroeste (Xixón, 20 de xunu de 1929, páx. 5) «A Bilbao salió anteayer el notable cantador de asturianadas Joaquín Martínez ‹Xuaco› (...)». El Noroeste (Xixón, 7 de setiembre de 1929, páx. 4) Xunto a esti veteranu gaiteru graba los sos discos, con sonadía na prensa local: «La semana grande de Gijón–. También actuará el cantador asturiano ‹Xuaco› de Sama, que presentará las últimas canciones que impresionó en discos y que tanta fama adquirieron (...).» El Noroeste (Xixón, 14 d'agostu de 1930, páx. 3) 
Y falase d'elli n'abondo en cróniques de la dómina, casu d'esta d'Ovidio Díaz ‹Gondi› que lu empondera como un símbolu de l'asturianada moderna ya industrial: (...) De ‹Xuacu› se han ocupado pocas veces en las gacetillas de los periódicos. Podemos decir que nunca. No ha tenido padrinos que le ayudaran a ganarse la admiración oficial al saberse llamado as del canto de una supuesta baraja regional. ‹Xuacu› sólo tiene amigos que le admiran en la intimidad de una tertulia o en la casualidad de tropezarlo en una romería». Avance (Uviéu, 6 de xunetu de 1934, páx. 3) Enfermu en plena madurez vocal, faense gales al so beneficiu: «El popular cantador se halla enfermo de alguna gravedad y dadas las muchas simpatías con que cuenta nuestro buen amigo Joaquín Martínez, varios de sus más entusiastas admiradores han echado sobre sí el arduo trabajo de organizar una velada teatral á su beneficio. Nada más justo para compensar en estos amargos momentos á quien nunca supo negarse para actos análogos. Hablar de las condiciones personales y artísticas de ‹Xuacu› para tratar de hacer resaltar lo justo de este beneficio sería caer en redundancia aquí en Sama y en toda la cuenca hullera donde es sobradamente conocido y admirado. Las funciones de beneficio se verificarán mañana, viernes, tarde y noche, en el magnífico salón París de La Felguera, y en ellas actuarán ‹Coro Santiaguín›, ‹Los Kutibengos›, los artistas de varietés Carmelita Caballero, Lía Real y Milagritos Suárez; los notables intérpretes del canto asturiano ‹Quin El Pescador›, de Oviedo; Juanín Menéndez, de Mieres, y José Santos ‹El Pantusu›, de Sama, y el chispeante monologuista José María Sánchez, de La Felguera. Es de esperar que el público llene por completo la sala de espectáculos mañana, viernes, correspondiendo así á la demanda que se hace á sus instintos humanitarios ofreciéndole este espectáculo para un tan alto y noble fin como es el beneficio de Joaquín Martínez ‹Xuacu el cantador›. El Noroeste (Xixón, 21 d'avientu de 1935, páx. 5) 
Nada meyor p'acolumbrar la so trescendencia artística que trescribir estos testos alredor del funeral tres facer el pasamentu tan xoven: «En Sama. Ayer dejó de existir el popular "Xuaco el cantador". Ayer, en su casa de Torre de Abajo, dejó de existir Joaquín Martínez, Xuaco el cantador". La noticia de la muerte de tan buen amigo se extendió rápidamente por todo el concejo, siendo acogida con gran sentimiento, con inequívocas pruebas de dolor. ‹Xuacu›, lleno de nobles sentimientos, contaba en Langreo con tantas amistades, que hoy serán muy pocos los que no sientan la pérdida tan irreparable. No hace aún muchos días hubimos de referirnos al excelente amigo que la muerte acaba de arrebatarnos. Fué en ocasión de celebrarse un acto artístico en su beneficio, en el que se puso de manifiesto la solidaridad del pueblo langreano. Ya entonces se encontraba ‹Xuacu› en el techo del dolor, gravemente enfermo, y habia muy pocas esperanzas de salvarlo. Los esfuerzos puestos en práctica fueron inútiles; la gravedad se iba acentuando de día en día; aquellas pocas esperanzas quedaron rotas, y ayer, hacia las nueve de la mañana, los fatales pronósticos tuvieron una dolorosa confirmación. Muere ‹Xuacu› en la plenitud de la vida, y con él se va una amistad llena de nobles sentimientos, y un cantador asturiano de raras facultades, ya que en ‹Xuacu› se daban unas cualidades difíciles de superar. Su voz magnífica, llena de vigor, recia y dulce –no superada todavía–, le elevaron en el canto asturiano como su mejor y más fiel intérprete. ¡La lírica asturiana está de luto!. ¡El mejor cantador acaba de morir!. A las cuatro de la tarde de hoy, jueves, se verificará el entierro, acto que se verificará civilmente, desde la casa mortuoria del cementerio municipal de Sama. Reciban su viuda, hijos y demás familia, nuestro pésame». El Noroeste (Xixón, 19 de payares de 1935, páx. 3) «En la tarde de ayer se celebró el sepelio de Joaquín Martínez, el popular ‹Xuaco el cantador›, cuyo óbito, acaecido el día anterior, produjo hondo sentimiento en todo Asturias, donde era conocido y apreciado, como se demostró ayer en que acudieron á esta villa gentes de todas partes para rendir el postrer homenaje á quien en vida no hizo sino granjearse simpatías. El entierro se celebró civilmente, atendiendo así á los liberales sentimientos profesados siempre por el finado, y el féretro iba conducido á hombros de algunos de sus más allegados amigos precedido de varias coronas de familiares, amistades y asociaciones á las que pertenecía Joaquín. Una imponente muchedumbre formaba seguidamente, y la comitiva llegó hasta el mismo cementerio de Sama, donde se celebró el acto de inhumación. Al reiterar á los apenados deudos del desaparecido amigo nuestra condolencia más expresiva, expresamos sus deseos de dar las gracias desde las columnas de ‹El Noroeste› á todas las personas que ayer acudieron al entierro del infortunado Joaquín Martínez (que en paz descanse)». El Noroeste (Gijón, 20 de ppayares de 1935, páx. 5) Na discografía de ‹Xuacu de Sama› hai un total de diez asturianaes col acompañamientu a la gaita de Ramón García ‹El gaiteru Libardón›, col que paez qu'amás fizo fonda amistá, allegándose hasta Lliberdón a cantar nel so funeral nel 1932. Joaquín Martínez ‹Xuacu de Sama› tien una estraordinaria voz de barítonu-baxu, con capacidá nes tesitures más agudes. L'estilu de les sos interpretaciones ye xeneralmente «al altu la lleva» y, menormente, «arriba y abaxu». El so usus de la llingua asturiana ye impecable, sopelexando con naturalidá dialectal tolos testos de los cantares ensin malapenes diglosia nin "machaes". Destácase la perclara dicción y lo estandarizao del so estilu ornamental. Nel so contestu históricu ye un cantante únicu, con granible reconocimientu en vida y del qu'entá se fala con señaldá na so comarca. Na tradición oral recoyemos referencies al so habitual estilu «abaxu y arriba» en numeroses asturianaes, magar que les grabare llineales (L’aire m’apagó la vela). Recoyimos testimonios alredor d'una xuerga interminable la nueche enantes de grabar en Madrid... Tamién fizo maxisteriu con otros cantantes que deprendieron del so facer (Miranda, ‹Cuchichi›, etc.) y hai más asturianaes del so repertoriu que nunca nun llegó a grabar (Cantar bien, neña o Pola y El Pino), pero ye innegable que ‹Xuacu de Sama› dexa rexistráu un repertoriu absolutamente inimitable y orixinal qu'entá perdura ente los cantores del ramu. Dixitalización asoleyada en 2024 dientro del llibru Nel Cantu la Memoria de Héctor Braga Corral, premiu d’ensayu «Máximo Fuertes Acevedo» en llingua asturiana. 1930 / AMT 2024
  • L'aire m'apagó la vela
    HB10_71.mp3
    Parlophon - Barcelona
    Música Tradicional
    Archivu de la Música Tradicional
    Patrimonio Cultural Inmaterial
    Cantares
    Asturianada
    Gaita
    Discos de gramófonu
    Xuacu de Sama
    El Gaiteru Libardón
    L'aire m'apagó la vela / Marchastite con otru (asturianada con gaita asturiana) [grabación sonora] / interpretación, Joaquín Martínez González ‹Xuacu de Sama› (Uviéu, 1900 - Sama Llangréu, 1935); recopilación y dixitalización, Héctor Braga Corral. – Héctor Braga Corral (ed.), 1930. Grabación orixinal en discu comercial de pizarra de 78 revoluciones per minutu, marca Parlophon, referencia B 25428 I y matriz 76430 con primer fecha de circulación comercial en 1930. La lleenda popular d'esti intérprete ye ablucante, según pue sentise anguaño na cuenca minera del Nalón au se crió dende neñu magar que naciera nel Cristu Les Cadenes (Uviéu). Cantor ocasional nos entamos dende los andamios au trabayaba d'albañil, bien ceo algama sonadía poles sos facultaes vocales: «(...) decimos hoy que con el socorro de mil pesetas que el señor gobernador recibe del Gobierno para destinarlas á dichas Cocinas económicas y con una función del Cuadro Artístico de «La Montera» ó un concierto a base de la notable banda municipal de música y los señores Queremón y Esteban (monologuistas sin igual) y el notable cantador asturiano ‹Xuaco›, sería lo suficiente para que se recaudara un buen número de pesetas.»
 El Noroeste (Xixón, 19 de xineru de 1928, páx. 5) «El notable cantador asturiano Joaquín Martínez ‹Xuaco› deleitó á la concurrencia con sus hermosas canciones, como igualmente el notable tenor José Santos [‹El Pantusu›]. El ‹Coro Santiaguín› compuesto por instrumentos de cuerda y un conjunto de voces muy afinadas, fué muy aplaudido». El Noroeste (XIxón, 18 de setiembre de 1928, páx. 6) 
Y bien ceo trespasa la frontera asturiana xunto con ‹El gaiteru Libardón›: «Por los diarios de Madrid nos enteramos de que el incomparable cantador de asturianadas, hijo de Sama de Langreo, Joaquín Martínez ‹Xuaco›, ha armado una revolución cantando en la Exposición de Sevilla. ‹Xuaco› salió para Madrid contratado ventajosamente por una Empresa para impresionar discos fonográficos, y sabíamos que iba a ser llamado desde Sevilla para que cantara en el pabellón asturiano instalado en la Exposición. Así sucedió, y nuestro convecino y rey del canto asturiano salió en avión para la tierra de María Santísima y armó un alboroto. Chócala, amigo ‹Xuaco›, y á ver si cuando regreses á ésta nos cantas unas soleares ó malagueñas. Acompaña á tan buen cantador el afamado gaitero de Libardón, que comparte con ‹Xuaco› los aplausos». El Noroeste (Xixón, 20 de xunu de 1929, páx. 5) «A Bilbao salió anteayer el notable cantador de asturianadas Joaquín Martínez ‹Xuaco› (...)». El Noroeste (Xixón, 7 de setiembre de 1929, páx. 4) Xunto a esti veteranu gaiteru graba los sos discos, con sonadía na prensa local: «La semana grande de Gijón–. También actuará el cantador asturiano ‹Xuaco› de Sama, que presentará las últimas canciones que impresionó en discos y que tanta fama adquirieron (...).» El Noroeste (Xixón, 14 d'agostu de 1930, páx. 3) 
Y falase d'elli n'abondo en cróniques de la dómina, casu d'esta d'Ovidio Díaz ‹Gondi› que lu empondera como un símbolu de l'asturianada moderna ya industrial: (...) De ‹Xuacu› se han ocupado pocas veces en las gacetillas de los periódicos. Podemos decir que nunca. No ha tenido padrinos que le ayudaran a ganarse la admiración oficial al saberse llamado as del canto de una supuesta baraja regional. ‹Xuacu› sólo tiene amigos que le admiran en la intimidad de una tertulia o en la casualidad de tropezarlo en una romería». Avance (Uviéu, 6 de xunetu de 1934, páx. 3) Enfermu en plena madurez vocal, faense gales al so beneficiu: «El popular cantador se halla enfermo de alguna gravedad y dadas las muchas simpatías con que cuenta nuestro buen amigo Joaquín Martínez, varios de sus más entusiastas admiradores han echado sobre sí el arduo trabajo de organizar una velada teatral á su beneficio. Nada más justo para compensar en estos amargos momentos á quien nunca supo negarse para actos análogos. Hablar de las condiciones personales y artísticas de ‹Xuacu› para tratar de hacer resaltar lo justo de este beneficio sería caer en redundancia aquí en Sama y en toda la cuenca hullera donde es sobradamente conocido y admirado. Las funciones de beneficio se verificarán mañana, viernes, tarde y noche, en el magnífico salón París de La Felguera, y en ellas actuarán ‹Coro Santiaguín›, ‹Los Kutibengos›, los artistas de varietés Carmelita Caballero, Lía Real y Milagritos Suárez; los notables intérpretes del canto asturiano ‹Quin El Pescador›, de Oviedo; Juanín Menéndez, de Mieres, y José Santos ‹El Pantusu›, de Sama, y el chispeante monologuista José María Sánchez, de La Felguera. Es de esperar que el público llene por completo la sala de espectáculos mañana, viernes, correspondiendo así á la demanda que se hace á sus instintos humanitarios ofreciéndole este espectáculo para un tan alto y noble fin como es el beneficio de Joaquín Martínez ‹Xuacu el cantador›. El Noroeste (Xixón, 21 d'avientu de 1935, páx. 5) 
Nada meyor p'acolumbrar la so trescendencia artística que trescribir estos testos alredor del funeral tres facer el pasamentu tan xoven: «En Sama. Ayer dejó de existir el popular "Xuaco el cantador". Ayer, en su casa de Torre de Abajo, dejó de existir Joaquín Martínez, Xuaco el cantador". La noticia de la muerte de tan buen amigo se extendió rápidamente por todo el concejo, siendo acogida con gran sentimiento, con inequívocas pruebas de dolor. ‹Xuacu›, lleno de nobles sentimientos, contaba en Langreo con tantas amistades, que hoy serán muy pocos los que no sientan la pérdida tan irreparable. No hace aún muchos días hubimos de referirnos al excelente amigo que la muerte acaba de arrebatarnos. Fué en ocasión de celebrarse un acto artístico en su beneficio, en el que se puso de manifiesto la solidaridad del pueblo langreano. Ya entonces se encontraba ‹Xuacu› en el techo del dolor, gravemente enfermo, y habia muy pocas esperanzas de salvarlo. Los esfuerzos puestos en práctica fueron inútiles; la gravedad se iba acentuando de día en día; aquellas pocas esperanzas quedaron rotas, y ayer, hacia las nueve de la mañana, los fatales pronósticos tuvieron una dolorosa confirmación. Muere ‹Xuacu› en la plenitud de la vida, y con él se va una amistad llena de nobles sentimientos, y un cantador asturiano de raras facultades, ya que en ‹Xuacu› se daban unas cualidades difíciles de superar. Su voz magnífica, llena de vigor, recia y dulce –no superada todavía–, le elevaron en el canto asturiano como su mejor y más fiel intérprete. ¡La lírica asturiana está de luto!. ¡El mejor cantador acaba de morir!. A las cuatro de la tarde de hoy, jueves, se verificará el entierro, acto que se verificará civilmente, desde la casa mortuoria del cementerio municipal de Sama. Reciban su viuda, hijos y demás familia, nuestro pésame». El Noroeste (Xixón, 19 de payares de 1935, páx. 3) «En la tarde de ayer se celebró el sepelio de Joaquín Martínez, el popular ‹Xuaco el cantador›, cuyo óbito, acaecido el día anterior, produjo hondo sentimiento en todo Asturias, donde era conocido y apreciado, como se demostró ayer en que acudieron á esta villa gentes de todas partes para rendir el postrer homenaje á quien en vida no hizo sino granjearse simpatías. El entierro se celebró civilmente, atendiendo así á los liberales sentimientos profesados siempre por el finado, y el féretro iba conducido á hombros de algunos de sus más allegados amigos precedido de varias coronas de familiares, amistades y asociaciones á las que pertenecía Joaquín. Una imponente muchedumbre formaba seguidamente, y la comitiva llegó hasta el mismo cementerio de Sama, donde se celebró el acto de inhumación. Al reiterar á los apenados deudos del desaparecido amigo nuestra condolencia más expresiva, expresamos sus deseos de dar las gracias desde las columnas de ‹El Noroeste› á todas las personas que ayer acudieron al entierro del infortunado Joaquín Martínez (que en paz descanse)». El Noroeste (Gijón, 20 de ppayares de 1935, páx. 5) Na discografía de ‹Xuacu de Sama› hai un total de diez asturianaes col acompañamientu a la gaita de Ramón García ‹El gaiteru Libardón›, col que paez qu'amás fizo fonda amistá, allegándose hasta Lliberdón a cantar nel so funeral nel 1932. Joaquín Martínez ‹Xuacu de Sama› tien una estraordinaria voz de barítonu-baxu, con capacidá nes tesitures más agudes. L'estilu de les sos interpretaciones ye xeneralmente «al altu la lleva» y, menormente, «arriba y abaxu». El so usus de la llingua asturiana ye impecable, sopelexando con naturalidá dialectal tolos testos de los cantares ensin malapenes diglosia nin "machaes". Destácase la perclara dicción y lo estandarizao del so estilu ornamental. Nel so contestu históricu ye un cantante únicu, con granible reconocimientu en vida y del qu'entá se fala con señaldá na so comarca. Na tradición oral recoyemos referencies al so habitual estilu «abaxu y arriba» en numeroses asturianaes, magar que les grabare llineales (L’aire m’apagó la vela). Recoyimos testimonios alredor d'una xuerga interminable la nueche enantes de grabar en Madrid... Tamién fizo maxisteriu con otros cantantes que deprendieron del so facer (Miranda, ‹Cuchichi›, etc.) y hai más asturianaes del so repertoriu que nunca nun llegó a grabar (Cantar bien, neña o Pola y El Pino), pero ye innegable que ‹Xuacu de Sama› dexa rexistráu un repertoriu absolutamente inimitable y orixinal qu'entá perdura ente los cantores del ramu. Dixitalización asoleyada en 2024 dientro del llibru Nel Cantu la Memoria de Héctor Braga Corral, premiu d’ensayu «Máximo Fuertes Acevedo» en llingua asturiana. 1930 / AMT 2024
  • El cantar de la panoya
    HB9_68.mp3
    Columbia - Nueva York
    Música Tradicional
    Archivu de la Música Tradicional
    Patrimonio Cultural Inmaterial
    Cantares
    Asturianada
    Gaita
    Discos de gramófonu
    El Gaiteru Libardón
    El cantar de la panoya [Allegráivos mociquines qu'esti añu hai un bon maíz, que tengo yo una panoya barbada pela raíz] (asturianada con gaita asturiana) [grabación sonora] / interpretación, Ramón García Tuero, ‹El Gaiteru Libardón› (Arroes, 1864 - Colunga, 1932); recopilación y dixitalización, Héctor Braga Corral. – Héctor Braga Corral (ed.), 1912. Grabación orixinal en discu comercial de pizarra de 78 revoluciones per minutu, marca Odeón, referencia C 2179 y matriz S 39 con primer fecha de circulación comercial en 1912. Esti históricu artista, natural del pueblu maliayu d’Arroes, ye’l primer profesional de la música asturiana en vivir namás del so arte. Gaiteru y cantante de formación autodidacta, la so amistá col cura párrocu de Lliberdón (parroquia onde casó y pa la que se tresllada a vivir), da-y ocasión pa deprender a lleer música y tocar instrumentos como l’harmoniu. Ye curiosa la hestoria alredor de la primer gaita qu’algamó a tocar, por soscripción popular: «De chavalín, la madera pa face-y una gaita fueron a guetala dellos vecinos d’Arroes a una finca privada de los Valaterra, en Xixón, que tenía unes mates d’un boxe buenísimu. Pero había un par de mastines guardando la finca que metíen miéu. Bono, pues tornaron otra nueche con una perra en celu. Amarráronla na portiella d’entrada y fueron per detrás a cortar el boxe mientres los mastines taben alrodiu la perra. D’ehí salió la madera pa la primer gaita que tuvo Libardón». El casu ye que Ramón García entama la so carrera nel ámbitu llocal, y pa finales del sieglu XIX yá s’espeya la so popularidá na comarca y redolada, mesmo en semeyes (Baltasar Cue) como na prensa de la dómina: «Según carta que recibimos de Colunga (Asturias), las ferias y fiestas celebradas el miércoles, jueves y viernes han estado sumamente concurridas, desluciéndolas un poco la pertinaz lluvia del miércoles y jueves. Concurrieron al "Campo de Loreto", sitio en el cual se han celebrado las ferias y fiestas, considerable número de comerciantes, sobresaliendo los que se dedican al ganado vacuno y lanar. En la carta —que no publicamos íntegra por carecer del espacio necesario— se tributan grandes elogios al laureado ‹gaitero de Libardón›, y á la banda municipal colunguesa, creada por el digno y celosísimo alcalde de Colunga, D. Prudencio Pérez Velasco (...)». La Unión Católica (Madrid, 25 de mayu de 1898, páx. 3) 
Pocu dempués síguense les sos actividaes como imaxe comercial de la sidra champán «El Hórreo», actuando a lo primero na feria muestres de Xixón de 1899: «Y entramos en la Plaza que está dando un alegrón al "espléndido" Dindurra (que no siempre ha de ser simpático é incansable), pues no hay dónde poner al ‹gaitero de Libardón›, que llega al circo con sus dos chicas (para él las quisiera), las cuales valen más que la sidra que expenden». El Noroeste (Xijón, 18 de agostu de 1899, páx. 2)
 Esta feria de muestres tien sonadía na prensa nacional, qu’amás, foi muncho más «suave» que los cronistes llocales col nuevu –n’aquel entoncies– y discutíu productu de la sidra champán: «Se han sacado infinidad de fotografías, con destino á multitud de periódicos, y yo me hice con una, quizá la mejor, para que los lectores de El Globo apreciaran en todo su mérito la instalación de los Hijos de Pablo Pérez, que ha de figurar honrosamente en la próxima Exposición Internacional de París. Para dar mayor realce y hacer más sugestiva esta instalación, dos graciosas y bellas colunguesas, Mercedes y Eugenia, ataviadas con el precioso traje del país, expenden copas de sidra bajo el "Hórreo"; y el célebre ‹gaitero de Libardón›, aldea perteneciente al concejo de Colunga, toca primorosamente la gaita asturiana, con la que se acompaña inspiradas coplas, que no son sino el anuncio del producto exquisito de esta provincia». El Globo (Madrid, 1 de setiembre de 1899, páx. 4)
 Al añu siguiente y col cambéu de centuria, la carrera de Ramón García da un saltu pergrande y tien ocasión d’actuar na Esposición Universal de París de 1900: «Dando frente al "Egipto" hay un modesto kiosco asturiano, que, siendo español, yo no quiero dejarlo atrás. Allí, entre una decoración de botellas figuradas, hay una gran provisión de botellas de verdadera sidra-champagne de Colunga (Asturias). Yo no sé si esta sidra será recomendable, y me abstengo de toda opinión; pero lo que no puedo negar es que las dos asturianas que lo venden son frescas y hermosas como los espléndidos valles cretenses, y que el gaitero que, sentado en los peldaños de una escalera lateral, luce su traje típico, su robustez asturiana y su destreza en el tañer, me arremolinó en la mente un manojo de recuerdos conmovedores que parecían perfumados con el rico aroma de las cuencas asturianas». La Ilustración española y americana (Madrid, 30 xunu de 1900, páx. 6) «Hay entre nuestros expositores para todos los gustos: como instalación curiosa lo es, en primer término, la de los “Hijos de Pablo Pérez”, de Colunga, que han llevado al “Trocadero” el mismo hórreo que, compuesto de más de diez mil botellas de sidra, expusieron en la última de Gijón. La especialidad de esta marca, que es indudablemente la primera de España, y el lujo de la instalación, la hacen punto de cita de muchos españoles y una de las atracciones de la gran feria». El Liberal (Madrid, 18 xunetu de 1900, páx. 2) Nesta Esposición Universal de París, «El Hórreo» algamó una de las poques medayes d’oru otorgaes pol xuráu de la so categoría ente otres sidres llegaes dende Asturies y País Vascu. Nun hai nengún memorándum de la esposición con datos alredor d’otros premios o medayes p’asturianos, incluyíos los que s’otorgaríen a los músicos ellí presentes, ente los que taba’l propiu Ramón García: «Espagne. —MM. Perez (les fils de Pablo), á Colunga; Veretera y Cangas, á Gigon, médailles d’or; Arias-Nachon et Cia, á Infiesto (province de Oviédo); Lacoiz-Quéta (Francisco), Navarté; Oteiza (Felipe), á Iriarte; Urgoiti (Ricardo de), á Rentéria, médailles de bronze; Garcia (Arguelles Braga), á La Felguéra, mention honorable». Rapports du Jury International. Groupe X, Aliments Deuxième partie. Cidres, Chapitre VI, páx. 547 La primer grabación d'un asturianu na historia de los rexistros sonoros protagonízala –precisamente– Ramón García en 1902, cuando la Sociedad Fonográfica Madrileña comercializa cilindros tipu Edison col tema Canteros de Covadonga (la Basílica taba acabante d’inaugurase nel 1901). Dende entós, róblense innumerables noticies onde s’afita que la figura de Ramón García tresciende los municipios asturianos, tanto como gaiteru oficial d’ún de los primeros concursos d’asturianada cellebraos nel Principáu: «(...) Y como ocurre siempre y ello es muy disculpable el auditorio se desbordó en entusiasmo al pisar el tablado las parejas de canto y baile asturiano y á su frente el popularísimo ‹gaitero de Libardón›, Ramón García. Los cantores de las sentidas "aldeanás" astures fueron "les moces, guapines toes", por cierto, Narcisa de La Abadía y Elvira Medina, que ganaron muy justificados aplausos; y el de Libardón huelga decir si fué ovacionado. Por cierto que ayer se "comprimió" bastante en cuanto á la "letra" de los cantares. Y así debe hacer siempre, porque si algo distingue á los bailes y cantares asturianos es la decencia y la honestidad. (...) Hoy se repite la fiesta y terminada ésta tendrá lugar la adjudicación de premios». El Popular (Xixón, 20 d’agostu de 1905, páx. 1) Asina como tamién alluendi les fronteres d’Asturies haza tol territoriu peninsular y ultramarín: «El famoso ‹gaitero de Libardón›, pulido y almibarado, aún puede ejercer funciones diplomáticas en el extranjero y América más eficaces que las de los mejor acreditados "profesionales" del protocolo. Su retrato ha corrido por todas las revistas ilustradas del mundo; su figura, no muy garbosa, habrá quitado el sueño quizá á alguna "miss" pudibunda y estrambótica. El de Libardón es un "vivo", que dirían en el Avapiés: el relato de su viaje y aventuras, sencillamente maravilloso. Por un concierto ¡de gaita, naturalmente! le dieron en Cuba ó Méjico "cuatro mil duros". Navascués, nuestro gran profesor de oboe (otra gaita un poco más artística) al oír esto, establece comparaciones para su "caña" lanzando melancólicos suspiros y entrecortadas frases de indignación. El ‹gaitero de Libardón› tiene su público, al que sabe manejar á su capricho, con malicias y artimañas de avezado artista: es como si dijéramos el Viñas de la gaita. Es infatigable en el ejercicio de su profesión, arreglada á la escena, teniendo cuerda para quince días en su apacible Caramillo y cuando canta recuerda "ligeramente" al veterano D. José Mesejo, en las jotas de "gañote". Tales son mis observaciones particularísimas sobre la figura más culminante de la "matinée" regional». El País (Madrid, 5 d’ochobre de 1908, páx. 3) Nesi mesmu añu, Ramón García entama delles xires por Hispanoamérica: «Luego de una "tournée" por Méjico y Cuba, donde conquistó frenéticos y calurosos aplausos, y sobre todo mucho dinero, dando conciertos de canto regional y tocando la gaita en los principales teatros, ha vuelto á su pueblo de Libardón, el ya famoso y popular gaitero conocido por dicho nombre. Como es de suponer, fue amable y espléndidamente obsequiado por nuestros compatriotas de la República cubana y del antiguo imperio de Moctezuma. Según hemos oído, halagado por el grande y franco éxito que alcanzó en dichas naciones, piensa muy en breve emprender un viaje hacia la América del Sur, visitando la Argentina y Chile donde cuenta con gran número de admiradores y amigos el simpático Ramón García». El Popular (XIxón, 12 de xineru de 1908, páx. 2) «Estando en el teatro de L’Habana pasó algo fuera de serie y el asuntu fue que salió-y una madreña disparada hacia una moza del públicu. Bueno pues allá se les compuso pa cantar una copluca improvisando y el teatro quería venise abajo de toles rises y los aplausos». Hai datos del so propiu grupu de bailladores asturianos: «Animadísimas, como siempre, han estado las de la Vega. En las regatas, á pesar de la tarde desapacible, infinidad de botes, y, claro está, infinidad de gente, habiendo quedado los premios entre la Vega y Abres. El ‹gaitero de Libardón› y las parejas de baile fueron los números que más poderosamente llamaron la atención en la verbena (...)». Castropol (Castropol, 20 d’agostu de 1908, páx. 6)
 Y tamién fai actuaciones con otros músicos como José Sánchez, conocíu como ‹El Tambor de la Abadía›: «La fiesta promete ser de lo más lucido y contribuirán á darla mayor realce el ‹tamboritero de la Abadía› y el ‹gaitero de Libardón›, al fin unidos, la nueva banda y algunos organillos. La gente joven puede prepararse á rendir culto á la diosa Terpsícore». El Noroeste (Xixón, 13 de xunetu de 1909, páx. 4)
 Con esta granible trayeutoria, nun ye d’extrañar que sea’l primer artista asturianu en roblar un contratu discográficu. Esti compromisu roblase’n Buenos Aires, pa onde va cola marca «Real Sidra Asturiana» (llagar de José Cima García, de Cualloto), cola mesma función que ficiera pa la sidre «El Hórreo» con anterioridá: «(...) el señor D. Ramón García y de otra parte "The Columbia Phonograph Co. General" de New York suscriben un contrato ante el escribano por el que el artista cede y transfiere la propiedad artística y/o literario y/o musical de todas las obras artísticas literarias o musicales que el señor Ramón García ha producido hasta la fecha y las que produzca de hoy en adelante hasta el 31 de diciembre de 1921». Documentu robláu énte notariu’l 27 de mayu de 1911 De fechu, Ramón García ‹El gaiteru Libardón› ye’l primer cantante n’amestar nes grabaciones elementos ayenos a los cantares. Los primeros exemplos tienen forma de publicidá de les firmes que-y paguen pa ello. Dempués, col pasar del tiempu va facer llargues dedicatories recitaes a la fin de cada grabación. Per exemplu: Tengo el gorgoberu enfermu / de soplar y más soplar, dame sidra d’El Gaiteru / pa poder continuar. Pa inflar el fuelle a la gaita / soplando pel cañaveru, hai que beber muncha sidra / de la marca d’El Gaiteru Sicasí, Ramón García nunca nun dexa d’ufrir actuaciones pela xeografía asturiana: «La verbena, que comenzará á las doce de la noche del 18, para terminar á las cinco de la mañana, reunirá los siguientes atractivos: Audiciones musicales á cargo de una banda militar, la municipal de Gijón y la particular de la Empresa de tranvías. Cinematógrafo público y "varietés". Concurso de bailes asturianos, amenizado por el célebre ‹gaitero de Libardón› y el no menos célebre ‹tambor de la Abadía›. Fuegos artificiales á cargo de un acreditado pirotécnico. Danza prima». El Noroeste (Xixón, 11 de xunetu de 1912, páx. 1) «Otra vez pasó aquí en Arroes, que ye onde nació y vivió de mozu, que apostó una caja sidra de les de antes (de 24 botelles) con otru vecín gaiteru [Cándido Pérez ‹Cañices›] a que podía tirase rodando por un práu abajo sin que la gaita dejara de sonar. ¡Y Libardón ganó la apuesta!. ¡Aquello yera la virxen!». Ramón García tien un granible catálogu discográficu, qu’entama colos primeros cilindros editaos pola Fonográfica Madrileña en 1902. Siete años dempués, el sellu Odeón pon en circulación comercial ventiún grabaciones (ente les qu’hai cuatro solos instrumentales de gaita), y nel 1912 la casa Columbia asoleya cuarenta rexistros que constitúin los sos caberos cantares grabaos. Ye vezu que Ramón García regrabe nel tiempu versiones estremaes de los mesmos temes (El Cantar de la Panoya, La del Herrero, etc.), o de qu’en primeres ediciones apaezan descartes de la propia discográfica (p.ex. hai una versión Odeón de «La Soberana» que foi descartada en postreres ediciones, y que sal como «Solo de gaita nº4» por un fallu d’impresión na primer tirada (nel Arxentina). Una rareza. El so facer discográficu acábase col acompañamientu instrumental que fai en 1930, en dellos discos editaos pola casa Parlophon, pa Joaquín Martínez ‹Xuacu de Sama›. L’heriede discográficu de Ramón García tien que valorase dientro del contestu históricu nel que se desendolca. Les sos interpretaciones son cantares populares y tradicionales, repartíos ente cantares montañeses (fastera de l’antigua Asturies de Santillana, asitiada anguaño na comunidá de Cantabria pelos valles perpendiculares al cantábricu dende’l Deva a la ensenada d’Astillero), asina como asturianaes y otres tipoloxíes. Tolos sos cantares tienen acompañamientu de gaita, qu’elli mesmu toca al empar que canta, con un rexistru de voz atenoráu, brillante y con un xeitu dialectal muy valoratible. La mayoría de los temes nun tresmiten una configuración estandarizada como patrones melódicos d’asturianada, nin tampocu tienen el necesariu seguimientu por sucesives xeneraciones de cantantes d’asturianada como pa constituyir patrones melódicos. Nesti sentíu, nosotros albidramos a Ramón García como un pioneru del xéneru y magar que les sos grabaciones sean un puntu de partida pa variantes subsiguientes d’asturianada tradicional –amén del so bultable ésitu comercial–, como Soy del Hoyo, Praviana, La Langreana, etc., l’estilu de les sos interpretaciones, xiros y melismes nun son homoxéneos ni tan estandarizaos. A la escontra, más bien paecen los d’un gran improvisador: un rapsoda que fai creaciones al traviés d’elementos de la canción popular de la so dómina qu’amiesta con estraordinaria imaxinación p’algamar importante sonadía ente las capes populares y les más altes esferes. Dixitalización asoleyada en 2024 dientro del llibru Nel Cantu la Memoria de Héctor Braga Corral, premiu d’ensayu «Máximo Fuertes Acevedo» en llingua asturiana. 1912 / AMT 2024
  • Canto del Pajares
    HB9_75.mp3
    Columbia - Nueva York
    Música Tradicional
    Archivu de la Música Tradicional
    Patrimonio Cultural Inmaterial
    Cantares
    Asturianada
    Gaita
    Discos de gramófonu
    El Gaiteru Libardón
    Canto del Pajares (asturianada con gaita asturiana) [grabación sonora] / interpretación, Ramón García Tuero, ‹El Gaiteru Libardón› (Arroes, 1864 - Colunga, 1932); recopilación y dixitalización, Héctor Braga Corral. – Héctor Braga Corral (ed.), 1912. Grabación orixinal en discu comercial de pizarra de 78 revoluciones per minutu, marca Odeón, referencia C 2169 y matriz S 20 con primer fecha de circulación comercial en 1912. Esti históricu artista, natural del pueblu maliayu d’Arroes, ye’l primer profesional de la música asturiana en vivir namás del so arte. Gaiteru y cantante de formación autodidacta, la so amistá col cura párrocu de Lliberdón (parroquia onde casó y pa la que se tresllada a vivir), da-y ocasión pa deprender a lleer música y tocar instrumentos como l’harmoniu. Ye curiosa la hestoria alredor de la primer gaita qu’algamó a tocar, por soscripción popular: «De chavalín, la madera pa face-y una gaita fueron a guetala dellos vecinos d’Arroes a una finca privada de los Valaterra, en Xixón, que tenía unes mates d’un boxe buenísimu. Pero había un par de mastines guardando la finca que metíen miéu. Bono, pues tornaron otra nueche con una perra en celu. Amarráronla na portiella d’entrada y fueron per detrás a cortar el boxe mientres los mastines taben alrodiu la perra. D’ehí salió la madera pa la primer gaita que tuvo Libardón». El casu ye que Ramón García entama la so carrera nel ámbitu llocal, y pa finales del sieglu XIX yá s’espeya la so popularidá na comarca y redolada, mesmo en semeyes (Baltasar Cue) como na prensa de la dómina: «Según carta que recibimos de Colunga (Asturias), las ferias y fiestas celebradas el miércoles, jueves y viernes han estado sumamente concurridas, desluciéndolas un poco la pertinaz lluvia del miércoles y jueves. Concurrieron al "Campo de Loreto", sitio en el cual se han celebrado las ferias y fiestas, considerable número de comerciantes, sobresaliendo los que se dedican al ganado vacuno y lanar. En la carta —que no publicamos íntegra por carecer del espacio necesario— se tributan grandes elogios al laureado ‹gaitero de Libardón›, y á la banda municipal colunguesa, creada por el digno y celosísimo alcalde de Colunga, D. Prudencio Pérez Velasco (...)». La Unión Católica (Madrid, 25 de mayu de 1898, páx. 3) 
Pocu dempués síguense les sos actividaes como imaxe comercial de la sidra champán «El Hórreo», actuando a lo primero na feria muestres de Xixón de 1899: «Y entramos en la Plaza que está dando un alegrón al "espléndido" Dindurra (que no siempre ha de ser simpático é incansable), pues no hay dónde poner al ‹gaitero de Libardón›, que llega al circo con sus dos chicas (para él las quisiera), las cuales valen más que la sidra que expenden». El Noroeste (Xijón, 18 de agostu de 1899, páx. 2)
 Esta feria de muestres tien sonadía na prensa nacional, qu’amás, foi muncho más «suave» que los cronistes llocales col nuevu –n’aquel entoncies– y discutíu productu de la sidra champán: «Se han sacado infinidad de fotografías, con destino á multitud de periódicos, y yo me hice con una, quizá la mejor, para que los lectores de El Globo apreciaran en todo su mérito la instalación de los Hijos de Pablo Pérez, que ha de figurar honrosamente en la próxima Exposición Internacional de París. Para dar mayor realce y hacer más sugestiva esta instalación, dos graciosas y bellas colunguesas, Mercedes y Eugenia, ataviadas con el precioso traje del país, expenden copas de sidra bajo el "Hórreo"; y el célebre ‹gaitero de Libardón›, aldea perteneciente al concejo de Colunga, toca primorosamente la gaita asturiana, con la que se acompaña inspiradas coplas, que no son sino el anuncio del producto exquisito de esta provincia». El Globo (Madrid, 1 de setiembre de 1899, páx. 4)
 Al añu siguiente y col cambéu de centuria, la carrera de Ramón García da un saltu pergrande y tien ocasión d’actuar na Esposición Universal de París de 1900: «Dando frente al "Egipto" hay un modesto kiosco asturiano, que, siendo español, yo no quiero dejarlo atrás. Allí, entre una decoración de botellas figuradas, hay una gran provisión de botellas de verdadera sidra-champagne de Colunga (Asturias). Yo no sé si esta sidra será recomendable, y me abstengo de toda opinión; pero lo que no puedo negar es que las dos asturianas que lo venden son frescas y hermosas como los espléndidos valles cretenses, y que el gaitero que, sentado en los peldaños de una escalera lateral, luce su traje típico, su robustez asturiana y su destreza en el tañer, me arremolinó en la mente un manojo de recuerdos conmovedores que parecían perfumados con el rico aroma de las cuencas asturianas». La Ilustración española y americana (Madrid, 30 xunu de 1900, páx. 6) «Hay entre nuestros expositores para todos los gustos: como instalación curiosa lo es, en primer término, la de los “Hijos de Pablo Pérez”, de Colunga, que han llevado al “Trocadero” el mismo hórreo que, compuesto de más de diez mil botellas de sidra, expusieron en la última de Gijón. La especialidad de esta marca, que es indudablemente la primera de España, y el lujo de la instalación, la hacen punto de cita de muchos españoles y una de las atracciones de la gran feria». El Liberal (Madrid, 18 xunetu de 1900, páx. 2) Nesta Esposición Universal de París, «El Hórreo» algamó una de las poques medayes d’oru otorgaes pol xuráu de la so categoría ente otres sidres llegaes dende Asturies y País Vascu. Nun hai nengún memorándum de la esposición con datos alredor d’otros premios o medayes p’asturianos, incluyíos los que s’otorgaríen a los músicos ellí presentes, ente los que taba’l propiu Ramón García: «Espagne. —MM. Perez (les fils de Pablo), á Colunga; Veretera y Cangas, á Gigon, médailles d’or; Arias-Nachon et Cia, á Infiesto (province de Oviédo); Lacoiz-Quéta (Francisco), Navarté; Oteiza (Felipe), á Iriarte; Urgoiti (Ricardo de), á Rentéria, médailles de bronze; Garcia (Arguelles Braga), á La Felguéra, mention honorable». Rapports du Jury International. Groupe X, Aliments Deuxième partie. Cidres, Chapitre VI, páx. 547 La primer grabación d'un asturianu na historia de los rexistros sonoros protagonízala –precisamente– Ramón García en 1902, cuando la Sociedad Fonográfica Madrileña comercializa cilindros tipu Edison col tema Canteros de Covadonga (la Basílica taba acabante d’inaugurase nel 1901). Dende entós, róblense innumerables noticies onde s’afita que la figura de Ramón García tresciende los municipios asturianos, tanto como gaiteru oficial d’ún de los primeros concursos d’asturianada cellebraos nel Principáu: «(...) Y como ocurre siempre y ello es muy disculpable el auditorio se desbordó en entusiasmo al pisar el tablado las parejas de canto y baile asturiano y á su frente el popularísimo ‹gaitero de Libardón›, Ramón García. Los cantores de las sentidas "aldeanás" astures fueron "les moces, guapines toes", por cierto, Narcisa de La Abadía y Elvira Medina, que ganaron muy justificados aplausos; y el de Libardón huelga decir si fué ovacionado. Por cierto que ayer se "comprimió" bastante en cuanto á la "letra" de los cantares. Y así debe hacer siempre, porque si algo distingue á los bailes y cantares asturianos es la decencia y la honestidad. (...) Hoy se repite la fiesta y terminada ésta tendrá lugar la adjudicación de premios». El Popular (Xixón, 20 d’agostu de 1905, páx. 1) Asina como tamién alluendi les fronteres d’Asturies haza tol territoriu peninsular y ultramarín: «El famoso ‹gaitero de Libardón›, pulido y almibarado, aún puede ejercer funciones diplomáticas en el extranjero y América más eficaces que las de los mejor acreditados "profesionales" del protocolo. Su retrato ha corrido por todas las revistas ilustradas del mundo; su figura, no muy garbosa, habrá quitado el sueño quizá á alguna "miss" pudibunda y estrambótica. El de Libardón es un "vivo", que dirían en el Avapiés: el relato de su viaje y aventuras, sencillamente maravilloso. Por un concierto ¡de gaita, naturalmente! le dieron en Cuba ó Méjico "cuatro mil duros". Navascués, nuestro gran profesor de oboe (otra gaita un poco más artística) al oír esto, establece comparaciones para su "caña" lanzando melancólicos suspiros y entrecortadas frases de indignación. El ‹gaitero de Libardón› tiene su público, al que sabe manejar á su capricho, con malicias y artimañas de avezado artista: es como si dijéramos el Viñas de la gaita. Es infatigable en el ejercicio de su profesión, arreglada á la escena, teniendo cuerda para quince días en su apacible Caramillo y cuando canta recuerda "ligeramente" al veterano D. José Mesejo, en las jotas de "gañote". Tales son mis observaciones particularísimas sobre la figura más culminante de la "matinée" regional». El País (Madrid, 5 d’ochobre de 1908, páx. 3) Nesi mesmu añu, Ramón García entama delles xires por Hispanoamérica: «Luego de una "tournée" por Méjico y Cuba, donde conquistó frenéticos y calurosos aplausos, y sobre todo mucho dinero, dando conciertos de canto regional y tocando la gaita en los principales teatros, ha vuelto á su pueblo de Libardón, el ya famoso y popular gaitero conocido por dicho nombre. Como es de suponer, fue amable y espléndidamente obsequiado por nuestros compatriotas de la República cubana y del antiguo imperio de Moctezuma. Según hemos oído, halagado por el grande y franco éxito que alcanzó en dichas naciones, piensa muy en breve emprender un viaje hacia la América del Sur, visitando la Argentina y Chile donde cuenta con gran número de admiradores y amigos el simpático Ramón García». El Popular (XIxón, 12 de xineru de 1908, páx. 2) «Estando en el teatro de L’Habana pasó algo fuera de serie y el asuntu fue que salió-y una madreña disparada hacia una moza del públicu. Bueno pues allá se les compuso pa cantar una copluca improvisando y el teatro quería venise abajo de toles rises y los aplausos». Hai datos del so propiu grupu de bailladores asturianos: «Animadísimas, como siempre, han estado las de la Vega. En las regatas, á pesar de la tarde desapacible, infinidad de botes, y, claro está, infinidad de gente, habiendo quedado los premios entre la Vega y Abres. El ‹gaitero de Libardón› y las parejas de baile fueron los números que más poderosamente llamaron la atención en la verbena (...)». Castropol (Castropol, 20 d’agostu de 1908, páx. 6)
 Y tamién fai actuaciones con otros músicos como José Sánchez, conocíu como ‹El Tambor de la Abadía›: «La fiesta promete ser de lo más lucido y contribuirán á darla mayor realce el ‹tamboritero de la Abadía› y el ‹gaitero de Libardón›, al fin unidos, la nueva banda y algunos organillos. La gente joven puede prepararse á rendir culto á la diosa Terpsícore». El Noroeste (Xixón, 13 de xunetu de 1909, páx. 4)
 Con esta granible trayeutoria, nun ye d’extrañar que sea’l primer artista asturianu en roblar un contratu discográficu. Esti compromisu roblase’n Buenos Aires, pa onde va cola marca «Real Sidra Asturiana» (llagar de José Cima García, de Cualloto), cola mesma función que ficiera pa la sidre «El Hórreo» con anterioridá: «(...) el señor D. Ramón García y de otra parte "The Columbia Phonograph Co. General" de New York suscriben un contrato ante el escribano por el que el artista cede y transfiere la propiedad artística y/o literario y/o musical de todas las obras artísticas literarias o musicales que el señor Ramón García ha producido hasta la fecha y las que produzca de hoy en adelante hasta el 31 de diciembre de 1921». Documentu robláu énte notariu’l 27 de mayu de 1911 De fechu, Ramón García ‹El gaiteru Libardón› ye’l primer cantante n’amestar nes grabaciones elementos ayenos a los cantares. Los primeros exemplos tienen forma de publicidá de les firmes que-y paguen pa ello. Dempués, col pasar del tiempu va facer llargues dedicatories recitaes a la fin de cada grabación. Per exemplu: Tengo el gorgoberu enfermu / de soplar y más soplar, dame sidra d’El Gaiteru / pa poder continuar. Pa inflar el fuelle a la gaita / soplando pel cañaveru, hai que beber muncha sidra / de la marca d’El Gaiteru Sicasí, Ramón García nunca nun dexa d’ufrir actuaciones pela xeografía asturiana: «La verbena, que comenzará á las doce de la noche del 18, para terminar á las cinco de la mañana, reunirá los siguientes atractivos: Audiciones musicales á cargo de una banda militar, la municipal de Gijón y la particular de la Empresa de tranvías. Cinematógrafo público y "varietés". Concurso de bailes asturianos, amenizado por el célebre ‹gaitero de Libardón› y el no menos célebre ‹tambor de la Abadía›. Fuegos artificiales á cargo de un acreditado pirotécnico. Danza prima». El Noroeste (Xixón, 11 de xunetu de 1912, páx. 1) «Otra vez pasó aquí en Arroes, que ye onde nació y vivió de mozu, que apostó una caja sidra de les de antes (de 24 botelles) con otru vecín gaiteru [Cándido Pérez ‹Cañices›] a que podía tirase rodando por un práu abajo sin que la gaita dejara de sonar. ¡Y Libardón ganó la apuesta!. ¡Aquello yera la virxen!». Ramón García tien un granible catálogu discográficu, qu’entama colos primeros cilindros editaos pola Fonográfica Madrileña en 1902. Siete años dempués, el sellu Odeón pon en circulación comercial ventiún grabaciones (ente les qu’hai cuatro solos instrumentales de gaita), y nel 1912 la casa Columbia asoleya cuarenta rexistros que constitúin los sos caberos cantares grabaos. Ye vezu que Ramón García regrabe nel tiempu versiones estremaes de los mesmos temes (El Cantar de la Panoya, La del Herrero, etc.), o de qu’en primeres ediciones apaezan descartes de la propia discográfica (p.ex. hai una versión Odeón de «La Soberana» que foi descartada en postreres ediciones, y que sal como «Solo de gaita nº4» por un fallu d’impresión na primer tirada (nel Arxentina). Una rareza. El so facer discográficu acábase col acompañamientu instrumental que fai en 1930, en dellos discos editaos pola casa Parlophon, pa Joaquín Martínez ‹Xuacu de Sama›. L’heriede discográficu de Ramón García tien que valorase dientro del contestu históricu nel que se desendolca. Les sos interpretaciones son cantares populares y tradicionales, repartíos ente cantares montañeses (fastera de l’antigua Asturies de Santillana, asitiada anguaño na comunidá de Cantabria pelos valles perpendiculares al cantábricu dende’l Deva a la ensenada d’Astillero), asina como asturianaes y otres tipoloxíes. Tolos sos cantares tienen acompañamientu de gaita, qu’elli mesmu toca al empar que canta, con un rexistru de voz atenoráu, brillante y con un xeitu dialectal muy valoratible. La mayoría de los temes nun tresmiten una configuración estandarizada como patrones melódicos d’asturianada, nin tampocu tienen el necesariu seguimientu por sucesives xeneraciones de cantantes d’asturianada como pa constituyir patrones melódicos. Nesti sentíu, nosotros albidramos a Ramón García como un pioneru del xéneru y magar que les sos grabaciones sean un puntu de partida pa variantes subsiguientes d’asturianada tradicional –amén del so bultable ésitu comercial–, como Soy del Hoyo, Praviana, La Langreana, etc., l’estilu de les sos interpretaciones, xiros y melismes nun son homoxéneos ni tan estandarizaos. A la escontra, más bien paecen los d’un gran improvisador: un rapsoda que fai creaciones al traviés d’elementos de la canción popular de la so dómina qu’amiesta con estraordinaria imaxinación p’algamar importante sonadía ente las capes populares y les más altes esferes (davezu s’integraría dientro del círculu personal del rei Alfonso XIII). 1912 / AMT 2024
  • Canto del peine
    HB9_74.mp3
    Columbia - Nueva York
    Música Tradicional
    Archivu de la Música Tradicional
    Patrimonio Cultural Inmaterial
    Cantares
    Asturianada
    Gaita
    Discos de gramófonu
    El Gaiteru Libardón
    Canto del peine (asturianada con gaita asturiana) [grabación sonora] / interpretación, Ramón García Tuero, ‹El Gaiteru Libardón› (Arroes, 1864 - Colunga, 1932); recopilación y dixitalización, Héctor Braga Corral. – Héctor Braga Corral (ed.), 1912. Grabación orixinal en discu comercial de pizarra de 78 revoluciones per minutu, marca Odeón, referencia C 2169 y matriz S 19 con primer fecha de circulación comercial en 1912. Esti históricu artista, natural del pueblu maliayu d’Arroes, ye’l primer profesional de la música asturiana en vivir namás del so arte. Gaiteru y cantante de formación autodidacta, la so amistá col cura párrocu de Lliberdón (parroquia onde casó y pa la que se tresllada a vivir), da-y ocasión pa deprender a lleer música y tocar instrumentos como l’harmoniu. Ye curiosa la hestoria alredor de la primer gaita qu’algamó a tocar, por soscripción popular: «De chavalín, la madera pa face-y una gaita fueron a guetala dellos vecinos d’Arroes a una finca privada de los Valaterra, en Xixón, que tenía unes mates d’un boxe buenísimu. Pero había un par de mastines guardando la finca que metíen miéu. Bono, pues tornaron otra nueche con una perra en celu. Amarráronla na portiella d’entrada y fueron per detrás a cortar el boxe mientres los mastines taben alrodiu la perra. D’ehí salió la madera pa la primer gaita que tuvo Libardón». El casu ye que Ramón García entama la so carrera nel ámbitu llocal, y pa finales del sieglu XIX yá s’espeya la so popularidá na comarca y redolada, mesmo en semeyes (Baltasar Cue) como na prensa de la dómina: «Según carta que recibimos de Colunga (Asturias), las ferias y fiestas celebradas el miércoles, jueves y viernes han estado sumamente concurridas, desluciéndolas un poco la pertinaz lluvia del miércoles y jueves. Concurrieron al "Campo de Loreto", sitio en el cual se han celebrado las ferias y fiestas, considerable número de comerciantes, sobresaliendo los que se dedican al ganado vacuno y lanar. En la carta —que no publicamos íntegra por carecer del espacio necesario— se tributan grandes elogios al laureado ‹gaitero de Libardón›, y á la banda municipal colunguesa, creada por el digno y celosísimo alcalde de Colunga, D. Prudencio Pérez Velasco (...)». La Unión Católica (Madrid, 25 de mayu de 1898, páx. 3) 
Pocu dempués síguense les sos actividaes como imaxe comercial de la sidra champán «El Hórreo», actuando a lo primero na feria muestres de Xixón de 1899: «Y entramos en la Plaza que está dando un alegrón al "espléndido" Dindurra (que no siempre ha de ser simpático é incansable), pues no hay dónde poner al ‹gaitero de Libardón›, que llega al circo con sus dos chicas (para él las quisiera), las cuales valen más que la sidra que expenden». El Noroeste (Xijón, 18 de agostu de 1899, páx. 2)
 Esta feria de muestres tien sonadía na prensa nacional, qu’amás, foi muncho más «suave» que los cronistes llocales col nuevu –n’aquel entoncies– y discutíu productu de la sidra champán: «Se han sacado infinidad de fotografías, con destino á multitud de periódicos, y yo me hice con una, quizá la mejor, para que los lectores de El Globo apreciaran en todo su mérito la instalación de los Hijos de Pablo Pérez, que ha de figurar honrosamente en la próxima Exposición Internacional de París. Para dar mayor realce y hacer más sugestiva esta instalación, dos graciosas y bellas colunguesas, Mercedes y Eugenia, ataviadas con el precioso traje del país, expenden copas de sidra bajo el "Hórreo"; y el célebre ‹gaitero de Libardón›, aldea perteneciente al concejo de Colunga, toca primorosamente la gaita asturiana, con la que se acompaña inspiradas coplas, que no son sino el anuncio del producto exquisito de esta provincia». El Globo (Madrid, 1 de setiembre de 1899, páx. 4)
 Al añu siguiente y col cambéu de centuria, la carrera de Ramón García da un saltu pergrande y tien ocasión d’actuar na Esposición Universal de París de 1900: «Dando frente al "Egipto" hay un modesto kiosco asturiano, que, siendo español, yo no quiero dejarlo atrás. Allí, entre una decoración de botellas figuradas, hay una gran provisión de botellas de verdadera sidra-champagne de Colunga (Asturias). Yo no sé si esta sidra será recomendable, y me abstengo de toda opinión; pero lo que no puedo negar es que las dos asturianas que lo venden son frescas y hermosas como los espléndidos valles cretenses, y que el gaitero que, sentado en los peldaños de una escalera lateral, luce su traje típico, su robustez asturiana y su destreza en el tañer, me arremolinó en la mente un manojo de recuerdos conmovedores que parecían perfumados con el rico aroma de las cuencas asturianas». La Ilustración española y americana (Madrid, 30 xunu de 1900, páx. 6) «Hay entre nuestros expositores para todos los gustos: como instalación curiosa lo es, en primer término, la de los “Hijos de Pablo Pérez”, de Colunga, que han llevado al “Trocadero” el mismo hórreo que, compuesto de más de diez mil botellas de sidra, expusieron en la última de Gijón. La especialidad de esta marca, que es indudablemente la primera de España, y el lujo de la instalación, la hacen punto de cita de muchos españoles y una de las atracciones de la gran feria». El Liberal (Madrid, 18 xunetu de 1900, páx. 2) Nesta Esposición Universal de París, «El Hórreo» algamó una de las poques medayes d’oru otorgaes pol xuráu de la so categoría ente otres sidres llegaes dende Asturies y País Vascu. Nun hai nengún memorándum de la esposición con datos alredor d’otros premios o medayes p’asturianos, incluyíos los que s’otorgaríen a los músicos ellí presentes, ente los que taba’l propiu Ramón García: «Espagne. —MM. Perez (les fils de Pablo), á Colunga; Veretera y Cangas, á Gigon, médailles d’or; Arias-Nachon et Cia, á Infiesto (province de Oviédo); Lacoiz-Quéta (Francisco), Navarté; Oteiza (Felipe), á Iriarte; Urgoiti (Ricardo de), á Rentéria, médailles de bronze; Garcia (Arguelles Braga), á La Felguéra, mention honorable». Rapports du Jury International. Groupe X, Aliments Deuxième partie. Cidres, Chapitre VI, páx. 547 La primer grabación d'un asturianu na historia de los rexistros sonoros protagonízala –precisamente– Ramón García en 1902, cuando la Sociedad Fonográfica Madrileña comercializa cilindros tipu Edison col tema Canteros de Covadonga (la Basílica taba acabante d’inaugurase nel 1901). Dende entós, róblense innumerables noticies onde s’afita que la figura de Ramón García tresciende los municipios asturianos, tanto como gaiteru oficial d’ún de los primeros concursos d’asturianada cellebraos nel Principáu: «(...) Y como ocurre siempre y ello es muy disculpable el auditorio se desbordó en entusiasmo al pisar el tablado las parejas de canto y baile asturiano y á su frente el popularísimo ‹gaitero de Libardón›, Ramón García. Los cantores de las sentidas "aldeanás" astures fueron "les moces, guapines toes", por cierto, Narcisa de La Abadía y Elvira Medina, que ganaron muy justificados aplausos; y el de Libardón huelga decir si fué ovacionado. Por cierto que ayer se "comprimió" bastante en cuanto á la "letra" de los cantares. Y así debe hacer siempre, porque si algo distingue á los bailes y cantares asturianos es la decencia y la honestidad. (...) Hoy se repite la fiesta y terminada ésta tendrá lugar la adjudicación de premios». El Popular (Xixón, 20 d’agostu de 1905, páx. 1) Asina como tamién alluendi les fronteres d’Asturies haza tol territoriu peninsular y ultramarín: «El famoso ‹gaitero de Libardón›, pulido y almibarado, aún puede ejercer funciones diplomáticas en el extranjero y América más eficaces que las de los mejor acreditados "profesionales" del protocolo. Su retrato ha corrido por todas las revistas ilustradas del mundo; su figura, no muy garbosa, habrá quitado el sueño quizá á alguna "miss" pudibunda y estrambótica. El de Libardón es un "vivo", que dirían en el Avapiés: el relato de su viaje y aventuras, sencillamente maravilloso. Por un concierto ¡de gaita, naturalmente! le dieron en Cuba ó Méjico "cuatro mil duros". Navascués, nuestro gran profesor de oboe (otra gaita un poco más artística) al oír esto, establece comparaciones para su "caña" lanzando melancólicos suspiros y entrecortadas frases de indignación. El ‹gaitero de Libardón› tiene su público, al que sabe manejar á su capricho, con malicias y artimañas de avezado artista: es como si dijéramos el Viñas de la gaita. Es infatigable en el ejercicio de su profesión, arreglada á la escena, teniendo cuerda para quince días en su apacible Caramillo y cuando canta recuerda "ligeramente" al veterano D. José Mesejo, en las jotas de "gañote". Tales son mis observaciones particularísimas sobre la figura más culminante de la "matinée" regional». El País (Madrid, 5 d’ochobre de 1908, páx. 3) Nesi mesmu añu, Ramón García entama delles xires por Hispanoamérica: «Luego de una "tournée" por Méjico y Cuba, donde conquistó frenéticos y calurosos aplausos, y sobre todo mucho dinero, dando conciertos de canto regional y tocando la gaita en los principales teatros, ha vuelto á su pueblo de Libardón, el ya famoso y popular gaitero conocido por dicho nombre. Como es de suponer, fue amable y espléndidamente obsequiado por nuestros compatriotas de la República cubana y del antiguo imperio de Moctezuma. Según hemos oído, halagado por el grande y franco éxito que alcanzó en dichas naciones, piensa muy en breve emprender un viaje hacia la América del Sur, visitando la Argentina y Chile donde cuenta con gran número de admiradores y amigos el simpático Ramón García». El Popular (XIxón, 12 de xineru de 1908, páx. 2) «Estando en el teatro de L’Habana pasó algo fuera de serie y el asuntu fue que salió-y una madreña disparada hacia una moza del públicu. Bueno pues allá se les compuso pa cantar una copluca improvisando y el teatro quería venise abajo de toles rises y los aplausos». Hai datos del so propiu grupu de bailladores asturianos: «Animadísimas, como siempre, han estado las de la Vega. En las regatas, á pesar de la tarde desapacible, infinidad de botes, y, claro está, infinidad de gente, habiendo quedado los premios entre la Vega y Abres. El ‹gaitero de Libardón› y las parejas de baile fueron los números que más poderosamente llamaron la atención en la verbena (...)». Castropol (Castropol, 20 d’agostu de 1908, páx. 6)
 Y tamién fai actuaciones con otros músicos como José Sánchez, conocíu como ‹El Tambor de la Abadía›: «La fiesta promete ser de lo más lucido y contribuirán á darla mayor realce el ‹tamboritero de la Abadía› y el ‹gaitero de Libardón›, al fin unidos, la nueva banda y algunos organillos. La gente joven puede prepararse á rendir culto á la diosa Terpsícore». El Noroeste (Xixón, 13 de xunetu de 1909, páx. 4)
 Con esta granible trayeutoria, nun ye d’extrañar que sea’l primer artista asturianu en roblar un contratu discográficu. Esti compromisu roblase’n Buenos Aires, pa onde va cola marca «Real Sidra Asturiana» (llagar de José Cima García, de Cualloto), cola mesma función que ficiera pa la sidre «El Hórreo» con anterioridá: «(...) el señor D. Ramón García y de otra parte "The Columbia Phonograph Co. General" de New York suscriben un contrato ante el escribano por el que el artista cede y transfiere la propiedad artística y/o literario y/o musical de todas las obras artísticas literarias o musicales que el señor Ramón García ha producido hasta la fecha y las que produzca de hoy en adelante hasta el 31 de diciembre de 1921». Documentu robláu énte notariu’l 27 de mayu de 1911 De fechu, Ramón García ‹El gaiteru Libardón› ye’l primer cantante n’amestar nes grabaciones elementos ayenos a los cantares. Los primeros exemplos tienen forma de publicidá de les firmes que-y paguen pa ello. Dempués, col pasar del tiempu va facer llargues dedicatories recitaes a la fin de cada grabación. Per exemplu: Tengo el gorgoberu enfermu / de soplar y más soplar, dame sidra d’El Gaiteru / pa poder continuar. Pa inflar el fuelle a la gaita / soplando pel cañaveru, hai que beber muncha sidra / de la marca d’El Gaiteru Sicasí, Ramón García nunca nun dexa d’ufrir actuaciones pela xeografía asturiana: «La verbena, que comenzará á las doce de la noche del 18, para terminar á las cinco de la mañana, reunirá los siguientes atractivos: Audiciones musicales á cargo de una banda militar, la municipal de Gijón y la particular de la Empresa de tranvías. Cinematógrafo público y "varietés". Concurso de bailes asturianos, amenizado por el célebre ‹gaitero de Libardón› y el no menos célebre ‹tambor de la Abadía›. Fuegos artificiales á cargo de un acreditado pirotécnico. Danza prima». El Noroeste (Xixón, 11 de xunetu de 1912, páx. 1) «Otra vez pasó aquí en Arroes, que ye onde nació y vivió de mozu, que apostó una caja sidra de les de antes (de 24 botelles) con otru vecín gaiteru [Cándido Pérez ‹Cañices›] a que podía tirase rodando por un práu abajo sin que la gaita dejara de sonar. ¡Y Libardón ganó la apuesta!. ¡Aquello yera la virxen!». Ramón García tien un granible catálogu discográficu, qu’entama colos primeros cilindros editaos pola Fonográfica Madrileña en 1902. Siete años dempués, el sellu Odeón pon en circulación comercial ventiún grabaciones (ente les qu’hai cuatro solos instrumentales de gaita), y nel 1912 la casa Columbia asoleya cuarenta rexistros que constitúin los sos caberos cantares grabaos. Ye vezu que Ramón García regrabe nel tiempu versiones estremaes de los mesmos temes (El Cantar de la Panoya, La del Herrero, etc.), o de qu’en primeres ediciones apaezan descartes de la propia discográfica (p.ex. hai una versión Odeón de «La Soberana» que foi descartada en postreres ediciones, y que sal como «Solo de gaita nº4» por un fallu d’impresión na primer tirada (nel Arxentina). Una rareza. El so facer discográficu acábase col acompañamientu instrumental que fai en 1930, en dellos discos editaos pola casa Parlophon, pa Joaquín Martínez ‹Xuacu de Sama›. L’heriede discográficu de Ramón García tien que valorase dientro del contestu históricu nel que se desendolca. Les sos interpretaciones son cantares populares y tradicionales, repartíos ente cantares montañeses (fastera de l’antigua Asturies de Santillana, asitiada anguaño na comunidá de Cantabria pelos valles perpendiculares al cantábricu dende’l Deva a la ensenada d’Astillero), asina como asturianaes y otres tipoloxíes. Tolos sos cantares tienen acompañamientu de gaita, qu’elli mesmu toca al empar que canta, con un rexistru de voz atenoráu, brillante y con un xeitu dialectal muy valoratible. La mayoría de los temes nun tresmiten una configuración estandarizada como patrones melódicos d’asturianada, nin tampocu tienen el necesariu seguimientu por sucesives xeneraciones de cantantes d’asturianada como pa constituyir patrones melódicos. Nesti sentíu, nosotros albidramos a Ramón García como un pioneru del xéneru y magar que les sos grabaciones sean un puntu de partida pa variantes subsiguientes d’asturianada tradicional –amén del so bultable ésitu comercial–, como Soy del Hoyo, Praviana, La Langreana, etc., l’estilu de les sos interpretaciones, xiros y melismes nun son homoxéneos ni tan estandarizaos. A la escontra, más bien paecen los d’un gran improvisador: un rapsoda que fai creaciones al traviés d’elementos de la canción popular de la so dómina qu’amiesta con estraordinaria imaxinación p’algamar importante sonadía ente las capes populares y les más altes esferes (davezu s’integraría dientro del círculu personal del rei Alfonso XIII). 1912 / AMT 2024
  • Canción de la quintana
    HB9_73.mp3
    Columbia - Nueva York
    Música Tradicional
    Archivu de la Música Tradicional
    Patrimonio Cultural Inmaterial
    Cantares
    Asturianada
    Gaita
    Discos de gramófonu
    El Gaiteru Libardón
    Canción de la quintana (asturianada con gaita asturiana) [grabación sonora] / interpretación, Ramón García Tuero, ‹El Gaiteru Libardón› (Arroes, 1864 - Colunga, 1932); recopilación y dixitalización, Héctor Braga Corral. – Héctor Braga Corral (ed.), 1912. Grabación orixinal en discu comercial de pizarra de 78 revoluciones per minutu, marca Odeón, referencia C 2171 y matriz S 24 con primer fecha de circulación comercial en 1912. Esti históricu artista, natural del pueblu maliayu d’Arroes, ye’l primer profesional de la música asturiana en vivir namás del so arte. Gaiteru y cantante de formación autodidacta, la so amistá col cura párrocu de Lliberdón (parroquia onde casó y pa la que se tresllada a vivir), da-y ocasión pa deprender a lleer música y tocar instrumentos como l’harmoniu. Ye curiosa la hestoria alredor de la primer gaita qu’algamó a tocar, por soscripción popular: «De chavalín, la madera pa face-y una gaita fueron a guetala dellos vecinos d’Arroes a una finca privada de los Valaterra, en Xixón, que tenía unes mates d’un boxe buenísimu. Pero había un par de mastines guardando la finca que metíen miéu. Bono, pues tornaron otra nueche con una perra en celu. Amarráronla na portiella d’entrada y fueron per detrás a cortar el boxe mientres los mastines taben alrodiu la perra. D’ehí salió la madera pa la primer gaita que tuvo Libardón». El casu ye que Ramón García entama la so carrera nel ámbitu llocal, y pa finales del sieglu XIX yá s’espeya la so popularidá na comarca y redolada, mesmo en semeyes (Baltasar Cue) como na prensa de la dómina: «Según carta que recibimos de Colunga (Asturias), las ferias y fiestas celebradas el miércoles, jueves y viernes han estado sumamente concurridas, desluciéndolas un poco la pertinaz lluvia del miércoles y jueves. Concurrieron al "Campo de Loreto", sitio en el cual se han celebrado las ferias y fiestas, considerable número de comerciantes, sobresaliendo los que se dedican al ganado vacuno y lanar. En la carta —que no publicamos íntegra por carecer del espacio necesario— se tributan grandes elogios al laureado ‹gaitero de Libardón›, y á la banda municipal colunguesa, creada por el digno y celosísimo alcalde de Colunga, D. Prudencio Pérez Velasco (...)». La Unión Católica (Madrid, 25 de mayu de 1898, páx. 3) 
Pocu dempués síguense les sos actividaes como imaxe comercial de la sidra champán «El Hórreo», actuando a lo primero na feria muestres de Xixón de 1899: «Y entramos en la Plaza que está dando un alegrón al "espléndido" Dindurra (que no siempre ha de ser simpático é incansable), pues no hay dónde poner al ‹gaitero de Libardón›, que llega al circo con sus dos chicas (para él las quisiera), las cuales valen más que la sidra que expenden». El Noroeste (Xijón, 18 de agostu de 1899, páx. 2)
 Esta feria de muestres tien sonadía na prensa nacional, qu’amás, foi muncho más «suave» que los cronistes llocales col nuevu –n’aquel entoncies– y discutíu productu de la sidra champán: «Se han sacado infinidad de fotografías, con destino á multitud de periódicos, y yo me hice con una, quizá la mejor, para que los lectores de El Globo apreciaran en todo su mérito la instalación de los Hijos de Pablo Pérez, que ha de figurar honrosamente en la próxima Exposición Internacional de París. Para dar mayor realce y hacer más sugestiva esta instalación, dos graciosas y bellas colunguesas, Mercedes y Eugenia, ataviadas con el precioso traje del país, expenden copas de sidra bajo el "Hórreo"; y el célebre ‹gaitero de Libardón›, aldea perteneciente al concejo de Colunga, toca primorosamente la gaita asturiana, con la que se acompaña inspiradas coplas, que no son sino el anuncio del producto exquisito de esta provincia». El Globo (Madrid, 1 de setiembre de 1899, páx. 4)
 Al añu siguiente y col cambéu de centuria, la carrera de Ramón García da un saltu pergrande y tien ocasión d’actuar na Esposición Universal de París de 1900: «Dando frente al "Egipto" hay un modesto kiosco asturiano, que, siendo español, yo no quiero dejarlo atrás. Allí, entre una decoración de botellas figuradas, hay una gran provisión de botellas de verdadera sidra-champagne de Colunga (Asturias). Yo no sé si esta sidra será recomendable, y me abstengo de toda opinión; pero lo que no puedo negar es que las dos asturianas que lo venden son frescas y hermosas como los espléndidos valles cretenses, y que el gaitero que, sentado en los peldaños de una escalera lateral, luce su traje típico, su robustez asturiana y su destreza en el tañer, me arremolinó en la mente un manojo de recuerdos conmovedores que parecían perfumados con el rico aroma de las cuencas asturianas». La Ilustración española y americana (Madrid, 30 xunu de 1900, páx. 6) «Hay entre nuestros expositores para todos los gustos: como instalación curiosa lo es, en primer término, la de los “Hijos de Pablo Pérez”, de Colunga, que han llevado al “Trocadero” el mismo hórreo que, compuesto de más de diez mil botellas de sidra, expusieron en la última de Gijón. La especialidad de esta marca, que es indudablemente la primera de España, y el lujo de la instalación, la hacen punto de cita de muchos españoles y una de las atracciones de la gran feria». El Liberal (Madrid, 18 xunetu de 1900, páx. 2) Nesta Esposición Universal de París, «El Hórreo» algamó una de las poques medayes d’oru otorgaes pol xuráu de la so categoría ente otres sidres llegaes dende Asturies y País Vascu. Nun hai nengún memorándum de la esposición con datos alredor d’otros premios o medayes p’asturianos, incluyíos los que s’otorgaríen a los músicos ellí presentes, ente los que taba’l propiu Ramón García: «Espagne. —MM. Perez (les fils de Pablo), á Colunga; Veretera y Cangas, á Gigon, médailles d’or; Arias-Nachon et Cia, á Infiesto (province de Oviédo); Lacoiz-Quéta (Francisco), Navarté; Oteiza (Felipe), á Iriarte; Urgoiti (Ricardo de), á Rentéria, médailles de bronze; Garcia (Arguelles Braga), á La Felguéra, mention honorable». Rapports du Jury International. Groupe X, Aliments Deuxième partie. Cidres, Chapitre VI, páx. 547 La primer grabación d'un asturianu na historia de los rexistros sonoros protagonízala –precisamente– Ramón García en 1902, cuando la Sociedad Fonográfica Madrileña comercializa cilindros tipu Edison col tema Canteros de Covadonga (la Basílica taba acabante d’inaugurase nel 1901). Dende entós, róblense innumerables noticies onde s’afita que la figura de Ramón García tresciende los municipios asturianos, tanto como gaiteru oficial d’ún de los primeros concursos d’asturianada cellebraos nel Principáu: «(...) Y como ocurre siempre y ello es muy disculpable el auditorio se desbordó en entusiasmo al pisar el tablado las parejas de canto y baile asturiano y á su frente el popularísimo ‹gaitero de Libardón›, Ramón García. Los cantores de las sentidas "aldeanás" astures fueron "les moces, guapines toes", por cierto, Narcisa de La Abadía y Elvira Medina, que ganaron muy justificados aplausos; y el de Libardón huelga decir si fué ovacionado. Por cierto que ayer se "comprimió" bastante en cuanto á la "letra" de los cantares. Y así debe hacer siempre, porque si algo distingue á los bailes y cantares asturianos es la decencia y la honestidad. (...) Hoy se repite la fiesta y terminada ésta tendrá lugar la adjudicación de premios». El Popular (Xixón, 20 d’agostu de 1905, páx. 1) Asina como tamién alluendi les fronteres d’Asturies haza tol territoriu peninsular y ultramarín: «El famoso ‹gaitero de Libardón›, pulido y almibarado, aún puede ejercer funciones diplomáticas en el extranjero y América más eficaces que las de los mejor acreditados "profesionales" del protocolo. Su retrato ha corrido por todas las revistas ilustradas del mundo; su figura, no muy garbosa, habrá quitado el sueño quizá á alguna "miss" pudibunda y estrambótica. El de Libardón es un "vivo", que dirían en el Avapiés: el relato de su viaje y aventuras, sencillamente maravilloso. Por un concierto ¡de gaita, naturalmente! le dieron en Cuba ó Méjico "cuatro mil duros". Navascués, nuestro gran profesor de oboe (otra gaita un poco más artística) al oír esto, establece comparaciones para su "caña" lanzando melancólicos suspiros y entrecortadas frases de indignación. El ‹gaitero de Libardón› tiene su público, al que sabe manejar á su capricho, con malicias y artimañas de avezado artista: es como si dijéramos el Viñas de la gaita. Es infatigable en el ejercicio de su profesión, arreglada á la escena, teniendo cuerda para quince días en su apacible Caramillo y cuando canta recuerda "ligeramente" al veterano D. José Mesejo, en las jotas de "gañote". Tales son mis observaciones particularísimas sobre la figura más culminante de la "matinée" regional». El País (Madrid, 5 d’ochobre de 1908, páx. 3) Nesi mesmu añu, Ramón García entama delles xires por Hispanoamérica: «Luego de una "tournée" por Méjico y Cuba, donde conquistó frenéticos y calurosos aplausos, y sobre todo mucho dinero, dando conciertos de canto regional y tocando la gaita en los principales teatros, ha vuelto á su pueblo de Libardón, el ya famoso y popular gaitero conocido por dicho nombre. Como es de suponer, fue amable y espléndidamente obsequiado por nuestros compatriotas de la República cubana y del antiguo imperio de Moctezuma. Según hemos oído, halagado por el grande y franco éxito que alcanzó en dichas naciones, piensa muy en breve emprender un viaje hacia la América del Sur, visitando la Argentina y Chile donde cuenta con gran número de admiradores y amigos el simpático Ramón García». El Popular (XIxón, 12 de xineru de 1908, páx. 2) «Estando en el teatro de L’Habana pasó algo fuera de serie y el asuntu fue que salió-y una madreña disparada hacia una moza del públicu. Bueno pues allá se les compuso pa cantar una copluca improvisando y el teatro quería venise abajo de toles rises y los aplausos». Hai datos del so propiu grupu de bailladores asturianos: «Animadísimas, como siempre, han estado las de la Vega. En las regatas, á pesar de la tarde desapacible, infinidad de botes, y, claro está, infinidad de gente, habiendo quedado los premios entre la Vega y Abres. El ‹gaitero de Libardón› y las parejas de baile fueron los números que más poderosamente llamaron la atención en la verbena (...)». Castropol (Castropol, 20 d’agostu de 1908, páx. 6)
 Y tamién fai actuaciones con otros músicos como José Sánchez, conocíu como ‹El Tambor de la Abadía›: «La fiesta promete ser de lo más lucido y contribuirán á darla mayor realce el ‹tamboritero de la Abadía› y el ‹gaitero de Libardón›, al fin unidos, la nueva banda y algunos organillos. La gente joven puede prepararse á rendir culto á la diosa Terpsícore». El Noroeste (Xixón, 13 de xunetu de 1909, páx. 4)
 Con esta granible trayeutoria, nun ye d’extrañar que sea’l primer artista asturianu en roblar un contratu discográficu. Esti compromisu roblase’n Buenos Aires, pa onde va cola marca «Real Sidra Asturiana» (llagar de José Cima García, de Cualloto), cola mesma función que ficiera pa la sidre «El Hórreo» con anterioridá: «(...) el señor D. Ramón García y de otra parte "The Columbia Phonograph Co. General" de New York suscriben un contrato ante el escribano por el que el artista cede y transfiere la propiedad artística y/o literario y/o musical de todas las obras artísticas literarias o musicales que el señor Ramón García ha producido hasta la fecha y las que produzca de hoy en adelante hasta el 31 de diciembre de 1921». Documentu robláu énte notariu’l 27 de mayu de 1911 De fechu, Ramón García ‹El gaiteru Libardón› ye’l primer cantante n’amestar nes grabaciones elementos ayenos a los cantares. Los primeros exemplos tienen forma de publicidá de les firmes que-y paguen pa ello. Dempués, col pasar del tiempu va facer llargues dedicatories recitaes a la fin de cada grabación. Per exemplu: Tengo el gorgoberu enfermu / de soplar y más soplar, dame sidra d’El Gaiteru / pa poder continuar. Pa inflar el fuelle a la gaita / soplando pel cañaveru, hai que beber muncha sidra / de la marca d’El Gaiteru Sicasí, Ramón García nunca nun dexa d’ufrir actuaciones pela xeografía asturiana: «La verbena, que comenzará á las doce de la noche del 18, para terminar á las cinco de la mañana, reunirá los siguientes atractivos: Audiciones musicales á cargo de una banda militar, la municipal de Gijón y la particular de la Empresa de tranvías. Cinematógrafo público y "varietés". Concurso de bailes asturianos, amenizado por el célebre ‹gaitero de Libardón› y el no menos célebre ‹tambor de la Abadía›. Fuegos artificiales á cargo de un acreditado pirotécnico. Danza prima». El Noroeste (Xixón, 11 de xunetu de 1912, páx. 1) «Otra vez pasó aquí en Arroes, que ye onde nació y vivió de mozu, que apostó una caja sidra de les de antes (de 24 botelles) con otru vecín gaiteru [Cándido Pérez ‹Cañices›] a que podía tirase rodando por un práu abajo sin que la gaita dejara de sonar. ¡Y Libardón ganó la apuesta!. ¡Aquello yera la virxen!». Ramón García tien un granible catálogu discográficu, qu’entama colos primeros cilindros editaos pola Fonográfica Madrileña en 1902. Siete años dempués, el sellu Odeón pon en circulación comercial ventiún grabaciones (ente les qu’hai cuatro solos instrumentales de gaita), y nel 1912 la casa Columbia asoleya cuarenta rexistros que constitúin los sos caberos cantares grabaos. Ye vezu que Ramón García regrabe nel tiempu versiones estremaes de los mesmos temes (El Cantar de la Panoya, La del Herrero, etc.), o de qu’en primeres ediciones apaezan descartes de la propia discográfica (p.ex. hai una versión Odeón de «La Soberana» que foi descartada en postreres ediciones, y que sal como «Solo de gaita nº4» por un fallu d’impresión na primer tirada (nel Arxentina). Una rareza. El so facer discográficu acábase col acompañamientu instrumental que fai en 1930, en dellos discos editaos pola casa Parlophon, pa Joaquín Martínez ‹Xuacu de Sama›. L’heriede discográficu de Ramón García tien que valorase dientro del contestu históricu nel que se desendolca. Les sos interpretaciones son cantares populares y tradicionales, repartíos ente cantares montañeses (fastera de l’antigua Asturies de Santillana, asitiada anguaño na comunidá de Cantabria pelos valles perpendiculares al cantábricu dende’l Deva a la ensenada d’Astillero), asina como asturianaes y otres tipoloxíes. Tolos sos cantares tienen acompañamientu de gaita, qu’elli mesmu toca al empar que canta, con un rexistru de voz atenoráu, brillante y con un xeitu dialectal muy valoratible. La mayoría de los temes nun tresmiten una configuración estandarizada como patrones melódicos d’asturianada, nin tampocu tienen el necesariu seguimientu por sucesives xeneraciones de cantantes d’asturianada como pa constituyir patrones melódicos. Nesti sentíu, nosotros albidramos a Ramón García como un pioneru del xéneru y magar que les sos grabaciones sean un puntu de partida pa variantes subsiguientes d’asturianada tradicional –amén del so bultable ésitu comercial–, como Soy del Hoyo, Praviana, La Langreana, etc., l’estilu de les sos interpretaciones, xiros y melismes nun son homoxéneos ni tan estandarizaos. A la escontra, más bien paecen los d’un gran improvisador: un rapsoda que fai creaciones al traviés d’elementos de la canción popular de la so dómina qu’amiesta con estraordinaria imaxinación p’algamar importante sonadía ente las capes populares y les más altes esferes (davezu s’integraría dientro del círculu personal del rei Alfonso XIII). Dixitalización asoleyada en 2024 dientro del llibru Nel Cantu la Memoria de Héctor Braga Corral, premiu d’ensayu «Máximo Fuertes Acevedo» en llingua asturiana. 1912 / AMT 2024
  • Aires de Oviedo
    HB9_72.mp3
    Columbia - Nueva York
    Música Tradicional
    Archivu de la Música Tradicional
    Patrimonio Cultural Inmaterial
    Cantares
    Asturianada
    Gaita
    Discos de gramófonu
    El Gaiteru Libardón
    Aires de Oviedo [Dícenme que soy, que soy, yo si lo soi nun lo niego] (asturianada con gaita asturiana) [grabación sonora] / interpretación, Ramón García Tuero, ‹El Gaiteru Libardón› (Arroes, 1864 - Colunga, 1932); recopilación y dixitalización, Héctor Braga Corral. – Héctor Braga Corral (ed.), 1912. Grabación orixinal en discu comercial de pizarra de 78 revoluciones per minutu, marca Odeón, referencia C 2171 y matriz S 23 con primer fecha de circulación comercial en 1912. Esti históricu artista, natural del pueblu maliayu d’Arroes, ye’l primer profesional de la música asturiana en vivir namás del so arte. Gaiteru y cantante de formación autodidacta, la so amistá col cura párrocu de Lliberdón (parroquia onde casó y pa la que se tresllada a vivir), da-y ocasión pa deprender a lleer música y tocar instrumentos como l’harmoniu. Ye curiosa la hestoria alredor de la primer gaita qu’algamó a tocar, por soscripción popular: «De chavalín, la madera pa face-y una gaita fueron a guetala dellos vecinos d’Arroes a una finca privada de los Valaterra, en Xixón, que tenía unes mates d’un boxe buenísimu. Pero había un par de mastines guardando la finca que metíen miéu. Bono, pues tornaron otra nueche con una perra en celu. Amarráronla na portiella d’entrada y fueron per detrás a cortar el boxe mientres los mastines taben alrodiu la perra. D’ehí salió la madera pa la primer gaita que tuvo Libardón». El casu ye que Ramón García entama la so carrera nel ámbitu llocal, y pa finales del sieglu XIX yá s’espeya la so popularidá na comarca y redolada, mesmo en semeyes (Baltasar Cue) como na prensa de la dómina: «Según carta que recibimos de Colunga (Asturias), las ferias y fiestas celebradas el miércoles, jueves y viernes han estado sumamente concurridas, desluciéndolas un poco la pertinaz lluvia del miércoles y jueves. Concurrieron al "Campo de Loreto", sitio en el cual se han celebrado las ferias y fiestas, considerable número de comerciantes, sobresaliendo los que se dedican al ganado vacuno y lanar. En la carta —que no publicamos íntegra por carecer del espacio necesario— se tributan grandes elogios al laureado ‹gaitero de Libardón›, y á la banda municipal colunguesa, creada por el digno y celosísimo alcalde de Colunga, D. Prudencio Pérez Velasco (...)». La Unión Católica (Madrid, 25 de mayu de 1898, páx. 3) 
Pocu dempués síguense les sos actividaes como imaxe comercial de la sidra champán «El Hórreo», actuando a lo primero na feria muestres de Xixón de 1899: «Y entramos en la Plaza que está dando un alegrón al "espléndido" Dindurra (que no siempre ha de ser simpático é incansable), pues no hay dónde poner al ‹gaitero de Libardón›, que llega al circo con sus dos chicas (para él las quisiera), las cuales valen más que la sidra que expenden». El Noroeste (Xijón, 18 de agostu de 1899, páx. 2)
 Esta feria de muestres tien sonadía na prensa nacional, qu’amás, foi muncho más «suave» que los cronistes llocales col nuevu –n’aquel entoncies– y discutíu productu de la sidra champán: «Se han sacado infinidad de fotografías, con destino á multitud de periódicos, y yo me hice con una, quizá la mejor, para que los lectores de El Globo apreciaran en todo su mérito la instalación de los Hijos de Pablo Pérez, que ha de figurar honrosamente en la próxima Exposición Internacional de París. Para dar mayor realce y hacer más sugestiva esta instalación, dos graciosas y bellas colunguesas, Mercedes y Eugenia, ataviadas con el precioso traje del país, expenden copas de sidra bajo el "Hórreo"; y el célebre ‹gaitero de Libardón›, aldea perteneciente al concejo de Colunga, toca primorosamente la gaita asturiana, con la que se acompaña inspiradas coplas, que no son sino el anuncio del producto exquisito de esta provincia». El Globo (Madrid, 1 de setiembre de 1899, páx. 4)
 Al añu siguiente y col cambéu de centuria, la carrera de Ramón García da un saltu pergrande y tien ocasión d’actuar na Esposición Universal de París de 1900: «Dando frente al "Egipto" hay un modesto kiosco asturiano, que, siendo español, yo no quiero dejarlo atrás. Allí, entre una decoración de botellas figuradas, hay una gran provisión de botellas de verdadera sidra-champagne de Colunga (Asturias). Yo no sé si esta sidra será recomendable, y me abstengo de toda opinión; pero lo que no puedo negar es que las dos asturianas que lo venden son frescas y hermosas como los espléndidos valles cretenses, y que el gaitero que, sentado en los peldaños de una escalera lateral, luce su traje típico, su robustez asturiana y su destreza en el tañer, me arremolinó en la mente un manojo de recuerdos conmovedores que parecían perfumados con el rico aroma de las cuencas asturianas». La Ilustración española y americana (Madrid, 30 xunu de 1900, páx. 6) «Hay entre nuestros expositores para todos los gustos: como instalación curiosa lo es, en primer término, la de los “Hijos de Pablo Pérez”, de Colunga, que han llevado al “Trocadero” el mismo hórreo que, compuesto de más de diez mil botellas de sidra, expusieron en la última de Gijón. La especialidad de esta marca, que es indudablemente la primera de España, y el lujo de la instalación, la hacen punto de cita de muchos españoles y una de las atracciones de la gran feria». El Liberal (Madrid, 18 xunetu de 1900, páx. 2) Nesta Esposición Universal de París, «El Hórreo» algamó una de las poques medayes d’oru otorgaes pol xuráu de la so categoría ente otres sidres llegaes dende Asturies y País Vascu. Nun hai nengún memorándum de la esposición con datos alredor d’otros premios o medayes p’asturianos, incluyíos los que s’otorgaríen a los músicos ellí presentes, ente los que taba’l propiu Ramón García: «Espagne. —MM. Perez (les fils de Pablo), á Colunga; Veretera y Cangas, á Gigon, médailles d’or; Arias-Nachon et Cia, á Infiesto (province de Oviédo); Lacoiz-Quéta (Francisco), Navarté; Oteiza (Felipe), á Iriarte; Urgoiti (Ricardo de), á Rentéria, médailles de bronze; Garcia (Arguelles Braga), á La Felguéra, mention honorable». Rapports du Jury International. Groupe X, Aliments Deuxième partie. Cidres, Chapitre VI, páx. 547 La primer grabación d'un asturianu na historia de los rexistros sonoros protagonízala –precisamente– Ramón García en 1902, cuando la Sociedad Fonográfica Madrileña comercializa cilindros tipu Edison col tema Canteros de Covadonga (la Basílica taba acabante d’inaugurase nel 1901). Dende entós, róblense innumerables noticies onde s’afita que la figura de Ramón García tresciende los municipios asturianos, tanto como gaiteru oficial d’ún de los primeros concursos d’asturianada cellebraos nel Principáu: «(...) Y como ocurre siempre y ello es muy disculpable el auditorio se desbordó en entusiasmo al pisar el tablado las parejas de canto y baile asturiano y á su frente el popularísimo ‹gaitero de Libardón›, Ramón García. Los cantores de las sentidas "aldeanás" astures fueron "les moces, guapines toes", por cierto, Narcisa de La Abadía y Elvira Medina, que ganaron muy justificados aplausos; y el de Libardón huelga decir si fué ovacionado. Por cierto que ayer se "comprimió" bastante en cuanto á la "letra" de los cantares. Y así debe hacer siempre, porque si algo distingue á los bailes y cantares asturianos es la decencia y la honestidad. (...) Hoy se repite la fiesta y terminada ésta tendrá lugar la adjudicación de premios». El Popular (Xixón, 20 d’agostu de 1905, páx. 1) Asina como tamién alluendi les fronteres d’Asturies haza tol territoriu peninsular y ultramarín: «El famoso ‹gaitero de Libardón›, pulido y almibarado, aún puede ejercer funciones diplomáticas en el extranjero y América más eficaces que las de los mejor acreditados "profesionales" del protocolo. Su retrato ha corrido por todas las revistas ilustradas del mundo; su figura, no muy garbosa, habrá quitado el sueño quizá á alguna "miss" pudibunda y estrambótica. El de Libardón es un "vivo", que dirían en el Avapiés: el relato de su viaje y aventuras, sencillamente maravilloso. Por un concierto ¡de gaita, naturalmente! le dieron en Cuba ó Méjico "cuatro mil duros". Navascués, nuestro gran profesor de oboe (otra gaita un poco más artística) al oír esto, establece comparaciones para su "caña" lanzando melancólicos suspiros y entrecortadas frases de indignación. El ‹gaitero de Libardón› tiene su público, al que sabe manejar á su capricho, con malicias y artimañas de avezado artista: es como si dijéramos el Viñas de la gaita. Es infatigable en el ejercicio de su profesión, arreglada á la escena, teniendo cuerda para quince días en su apacible Caramillo y cuando canta recuerda "ligeramente" al veterano D. José Mesejo, en las jotas de "gañote". Tales son mis observaciones particularísimas sobre la figura más culminante de la "matinée" regional». El País (Madrid, 5 d’ochobre de 1908, páx. 3) Nesi mesmu añu, Ramón García entama delles xires por Hispanoamérica: «Luego de una "tournée" por Méjico y Cuba, donde conquistó frenéticos y calurosos aplausos, y sobre todo mucho dinero, dando conciertos de canto regional y tocando la gaita en los principales teatros, ha vuelto á su pueblo de Libardón, el ya famoso y popular gaitero conocido por dicho nombre. Como es de suponer, fue amable y espléndidamente obsequiado por nuestros compatriotas de la República cubana y del antiguo imperio de Moctezuma. Según hemos oído, halagado por el grande y franco éxito que alcanzó en dichas naciones, piensa muy en breve emprender un viaje hacia la América del Sur, visitando la Argentina y Chile donde cuenta con gran número de admiradores y amigos el simpático Ramón García». El Popular (XIxón, 12 de xineru de 1908, páx. 2) «Estando en el teatro de L’Habana pasó algo fuera de serie y el asuntu fue que salió-y una madreña disparada hacia una moza del públicu. Bueno pues allá se les compuso pa cantar una copluca improvisando y el teatro quería venise abajo de toles rises y los aplausos». Hai datos del so propiu grupu de bailladores asturianos: «Animadísimas, como siempre, han estado las de la Vega. En las regatas, á pesar de la tarde desapacible, infinidad de botes, y, claro está, infinidad de gente, habiendo quedado los premios entre la Vega y Abres. El ‹gaitero de Libardón› y las parejas de baile fueron los números que más poderosamente llamaron la atención en la verbena (...)». Castropol (Castropol, 20 d’agostu de 1908, páx. 6)
 Y tamién fai actuaciones con otros músicos como José Sánchez, conocíu como ‹El Tambor de la Abadía›: «La fiesta promete ser de lo más lucido y contribuirán á darla mayor realce el ‹tamboritero de la Abadía› y el ‹gaitero de Libardón›, al fin unidos, la nueva banda y algunos organillos. La gente joven puede prepararse á rendir culto á la diosa Terpsícore». El Noroeste (Xixón, 13 de xunetu de 1909, páx. 4)
 Con esta granible trayeutoria, nun ye d’extrañar que sea’l primer artista asturianu en roblar un contratu discográficu. Esti compromisu roblase’n Buenos Aires, pa onde va cola marca «Real Sidra Asturiana» (llagar de José Cima García, de Cualloto), cola mesma función que ficiera pa la sidre «El Hórreo» con anterioridá: «(...) el señor D. Ramón García y de otra parte "The Columbia Phonograph Co. General" de New York suscriben un contrato ante el escribano por el que el artista cede y transfiere la propiedad artística y/o literario y/o musical de todas las obras artísticas literarias o musicales que el señor Ramón García ha producido hasta la fecha y las que produzca de hoy en adelante hasta el 31 de diciembre de 1921». Documentu robláu énte notariu’l 27 de mayu de 1911 De fechu, Ramón García ‹El gaiteru Libardón› ye’l primer cantante n’amestar nes grabaciones elementos ayenos a los cantares. Los primeros exemplos tienen forma de publicidá de les firmes que-y paguen pa ello. Dempués, col pasar del tiempu va facer llargues dedicatories recitaes a la fin de cada grabación. Per exemplu: Tengo el gorgoberu enfermu / de soplar y más soplar, dame sidra d’El Gaiteru / pa poder continuar. Pa inflar el fuelle a la gaita / soplando pel cañaveru, hai que beber muncha sidra / de la marca d’El Gaiteru Sicasí, Ramón García nunca nun dexa d’ufrir actuaciones pela xeografía asturiana: «La verbena, que comenzará á las doce de la noche del 18, para terminar á las cinco de la mañana, reunirá los siguientes atractivos: Audiciones musicales á cargo de una banda militar, la municipal de Gijón y la particular de la Empresa de tranvías. Cinematógrafo público y "varietés". Concurso de bailes asturianos, amenizado por el célebre ‹gaitero de Libardón› y el no menos célebre ‹tambor de la Abadía›. Fuegos artificiales á cargo de un acreditado pirotécnico. Danza prima». El Noroeste (Xixón, 11 de xunetu de 1912, páx. 1) «Otra vez pasó aquí en Arroes, que ye onde nació y vivió de mozu, que apostó una caja sidra de les de antes (de 24 botelles) con otru vecín gaiteru [Cándido Pérez ‹Cañices›] a que podía tirase rodando por un práu abajo sin que la gaita dejara de sonar. ¡Y Libardón ganó la apuesta!. ¡Aquello yera la virxen!». Ramón García tien un granible catálogu discográficu, qu’entama colos primeros cilindros editaos pola Fonográfica Madrileña en 1902. Siete años dempués, el sellu Odeón pon en circulación comercial ventiún grabaciones (ente les qu’hai cuatro solos instrumentales de gaita), y nel 1912 la casa Columbia asoleya cuarenta rexistros que constitúin los sos caberos cantares grabaos. Ye vezu que Ramón García regrabe nel tiempu versiones estremaes de los mesmos temes (El Cantar de la Panoya, La del Herrero, etc.), o de qu’en primeres ediciones apaezan descartes de la propia discográfica (p.ex. hai una versión Odeón de «La Soberana» que foi descartada en postreres ediciones, y que sal como «Solo de gaita nº4» por un fallu d’impresión na primer tirada (nel Arxentina). Una rareza. El so facer discográficu acábase col acompañamientu instrumental que fai en 1930, en dellos discos editaos pola casa Parlophon, pa Joaquín Martínez ‹Xuacu de Sama›. L’heriede discográficu de Ramón García tien que valorase dientro del contestu históricu nel que se desendolca. Les sos interpretaciones son cantares populares y tradicionales, repartíos ente cantares montañeses (fastera de l’antigua Asturies de Santillana, asitiada anguaño na comunidá de Cantabria pelos valles perpendiculares al cantábricu dende’l Deva a la ensenada d’Astillero), asina como asturianaes y otres tipoloxíes. Tolos sos cantares tienen acompañamientu de gaita, qu’elli mesmu toca al empar que canta, con un rexistru de voz atenoráu, brillante y con un xeitu dialectal muy valoratible. La mayoría de los temes nun tresmiten una configuración estandarizada como patrones melódicos d’asturianada, nin tampocu tienen el necesariu seguimientu por sucesives xeneraciones de cantantes d’asturianada como pa constituyir patrones melódicos. Nesti sentíu, nosotros albidramos a Ramón García como un pioneru del xéneru y magar que les sos grabaciones sean un puntu de partida pa variantes subsiguientes d’asturianada tradicional –amén del so bultable ésitu comercial–, como Soy del Hoyo, Praviana, La Langreana, etc., l’estilu de les sos interpretaciones, xiros y melismes nun son homoxéneos ni tan estandarizaos. A la escontra, más bien paecen los d’un gran improvisador: un rapsoda que fai creaciones al traviés d’elementos de la canción popular de la so dómina qu’amiesta con estraordinaria imaxinación p’algamar importante sonadía ente las capes populares y les más altes esferes (davezu s’integraría dientro del círculu personal del rei Alfonso XIII). Dixitalización asoleyada en 2024 dientro del llibru Nel Cantu la Memoria de Héctor Braga Corral, premiu d’ensayu «Máximo Fuertes Acevedo» en llingua asturiana. 1912 / AMT 2024
  • Danza prima asturiana
    HB9_71.mp3
    Columbia - Nueva York
    Música Tradicional
    Archivu de la Música Tradicional
    Patrimonio Cultural Inmaterial
    Cantares
    Asturianada
    Gaita
    Discos de gramófonu
    El Gaiteru Libardón
    Danza prima asturiana [El que quiera llevar palos que salga a la carretera] (asturianada con gaita asturiana) [grabación sonora] / interpretación, Ramón García Tuero, ‹El Gaiteru Libardón› (Arroes, 1864 - Colunga, 1932); recopilación y dixitalización, Héctor Braga Corral. – Héctor Braga Corral (ed.), 1912. Grabación orixinal en discu comercial de pizarra de 78 revoluciones per minutu, marca Odeón, referencia C 2168 y matriz S 17 con primer fecha de circulación comercial en 1912. Esti históricu artista, natural del pueblu maliayu d’Arroes, ye’l primer profesional de la música asturiana en vivir namás del so arte. Gaiteru y cantante de formación autodidacta, la so amistá col cura párrocu de Lliberdón (parroquia onde casó y pa la que se tresllada a vivir), da-y ocasión pa deprender a lleer música y tocar instrumentos como l’harmoniu. Ye curiosa la hestoria alredor de la primer gaita qu’algamó a tocar, por soscripción popular: «De chavalín, la madera pa face-y una gaita fueron a guetala dellos vecinos d’Arroes a una finca privada de los Valaterra, en Xixón, que tenía unes mates d’un boxe buenísimu. Pero había un par de mastines guardando la finca que metíen miéu. Bono, pues tornaron otra nueche con una perra en celu. Amarráronla na portiella d’entrada y fueron per detrás a cortar el boxe mientres los mastines taben alrodiu la perra. D’ehí salió la madera pa la primer gaita que tuvo Libardón». El casu ye que Ramón García entama la so carrera nel ámbitu llocal, y pa finales del sieglu XIX yá s’espeya la so popularidá na comarca y redolada, mesmo en semeyes (Baltasar Cue) como na prensa de la dómina: «Según carta que recibimos de Colunga (Asturias), las ferias y fiestas celebradas el miércoles, jueves y viernes han estado sumamente concurridas, desluciéndolas un poco la pertinaz lluvia del miércoles y jueves. Concurrieron al "Campo de Loreto", sitio en el cual se han celebrado las ferias y fiestas, considerable número de comerciantes, sobresaliendo los que se dedican al ganado vacuno y lanar. En la carta —que no publicamos íntegra por carecer del espacio necesario— se tributan grandes elogios al laureado ‹gaitero de Libardón›, y á la banda municipal colunguesa, creada por el digno y celosísimo alcalde de Colunga, D. Prudencio Pérez Velasco (...)». La Unión Católica (Madrid, 25 de mayu de 1898, páx. 3) 
Pocu dempués síguense les sos actividaes como imaxe comercial de la sidra champán «El Hórreo», actuando a lo primero na feria muestres de Xixón de 1899: «Y entramos en la Plaza que está dando un alegrón al "espléndido" Dindurra (que no siempre ha de ser simpático é incansable), pues no hay dónde poner al ‹gaitero de Libardón›, que llega al circo con sus dos chicas (para él las quisiera), las cuales valen más que la sidra que expenden». El Noroeste (Xijón, 18 de agostu de 1899, páx. 2)
 Esta feria de muestres tien sonadía na prensa nacional, qu’amás, foi muncho más «suave» que los cronistes llocales col nuevu –n’aquel entoncies– y discutíu productu de la sidra champán: «Se han sacado infinidad de fotografías, con destino á multitud de periódicos, y yo me hice con una, quizá la mejor, para que los lectores de El Globo apreciaran en todo su mérito la instalación de los Hijos de Pablo Pérez, que ha de figurar honrosamente en la próxima Exposición Internacional de París. Para dar mayor realce y hacer más sugestiva esta instalación, dos graciosas y bellas colunguesas, Mercedes y Eugenia, ataviadas con el precioso traje del país, expenden copas de sidra bajo el "Hórreo"; y el célebre ‹gaitero de Libardón›, aldea perteneciente al concejo de Colunga, toca primorosamente la gaita asturiana, con la que se acompaña inspiradas coplas, que no son sino el anuncio del producto exquisito de esta provincia». El Globo (Madrid, 1 de setiembre de 1899, páx. 4)
 Al añu siguiente y col cambéu de centuria, la carrera de Ramón García da un saltu pergrande y tien ocasión d’actuar na Esposición Universal de París de 1900: «Dando frente al "Egipto" hay un modesto kiosco asturiano, que, siendo español, yo no quiero dejarlo atrás. Allí, entre una decoración de botellas figuradas, hay una gran provisión de botellas de verdadera sidra-champagne de Colunga (Asturias). Yo no sé si esta sidra será recomendable, y me abstengo de toda opinión; pero lo que no puedo negar es que las dos asturianas que lo venden son frescas y hermosas como los espléndidos valles cretenses, y que el gaitero que, sentado en los peldaños de una escalera lateral, luce su traje típico, su robustez asturiana y su destreza en el tañer, me arremolinó en la mente un manojo de recuerdos conmovedores que parecían perfumados con el rico aroma de las cuencas asturianas». La Ilustración española y americana (Madrid, 30 xunu de 1900, páx. 6) «Hay entre nuestros expositores para todos los gustos: como instalación curiosa lo es, en primer término, la de los “Hijos de Pablo Pérez”, de Colunga, que han llevado al “Trocadero” el mismo hórreo que, compuesto de más de diez mil botellas de sidra, expusieron en la última de Gijón. La especialidad de esta marca, que es indudablemente la primera de España, y el lujo de la instalación, la hacen punto de cita de muchos españoles y una de las atracciones de la gran feria». El Liberal (Madrid, 18 xunetu de 1900, páx. 2) Nesta Esposición Universal de París, «El Hórreo» algamó una de las poques medayes d’oru otorgaes pol xuráu de la so categoría ente otres sidres llegaes dende Asturies y País Vascu. Nun hai nengún memorándum de la esposición con datos alredor d’otros premios o medayes p’asturianos, incluyíos los que s’otorgaríen a los músicos ellí presentes, ente los que taba’l propiu Ramón García: «Espagne. —MM. Perez (les fils de Pablo), á Colunga; Veretera y Cangas, á Gigon, médailles d’or; Arias-Nachon et Cia, á Infiesto (province de Oviédo); Lacoiz-Quéta (Francisco), Navarté; Oteiza (Felipe), á Iriarte; Urgoiti (Ricardo de), á Rentéria, médailles de bronze; Garcia (Arguelles Braga), á La Felguéra, mention honorable». Rapports du Jury International. Groupe X, Aliments Deuxième partie. Cidres, Chapitre VI, páx. 547 La primer grabación d'un asturianu na historia de los rexistros sonoros protagonízala –precisamente– Ramón García en 1902, cuando la Sociedad Fonográfica Madrileña comercializa cilindros tipu Edison col tema Canteros de Covadonga (la Basílica taba acabante d’inaugurase nel 1901). Dende entós, róblense innumerables noticies onde s’afita que la figura de Ramón García tresciende los municipios asturianos, tanto como gaiteru oficial d’ún de los primeros concursos d’asturianada cellebraos nel Principáu: «(...) Y como ocurre siempre y ello es muy disculpable el auditorio se desbordó en entusiasmo al pisar el tablado las parejas de canto y baile asturiano y á su frente el popularísimo ‹gaitero de Libardón›, Ramón García. Los cantores de las sentidas "aldeanás" astures fueron "les moces, guapines toes", por cierto, Narcisa de La Abadía y Elvira Medina, que ganaron muy justificados aplausos; y el de Libardón huelga decir si fué ovacionado. Por cierto que ayer se "comprimió" bastante en cuanto á la "letra" de los cantares. Y así debe hacer siempre, porque si algo distingue á los bailes y cantares asturianos es la decencia y la honestidad. (...) Hoy se repite la fiesta y terminada ésta tendrá lugar la adjudicación de premios». El Popular (Xixón, 20 d’agostu de 1905, páx. 1) Asina como tamién alluendi les fronteres d’Asturies haza tol territoriu peninsular y ultramarín: «El famoso ‹gaitero de Libardón›, pulido y almibarado, aún puede ejercer funciones diplomáticas en el extranjero y América más eficaces que las de los mejor acreditados "profesionales" del protocolo. Su retrato ha corrido por todas las revistas ilustradas del mundo; su figura, no muy garbosa, habrá quitado el sueño quizá á alguna "miss" pudibunda y estrambótica. El de Libardón es un "vivo", que dirían en el Avapiés: el relato de su viaje y aventuras, sencillamente maravilloso. Por un concierto ¡de gaita, naturalmente! le dieron en Cuba ó Méjico "cuatro mil duros". Navascués, nuestro gran profesor de oboe (otra gaita un poco más artística) al oír esto, establece comparaciones para su "caña" lanzando melancólicos suspiros y entrecortadas frases de indignación. El ‹gaitero de Libardón› tiene su público, al que sabe manejar á su capricho, con malicias y artimañas de avezado artista: es como si dijéramos el Viñas de la gaita. Es infatigable en el ejercicio de su profesión, arreglada á la escena, teniendo cuerda para quince días en su apacible Caramillo y cuando canta recuerda "ligeramente" al veterano D. José Mesejo, en las jotas de "gañote". Tales son mis observaciones particularísimas sobre la figura más culminante de la "matinée" regional». El País (Madrid, 5 d’ochobre de 1908, páx. 3) Nesi mesmu añu, Ramón García entama delles xires por Hispanoamérica: «Luego de una "tournée" por Méjico y Cuba, donde conquistó frenéticos y calurosos aplausos, y sobre todo mucho dinero, dando conciertos de canto regional y tocando la gaita en los principales teatros, ha vuelto á su pueblo de Libardón, el ya famoso y popular gaitero conocido por dicho nombre. Como es de suponer, fue amable y espléndidamente obsequiado por nuestros compatriotas de la República cubana y del antiguo imperio de Moctezuma. Según hemos oído, halagado por el grande y franco éxito que alcanzó en dichas naciones, piensa muy en breve emprender un viaje hacia la América del Sur, visitando la Argentina y Chile donde cuenta con gran número de admiradores y amigos el simpático Ramón García». El Popular (XIxón, 12 de xineru de 1908, páx. 2) «Estando en el teatro de L’Habana pasó algo fuera de serie y el asuntu fue que salió-y una madreña disparada hacia una moza del públicu. Bueno pues allá se les compuso pa cantar una copluca improvisando y el teatro quería venise abajo de toles rises y los aplausos». Hai datos del so propiu grupu de bailladores asturianos: «Animadísimas, como siempre, han estado las de la Vega. En las regatas, á pesar de la tarde desapacible, infinidad de botes, y, claro está, infinidad de gente, habiendo quedado los premios entre la Vega y Abres. El ‹gaitero de Libardón› y las parejas de baile fueron los números que más poderosamente llamaron la atención en la verbena (...)». Castropol (Castropol, 20 d’agostu de 1908, páx. 6)
 Y tamién fai actuaciones con otros músicos como José Sánchez, conocíu como ‹El Tambor de la Abadía›: «La fiesta promete ser de lo más lucido y contribuirán á darla mayor realce el ‹tamboritero de la Abadía› y el ‹gaitero de Libardón›, al fin unidos, la nueva banda y algunos organillos. La gente joven puede prepararse á rendir culto á la diosa Terpsícore». El Noroeste (Xixón, 13 de xunetu de 1909, páx. 4)
 Con esta granible trayeutoria, nun ye d’extrañar que sea’l primer artista asturianu en roblar un contratu discográficu. Esti compromisu roblase’n Buenos Aires, pa onde va cola marca «Real Sidra Asturiana» (llagar de José Cima García, de Cualloto), cola mesma función que ficiera pa la sidre «El Hórreo» con anterioridá: «(...) el señor D. Ramón García y de otra parte "The Columbia Phonograph Co. General" de New York suscriben un contrato ante el escribano por el que el artista cede y transfiere la propiedad artística y/o literario y/o musical de todas las obras artísticas literarias o musicales que el señor Ramón García ha producido hasta la fecha y las que produzca de hoy en adelante hasta el 31 de diciembre de 1921». Documentu robláu énte notariu’l 27 de mayu de 1911 De fechu, Ramón García ‹El gaiteru Libardón› ye’l primer cantante n’amestar nes grabaciones elementos ayenos a los cantares. Los primeros exemplos tienen forma de publicidá de les firmes que-y paguen pa ello. Dempués, col pasar del tiempu va facer llargues dedicatories recitaes a la fin de cada grabación. Per exemplu: Tengo el gorgoberu enfermu / de soplar y más soplar, dame sidra d’El Gaiteru / pa poder continuar. Pa inflar el fuelle a la gaita / soplando pel cañaveru, hai que beber muncha sidra / de la marca d’El Gaiteru Sicasí, Ramón García nunca nun dexa d’ufrir actuaciones pela xeografía asturiana: «La verbena, que comenzará á las doce de la noche del 18, para terminar á las cinco de la mañana, reunirá los siguientes atractivos: Audiciones musicales á cargo de una banda militar, la municipal de Gijón y la particular de la Empresa de tranvías. Cinematógrafo público y "varietés". Concurso de bailes asturianos, amenizado por el célebre ‹gaitero de Libardón› y el no menos célebre ‹tambor de la Abadía›. Fuegos artificiales á cargo de un acreditado pirotécnico. Danza prima». El Noroeste (Xixón, 11 de xunetu de 1912, páx. 1) «Otra vez pasó aquí en Arroes, que ye onde nació y vivió de mozu, que apostó una caja sidra de les de antes (de 24 botelles) con otru vecín gaiteru [Cándido Pérez ‹Cañices›] a que podía tirase rodando por un práu abajo sin que la gaita dejara de sonar. ¡Y Libardón ganó la apuesta!. ¡Aquello yera la virxen!». Ramón García tien un granible catálogu discográficu, qu’entama colos primeros cilindros editaos pola Fonográfica Madrileña en 1902. Siete años dempués, el sellu Odeón pon en circulación comercial ventiún grabaciones (ente les qu’hai cuatro solos instrumentales de gaita), y nel 1912 la casa Columbia asoleya cuarenta rexistros que constitúin los sos caberos cantares grabaos. Ye vezu que Ramón García regrabe nel tiempu versiones estremaes de los mesmos temes (El Cantar de la Panoya, La del Herrero, etc.), o de qu’en primeres ediciones apaezan descartes de la propia discográfica (p.ex. hai una versión Odeón de «La Soberana» que foi descartada en postreres ediciones, y que sal como «Solo de gaita nº4» por un fallu d’impresión na primer tirada (nel Arxentina). Una rareza. El so facer discográficu acábase col acompañamientu instrumental que fai en 1930, en dellos discos editaos pola casa Parlophon, pa Joaquín Martínez ‹Xuacu de Sama›. L’heriede discográficu de Ramón García tien que valorase dientro del contestu históricu nel que se desendolca. Les sos interpretaciones son cantares populares y tradicionales, repartíos ente cantares montañeses (fastera de l’antigua Asturies de Santillana, asitiada anguaño na comunidá de Cantabria pelos valles perpendiculares al cantábricu dende’l Deva a la ensenada d’Astillero), asina como asturianaes y otres tipoloxíes. Tolos sos cantares tienen acompañamientu de gaita, qu’elli mesmu toca al empar que canta, con un rexistru de voz atenoráu, brillante y con un xeitu dialectal muy valoratible. La mayoría de los temes nun tresmiten una configuración estandarizada como patrones melódicos d’asturianada, nin tampocu tienen el necesariu seguimientu por sucesives xeneraciones de cantantes d’asturianada como pa constituyir patrones melódicos. Nesti sentíu, nosotros albidramos a Ramón García como un pioneru del xéneru y magar que les sos grabaciones sean un puntu de partida pa variantes subsiguientes d’asturianada tradicional –amén del so bultable ésitu comercial–, como Soy del Hoyo, Praviana, La Langreana, etc., l’estilu de les sos interpretaciones, xiros y melismes nun son homoxéneos ni tan estandarizaos. A la escontra, más bien paecen los d’un gran improvisador: un rapsoda que fai creaciones al traviés d’elementos de la canción popular de la so dómina qu’amiesta con estraordinaria imaxinación p’algamar importante sonadía ente las capes populares y les más altes esferes (davezu s’integraría dientro del círculu personal del rei Alfonso XIII). Dixitalización asoleyada en 2024 dientro del llibru Nel Cantu la Memoria de Héctor Braga Corral, premiu d’ensayu «Máximo Fuertes Acevedo» en llingua asturiana. 1912 / AMT 2024
  • Aldeana asturiana
    HB9_70.mp3
    Columbia - Nueva York
    Música Tradicional
    Archivu de la Música Tradicional
    Patrimonio Cultural Inmaterial
    Cantares
    Asturianada
    Gaita
    Discos de gramófonu
    El Gaiteru Libardón
    Aldeana asturiana [Soy de Pravia] (asturianada con gaita asturiana) [grabación sonora] / interpretación, Ramón García Tuero, ‹El Gaiteru Libardón› (Arroes, 1864 - Colunga, 1932); recopilación y dixitalización, Héctor Braga Corral. – Héctor Braga Corral (ed.), 1912. Grabación orixinal en discu comercial de pizarra de 78 revoluciones per minutu, marca Odeón, referencia C 2160 y matriz S 2 con primer fecha de circulación comercial en 1912. Esti históricu artista, natural del pueblu maliayu d’Arroes, ye’l primer profesional de la música asturiana en vivir namás del so arte. Gaiteru y cantante de formación autodidacta, la so amistá col cura párrocu de Lliberdón (parroquia onde casó y pa la que se tresllada a vivir), da-y ocasión pa deprender a lleer música y tocar instrumentos como l’harmoniu. Ye curiosa la hestoria alredor de la primer gaita qu’algamó a tocar, por soscripción popular: «De chavalín, la madera pa face-y una gaita fueron a guetala dellos vecinos d’Arroes a una finca privada de los Valaterra, en Xixón, que tenía unes mates d’un boxe buenísimu. Pero había un par de mastines guardando la finca que metíen miéu. Bono, pues tornaron otra nueche con una perra en celu. Amarráronla na portiella d’entrada y fueron per detrás a cortar el boxe mientres los mastines taben alrodiu la perra. D’ehí salió la madera pa la primer gaita que tuvo Libardón». El casu ye que Ramón García entama la so carrera nel ámbitu llocal, y pa finales del sieglu XIX yá s’espeya la so popularidá na comarca y redolada, mesmo en semeyes (Baltasar Cue) como na prensa de la dómina: «Según carta que recibimos de Colunga (Asturias), las ferias y fiestas celebradas el miércoles, jueves y viernes han estado sumamente concurridas, desluciéndolas un poco la pertinaz lluvia del miércoles y jueves. Concurrieron al "Campo de Loreto", sitio en el cual se han celebrado las ferias y fiestas, considerable número de comerciantes, sobresaliendo los que se dedican al ganado vacuno y lanar. En la carta —que no publicamos íntegra por carecer del espacio necesario— se tributan grandes elogios al laureado ‹gaitero de Libardón›, y á la banda municipal colunguesa, creada por el digno y celosísimo alcalde de Colunga, D. Prudencio Pérez Velasco (...)». La Unión Católica (Madrid, 25 de mayu de 1898, páx. 3) 
Pocu dempués síguense les sos actividaes como imaxe comercial de la sidra champán «El Hórreo», actuando a lo primero na feria muestres de Xixón de 1899: «Y entramos en la Plaza que está dando un alegrón al "espléndido" Dindurra (que no siempre ha de ser simpático é incansable), pues no hay dónde poner al ‹gaitero de Libardón›, que llega al circo con sus dos chicas (para él las quisiera), las cuales valen más que la sidra que expenden». El Noroeste (Xijón, 18 de agostu de 1899, páx. 2)
 Esta feria de muestres tien sonadía na prensa nacional, qu’amás, foi muncho más «suave» que los cronistes llocales col nuevu –n’aquel entoncies– y discutíu productu de la sidra champán: «Se han sacado infinidad de fotografías, con destino á multitud de periódicos, y yo me hice con una, quizá la mejor, para que los lectores de El Globo apreciaran en todo su mérito la instalación de los Hijos de Pablo Pérez, que ha de figurar honrosamente en la próxima Exposición Internacional de París. Para dar mayor realce y hacer más sugestiva esta instalación, dos graciosas y bellas colunguesas, Mercedes y Eugenia, ataviadas con el precioso traje del país, expenden copas de sidra bajo el "Hórreo"; y el célebre ‹gaitero de Libardón›, aldea perteneciente al concejo de Colunga, toca primorosamente la gaita asturiana, con la que se acompaña inspiradas coplas, que no son sino el anuncio del producto exquisito de esta provincia». El Globo (Madrid, 1 de setiembre de 1899, páx. 4)
 Al añu siguiente y col cambéu de centuria, la carrera de Ramón García da un saltu pergrande y tien ocasión d’actuar na Esposición Universal de París de 1900: «Dando frente al "Egipto" hay un modesto kiosco asturiano, que, siendo español, yo no quiero dejarlo atrás. Allí, entre una decoración de botellas figuradas, hay una gran provisión de botellas de verdadera sidra-champagne de Colunga (Asturias). Yo no sé si esta sidra será recomendable, y me abstengo de toda opinión; pero lo que no puedo negar es que las dos asturianas que lo venden son frescas y hermosas como los espléndidos valles cretenses, y que el gaitero que, sentado en los peldaños de una escalera lateral, luce su traje típico, su robustez asturiana y su destreza en el tañer, me arremolinó en la mente un manojo de recuerdos conmovedores que parecían perfumados con el rico aroma de las cuencas asturianas». La Ilustración española y americana (Madrid, 30 xunu de 1900, páx. 6) «Hay entre nuestros expositores para todos los gustos: como instalación curiosa lo es, en primer término, la de los “Hijos de Pablo Pérez”, de Colunga, que han llevado al “Trocadero” el mismo hórreo que, compuesto de más de diez mil botellas de sidra, expusieron en la última de Gijón. La especialidad de esta marca, que es indudablemente la primera de España, y el lujo de la instalación, la hacen punto de cita de muchos españoles y una de las atracciones de la gran feria». El Liberal (Madrid, 18 xunetu de 1900, páx. 2) Nesta Esposición Universal de París, «El Hórreo» algamó una de las poques medayes d’oru otorgaes pol xuráu de la so categoría ente otres sidres llegaes dende Asturies y País Vascu. Nun hai nengún memorándum de la esposición con datos alredor d’otros premios o medayes p’asturianos, incluyíos los que s’otorgaríen a los músicos ellí presentes, ente los que taba’l propiu Ramón García: «Espagne. —MM. Perez (les fils de Pablo), á Colunga; Veretera y Cangas, á Gigon, médailles d’or; Arias-Nachon et Cia, á Infiesto (province de Oviédo); Lacoiz-Quéta (Francisco), Navarté; Oteiza (Felipe), á Iriarte; Urgoiti (Ricardo de), á Rentéria, médailles de bronze; Garcia (Arguelles Braga), á La Felguéra, mention honorable». Rapports du Jury International. Groupe X, Aliments Deuxième partie. Cidres, Chapitre VI, páx. 547 La primer grabación d'un asturianu na historia de los rexistros sonoros protagonízala –precisamente– Ramón García en 1902, cuando la Sociedad Fonográfica Madrileña comercializa cilindros tipu Edison col tema Canteros de Covadonga (la Basílica taba acabante d’inaugurase nel 1901). Dende entós, róblense innumerables noticies onde s’afita que la figura de Ramón García tresciende los municipios asturianos, tanto como gaiteru oficial d’ún de los primeros concursos d’asturianada cellebraos nel Principáu: «(...) Y como ocurre siempre y ello es muy disculpable el auditorio se desbordó en entusiasmo al pisar el tablado las parejas de canto y baile asturiano y á su frente el popularísimo ‹gaitero de Libardón›, Ramón García. Los cantores de las sentidas "aldeanás" astures fueron "les moces, guapines toes", por cierto, Narcisa de La Abadía y Elvira Medina, que ganaron muy justificados aplausos; y el de Libardón huelga decir si fué ovacionado. Por cierto que ayer se "comprimió" bastante en cuanto á la "letra" de los cantares. Y así debe hacer siempre, porque si algo distingue á los bailes y cantares asturianos es la decencia y la honestidad. (...) Hoy se repite la fiesta y terminada ésta tendrá lugar la adjudicación de premios». El Popular (Xixón, 20 d’agostu de 1905, páx. 1) Asina como tamién alluendi les fronteres d’Asturies haza tol territoriu peninsular y ultramarín: «El famoso ‹gaitero de Libardón›, pulido y almibarado, aún puede ejercer funciones diplomáticas en el extranjero y América más eficaces que las de los mejor acreditados "profesionales" del protocolo. Su retrato ha corrido por todas las revistas ilustradas del mundo; su figura, no muy garbosa, habrá quitado el sueño quizá á alguna "miss" pudibunda y estrambótica. El de Libardón es un "vivo", que dirían en el Avapiés: el relato de su viaje y aventuras, sencillamente maravilloso. Por un concierto ¡de gaita, naturalmente! le dieron en Cuba ó Méjico "cuatro mil duros". Navascués, nuestro gran profesor de oboe (otra gaita un poco más artística) al oír esto, establece comparaciones para su "caña" lanzando melancólicos suspiros y entrecortadas frases de indignación. El ‹gaitero de Libardón› tiene su público, al que sabe manejar á su capricho, con malicias y artimañas de avezado artista: es como si dijéramos el Viñas de la gaita. Es infatigable en el ejercicio de su profesión, arreglada á la escena, teniendo cuerda para quince días en su apacible Caramillo y cuando canta recuerda "ligeramente" al veterano D. José Mesejo, en las jotas de "gañote". Tales son mis observaciones particularísimas sobre la figura más culminante de la "matinée" regional». El País (Madrid, 5 d’ochobre de 1908, páx. 3) Nesi mesmu añu, Ramón García entama delles xires por Hispanoamérica: «Luego de una "tournée" por Méjico y Cuba, donde conquistó frenéticos y calurosos aplausos, y sobre todo mucho dinero, dando conciertos de canto regional y tocando la gaita en los principales teatros, ha vuelto á su pueblo de Libardón, el ya famoso y popular gaitero conocido por dicho nombre. Como es de suponer, fue amable y espléndidamente obsequiado por nuestros compatriotas de la República cubana y del antiguo imperio de Moctezuma. Según hemos oído, halagado por el grande y franco éxito que alcanzó en dichas naciones, piensa muy en breve emprender un viaje hacia la América del Sur, visitando la Argentina y Chile donde cuenta con gran número de admiradores y amigos el simpático Ramón García». El Popular (XIxón, 12 de xineru de 1908, páx. 2) «Estando en el teatro de L’Habana pasó algo fuera de serie y el asuntu fue que salió-y una madreña disparada hacia una moza del públicu. Bueno pues allá se les compuso pa cantar una copluca improvisando y el teatro quería venise abajo de toles rises y los aplausos». Hai datos del so propiu grupu de bailladores asturianos: «Animadísimas, como siempre, han estado las de la Vega. En las regatas, á pesar de la tarde desapacible, infinidad de botes, y, claro está, infinidad de gente, habiendo quedado los premios entre la Vega y Abres. El ‹gaitero de Libardón› y las parejas de baile fueron los números que más poderosamente llamaron la atención en la verbena (...)». Castropol (Castropol, 20 d’agostu de 1908, páx. 6)
 Y tamién fai actuaciones con otros músicos como José Sánchez, conocíu como ‹El Tambor de la Abadía›: «La fiesta promete ser de lo más lucido y contribuirán á darla mayor realce el ‹tamboritero de la Abadía› y el ‹gaitero de Libardón›, al fin unidos, la nueva banda y algunos organillos. La gente joven puede prepararse á rendir culto á la diosa Terpsícore». El Noroeste (Xixón, 13 de xunetu de 1909, páx. 4)
 Con esta granible trayeutoria, nun ye d’extrañar que sea’l primer artista asturianu en roblar un contratu discográficu. Esti compromisu roblase’n Buenos Aires, pa onde va cola marca «Real Sidra Asturiana» (llagar de José Cima García, de Cualloto), cola mesma función que ficiera pa la sidre «El Hórreo» con anterioridá: «(...) el señor D. Ramón García y de otra parte "The Columbia Phonograph Co. General" de New York suscriben un contrato ante el escribano por el que el artista cede y transfiere la propiedad artística y/o literario y/o musical de todas las obras artísticas literarias o musicales que el señor Ramón García ha producido hasta la fecha y las que produzca de hoy en adelante hasta el 31 de diciembre de 1921». Documentu robláu énte notariu’l 27 de mayu de 1911 De fechu, Ramón García ‹El gaiteru Libardón› ye’l primer cantante n’amestar nes grabaciones elementos ayenos a los cantares. Los primeros exemplos tienen forma de publicidá de les firmes que-y paguen pa ello. Dempués, col pasar del tiempu va facer llargues dedicatories recitaes a la fin de cada grabación. Per exemplu: Tengo el gorgoberu enfermu / de soplar y más soplar, dame sidra d’El Gaiteru / pa poder continuar. Pa inflar el fuelle a la gaita / soplando pel cañaveru, hai que beber muncha sidra / de la marca d’El Gaiteru Sicasí, Ramón García nunca nun dexa d’ufrir actuaciones pela xeografía asturiana: «La verbena, que comenzará á las doce de la noche del 18, para terminar á las cinco de la mañana, reunirá los siguientes atractivos: Audiciones musicales á cargo de una banda militar, la municipal de Gijón y la particular de la Empresa de tranvías. Cinematógrafo público y "varietés". Concurso de bailes asturianos, amenizado por el célebre ‹gaitero de Libardón› y el no menos célebre ‹tambor de la Abadía›. Fuegos artificiales á cargo de un acreditado pirotécnico. Danza prima». El Noroeste (Xixón, 11 de xunetu de 1912, páx. 1) «Otra vez pasó aquí en Arroes, que ye onde nació y vivió de mozu, que apostó una caja sidra de les de antes (de 24 botelles) con otru vecín gaiteru [Cándido Pérez ‹Cañices›] a que podía tirase rodando por un práu abajo sin que la gaita dejara de sonar. ¡Y Libardón ganó la apuesta!. ¡Aquello yera la virxen!». Ramón García tien un granible catálogu discográficu, qu’entama colos primeros cilindros editaos pola Fonográfica Madrileña en 1902. Siete años dempués, el sellu Odeón pon en circulación comercial ventiún grabaciones (ente les qu’hai cuatro solos instrumentales de gaita), y nel 1912 la casa Columbia asoleya cuarenta rexistros que constitúin los sos caberos cantares grabaos. Ye vezu que Ramón García regrabe nel tiempu versiones estremaes de los mesmos temes (El Cantar de la Panoya, La del Herrero, etc.), o de qu’en primeres ediciones apaezan descartes de la propia discográfica (p.ex. hai una versión Odeón de «La Soberana» que foi descartada en postreres ediciones, y que sal como «Solo de gaita nº4» por un fallu d’impresión na primer tirada (nel Arxentina). Una rareza. El so facer discográficu acábase col acompañamientu instrumental que fai en 1930, en dellos discos editaos pola casa Parlophon, pa Joaquín Martínez ‹Xuacu de Sama›. L’heriede discográficu de Ramón García tien que valorase dientro del contestu históricu nel que se desendolca. Les sos interpretaciones son cantares populares y tradicionales, repartíos ente cantares montañeses (fastera de l’antigua Asturies de Santillana, asitiada anguaño na comunidá de Cantabria pelos valles perpendiculares al cantábricu dende’l Deva a la ensenada d’Astillero), asina como asturianaes y otres tipoloxíes. Tolos sos cantares tienen acompañamientu de gaita, qu’elli mesmu toca al empar que canta, con un rexistru de voz atenoráu, brillante y con un xeitu dialectal muy valoratible. La mayoría de los temes nun tresmiten una configuración estandarizada como patrones melódicos d’asturianada, nin tampocu tienen el necesariu seguimientu por sucesives xeneraciones de cantantes d’asturianada como pa constituyir patrones melódicos. Nesti sentíu, nosotros albidramos a Ramón García como un pioneru del xéneru y magar que les sos grabaciones sean un puntu de partida pa variantes subsiguientes d’asturianada tradicional –amén del so bultable ésitu comercial–, como Soy del Hoyo, Praviana, La Langreana, etc., l’estilu de les sos interpretaciones, xiros y melismes nun son homoxéneos ni tan estandarizaos. A la escontra, más bien paecen los d’un gran improvisador: un rapsoda que fai creaciones al traviés d’elementos de la canción popular de la so dómina qu’amiesta con estraordinaria imaxinación p’algamar importante sonadía ente las capes populares y les más altes esferes (davezu s’integraría dientro del círculu personal del rei Alfonso XIII). Dixitalización asoleyada en 2024 dientro del llibru Nel Cantu la Memoria de Héctor Braga Corral, premiu d’ensayu «Máximo Fuertes Acevedo» en llingua asturiana. 1912 / AMT 2024
  • Praviana nueva
    HB9_69.mp3
    Columbia - Nueva York
    Música Tradicional
    Archivu de la Música Tradicional
    Patrimonio Cultural Inmaterial
    Cantares
    Asturianada
    Gaita
    Discos de gramófonu
    El Gaiteru Libardón
    Praviana nueva [Lo mejor del mundo Europa] (asturianada con gaita asturiana) [grabación sonora] / interpretación, Ramón García Tuero, ‹El Gaiteru Libardón› (Arroes, 1864 - Colunga, 1932); recopilación y dixitalización, Héctor Braga Corral. – Héctor Braga Corral (ed.), 1912. Grabación orixinal en discu comercial de pizarra de 78 revoluciones per minutu, marca Odeón, referencia C 2160 y matriz S 1 con primer fecha de circulación comercial en 1912. Esti históricu artista, natural del pueblu maliayu d’Arroes, ye’l primer profesional de la música asturiana en vivir namás del so arte. Gaiteru y cantante de formación autodidacta, la so amistá col cura párrocu de Lliberdón (parroquia onde casó y pa la que se tresllada a vivir), da-y ocasión pa deprender a lleer música y tocar instrumentos como l’harmoniu. Ye curiosa la hestoria alredor de la primer gaita qu’algamó a tocar, por soscripción popular: «De chavalín, la madera pa face-y una gaita fueron a guetala dellos vecinos d’Arroes a una finca privada de los Valaterra, en Xixón, que tenía unes mates d’un boxe buenísimu. Pero había un par de mastines guardando la finca que metíen miéu. Bono, pues tornaron otra nueche con una perra en celu. Amarráronla na portiella d’entrada y fueron per detrás a cortar el boxe mientres los mastines taben alrodiu la perra. D’ehí salió la madera pa la primer gaita que tuvo Libardón». El casu ye que Ramón García entama la so carrera nel ámbitu llocal, y pa finales del sieglu XIX yá s’espeya la so popularidá na comarca y redolada, mesmo en semeyes (Baltasar Cue) como na prensa de la dómina: «Según carta que recibimos de Colunga (Asturias), las ferias y fiestas celebradas el miércoles, jueves y viernes han estado sumamente concurridas, desluciéndolas un poco la pertinaz lluvia del miércoles y jueves. Concurrieron al "Campo de Loreto", sitio en el cual se han celebrado las ferias y fiestas, considerable número de comerciantes, sobresaliendo los que se dedican al ganado vacuno y lanar. En la carta —que no publicamos íntegra por carecer del espacio necesario— se tributan grandes elogios al laureado ‹gaitero de Libardón›, y á la banda municipal colunguesa, creada por el digno y celosísimo alcalde de Colunga, D. Prudencio Pérez Velasco (...)». La Unión Católica (Madrid, 25 de mayu de 1898, páx. 3) 
Pocu dempués síguense les sos actividaes como imaxe comercial de la sidra champán «El Hórreo», actuando a lo primero na feria muestres de Xixón de 1899: «Y entramos en la Plaza que está dando un alegrón al "espléndido" Dindurra (que no siempre ha de ser simpático é incansable), pues no hay dónde poner al ‹gaitero de Libardón›, que llega al circo con sus dos chicas (para él las quisiera), las cuales valen más que la sidra que expenden». El Noroeste (Xijón, 18 de agostu de 1899, páx. 2)
 Esta feria de muestres tien sonadía na prensa nacional, qu’amás, foi muncho más «suave» que los cronistes llocales col nuevu –n’aquel entoncies– y discutíu productu de la sidra champán: «Se han sacado infinidad de fotografías, con destino á multitud de periódicos, y yo me hice con una, quizá la mejor, para que los lectores de El Globo apreciaran en todo su mérito la instalación de los Hijos de Pablo Pérez, que ha de figurar honrosamente en la próxima Exposición Internacional de París. Para dar mayor realce y hacer más sugestiva esta instalación, dos graciosas y bellas colunguesas, Mercedes y Eugenia, ataviadas con el precioso traje del país, expenden copas de sidra bajo el "Hórreo"; y el célebre ‹gaitero de Libardón›, aldea perteneciente al concejo de Colunga, toca primorosamente la gaita asturiana, con la que se acompaña inspiradas coplas, que no son sino el anuncio del producto exquisito de esta provincia». El Globo (Madrid, 1 de setiembre de 1899, páx. 4)
 Al añu siguiente y col cambéu de centuria, la carrera de Ramón García da un saltu pergrande y tien ocasión d’actuar na Esposición Universal de París de 1900: «Dando frente al "Egipto" hay un modesto kiosco asturiano, que, siendo español, yo no quiero dejarlo atrás. Allí, entre una decoración de botellas figuradas, hay una gran provisión de botellas de verdadera sidra-champagne de Colunga (Asturias). Yo no sé si esta sidra será recomendable, y me abstengo de toda opinión; pero lo que no puedo negar es que las dos asturianas que lo venden son frescas y hermosas como los espléndidos valles cretenses, y que el gaitero que, sentado en los peldaños de una escalera lateral, luce su traje típico, su robustez asturiana y su destreza en el tañer, me arremolinó en la mente un manojo de recuerdos conmovedores que parecían perfumados con el rico aroma de las cuencas asturianas». La Ilustración española y americana (Madrid, 30 xunu de 1900, páx. 6) «Hay entre nuestros expositores para todos los gustos: como instalación curiosa lo es, en primer término, la de los “Hijos de Pablo Pérez”, de Colunga, que han llevado al “Trocadero” el mismo hórreo que, compuesto de más de diez mil botellas de sidra, expusieron en la última de Gijón. La especialidad de esta marca, que es indudablemente la primera de España, y el lujo de la instalación, la hacen punto de cita de muchos españoles y una de las atracciones de la gran feria». El Liberal (Madrid, 18 xunetu de 1900, páx. 2) Nesta Esposición Universal de París, «El Hórreo» algamó una de las poques medayes d’oru otorgaes pol xuráu de la so categoría ente otres sidres llegaes dende Asturies y País Vascu. Nun hai nengún memorándum de la esposición con datos alredor d’otros premios o medayes p’asturianos, incluyíos los que s’otorgaríen a los músicos ellí presentes, ente los que taba’l propiu Ramón García: «Espagne. —MM. Perez (les fils de Pablo), á Colunga; Veretera y Cangas, á Gigon, médailles d’or; Arias-Nachon et Cia, á Infiesto (province de Oviédo); Lacoiz-Quéta (Francisco), Navarté; Oteiza (Felipe), á Iriarte; Urgoiti (Ricardo de), á Rentéria, médailles de bronze; Garcia (Arguelles Braga), á La Felguéra, mention honorable». Rapports du Jury International. Groupe X, Aliments Deuxième partie. Cidres, Chapitre VI, páx. 547 La primer grabación d'un asturianu na historia de los rexistros sonoros protagonízala –precisamente– Ramón García en 1902, cuando la Sociedad Fonográfica Madrileña comercializa cilindros tipu Edison col tema Canteros de Covadonga (la Basílica taba acabante d’inaugurase nel 1901). Dende entós, róblense innumerables noticies onde s’afita que la figura de Ramón García tresciende los municipios asturianos, tanto como gaiteru oficial d’ún de los primeros concursos d’asturianada cellebraos nel Principáu: «(...) Y como ocurre siempre y ello es muy disculpable el auditorio se desbordó en entusiasmo al pisar el tablado las parejas de canto y baile asturiano y á su frente el popularísimo ‹gaitero de Libardón›, Ramón García. Los cantores de las sentidas "aldeanás" astures fueron "les moces, guapines toes", por cierto, Narcisa de La Abadía y Elvira Medina, que ganaron muy justificados aplausos; y el de Libardón huelga decir si fué ovacionado. Por cierto que ayer se "comprimió" bastante en cuanto á la "letra" de los cantares. Y así debe hacer siempre, porque si algo distingue á los bailes y cantares asturianos es la decencia y la honestidad. (...) Hoy se repite la fiesta y terminada ésta tendrá lugar la adjudicación de premios». El Popular (Xixón, 20 d’agostu de 1905, páx. 1) Asina como tamién alluendi les fronteres d’Asturies haza tol territoriu peninsular y ultramarín: «El famoso ‹gaitero de Libardón›, pulido y almibarado, aún puede ejercer funciones diplomáticas en el extranjero y América más eficaces que las de los mejor acreditados "profesionales" del protocolo. Su retrato ha corrido por todas las revistas ilustradas del mundo; su figura, no muy garbosa, habrá quitado el sueño quizá á alguna "miss" pudibunda y estrambótica. El de Libardón es un "vivo", que dirían en el Avapiés: el relato de su viaje y aventuras, sencillamente maravilloso. Por un concierto ¡de gaita, naturalmente! le dieron en Cuba ó Méjico "cuatro mil duros". Navascués, nuestro gran profesor de oboe (otra gaita un poco más artística) al oír esto, establece comparaciones para su "caña" lanzando melancólicos suspiros y entrecortadas frases de indignación. El ‹gaitero de Libardón› tiene su público, al que sabe manejar á su capricho, con malicias y artimañas de avezado artista: es como si dijéramos el Viñas de la gaita. Es infatigable en el ejercicio de su profesión, arreglada á la escena, teniendo cuerda para quince días en su apacible Caramillo y cuando canta recuerda "ligeramente" al veterano D. José Mesejo, en las jotas de "gañote". Tales son mis observaciones particularísimas sobre la figura más culminante de la "matinée" regional». El País (Madrid, 5 d’ochobre de 1908, páx. 3) Nesi mesmu añu, Ramón García entama delles xires por Hispanoamérica: «Luego de una "tournée" por Méjico y Cuba, donde conquistó frenéticos y calurosos aplausos, y sobre todo mucho dinero, dando conciertos de canto regional y tocando la gaita en los principales teatros, ha vuelto á su pueblo de Libardón, el ya famoso y popular gaitero conocido por dicho nombre. Como es de suponer, fue amable y espléndidamente obsequiado por nuestros compatriotas de la República cubana y del antiguo imperio de Moctezuma. Según hemos oído, halagado por el grande y franco éxito que alcanzó en dichas naciones, piensa muy en breve emprender un viaje hacia la América del Sur, visitando la Argentina y Chile donde cuenta con gran número de admiradores y amigos el simpático Ramón García». El Popular (XIxón, 12 de xineru de 1908, páx. 2) «Estando en el teatro de L’Habana pasó algo fuera de serie y el asuntu fue que salió-y una madreña disparada hacia una moza del públicu. Bueno pues allá se les compuso pa cantar una copluca improvisando y el teatro quería venise abajo de toles rises y los aplausos». Hai datos del so propiu grupu de bailladores asturianos: «Animadísimas, como siempre, han estado las de la Vega. En las regatas, á pesar de la tarde desapacible, infinidad de botes, y, claro está, infinidad de gente, habiendo quedado los premios entre la Vega y Abres. El ‹gaitero de Libardón› y las parejas de baile fueron los números que más poderosamente llamaron la atención en la verbena (...)». Castropol (Castropol, 20 d’agostu de 1908, páx. 6)
 Y tamién fai actuaciones con otros músicos como José Sánchez, conocíu como ‹El Tambor de la Abadía›: «La fiesta promete ser de lo más lucido y contribuirán á darla mayor realce el ‹tamboritero de la Abadía› y el ‹gaitero de Libardón›, al fin unidos, la nueva banda y algunos organillos. La gente joven puede prepararse á rendir culto á la diosa Terpsícore». El Noroeste (Xixón, 13 de xunetu de 1909, páx. 4)
 Con esta granible trayeutoria, nun ye d’extrañar que sea’l primer artista asturianu en roblar un contratu discográficu. Esti compromisu roblase’n Buenos Aires, pa onde va cola marca «Real Sidra Asturiana» (llagar de José Cima García, de Cualloto), cola mesma función que ficiera pa la sidre «El Hórreo» con anterioridá: «(...) el señor D. Ramón García y de otra parte "The Columbia Phonograph Co. General" de New York suscriben un contrato ante el escribano por el que el artista cede y transfiere la propiedad artística y/o literario y/o musical de todas las obras artísticas literarias o musicales que el señor Ramón García ha producido hasta la fecha y las que produzca de hoy en adelante hasta el 31 de diciembre de 1921». Documentu robláu énte notariu’l 27 de mayu de 1911 De fechu, Ramón García ‹El gaiteru Libardón› ye’l primer cantante n’amestar nes grabaciones elementos ayenos a los cantares. Los primeros exemplos tienen forma de publicidá de les firmes que-y paguen pa ello. Dempués, col pasar del tiempu va facer llargues dedicatories recitaes a la fin de cada grabación. Per exemplu: Tengo el gorgoberu enfermu / de soplar y más soplar, dame sidra d’El Gaiteru / pa poder continuar. Pa inflar el fuelle a la gaita / soplando pel cañaveru, hai que beber muncha sidra / de la marca d’El Gaiteru Sicasí, Ramón García nunca nun dexa d’ufrir actuaciones pela xeografía asturiana: «La verbena, que comenzará á las doce de la noche del 18, para terminar á las cinco de la mañana, reunirá los siguientes atractivos: Audiciones musicales á cargo de una banda militar, la municipal de Gijón y la particular de la Empresa de tranvías. Cinematógrafo público y "varietés". Concurso de bailes asturianos, amenizado por el célebre ‹gaitero de Libardón› y el no menos célebre ‹tambor de la Abadía›. Fuegos artificiales á cargo de un acreditado pirotécnico. Danza prima». El Noroeste (Xixón, 11 de xunetu de 1912, páx. 1) «Otra vez pasó aquí en Arroes, que ye onde nació y vivió de mozu, que apostó una caja sidra de les de antes (de 24 botelles) con otru vecín gaiteru [Cándido Pérez ‹Cañices›] a que podía tirase rodando por un práu abajo sin que la gaita dejara de sonar. ¡Y Libardón ganó la apuesta!. ¡Aquello yera la virxen!». Ramón García tien un granible catálogu discográficu, qu’entama colos primeros cilindros editaos pola Fonográfica Madrileña en 1902. Siete años dempués, el sellu Odeón pon en circulación comercial ventiún grabaciones (ente les qu’hai cuatro solos instrumentales de gaita), y nel 1912 la casa Columbia asoleya cuarenta rexistros que constitúin los sos caberos cantares grabaos. Ye vezu que Ramón García regrabe nel tiempu versiones estremaes de los mesmos temes (El Cantar de la Panoya, La del Herrero, etc.), o de qu’en primeres ediciones apaezan descartes de la propia discográfica (p.ex. hai una versión Odeón de «La Soberana» que foi descartada en postreres ediciones, y que sal como «Solo de gaita nº4» por un fallu d’impresión na primer tirada (nel Arxentina). Una rareza. El so facer discográficu acábase col acompañamientu instrumental que fai en 1930, en dellos discos editaos pola casa Parlophon, pa Joaquín Martínez ‹Xuacu de Sama›. L’heriede discográficu de Ramón García tien que valorase dientro del contestu históricu nel que se desendolca. Les sos interpretaciones son cantares populares y tradicionales, repartíos ente cantares montañeses (fastera de l’antigua Asturies de Santillana, asitiada anguaño na comunidá de Cantabria pelos valles perpendiculares al cantábricu dende’l Deva a la ensenada d’Astillero), asina como asturianaes y otres tipoloxíes. Tolos sos cantares tienen acompañamientu de gaita, qu’elli mesmu toca al empar que canta, con un rexistru de voz atenoráu, brillante y con un xeitu dialectal muy valoratible. La mayoría de los temes nun tresmiten una configuración estandarizada como patrones melódicos d’asturianada, nin tampocu tienen el necesariu seguimientu por sucesives xeneraciones de cantantes d’asturianada como pa constituyir patrones melódicos. Nesti sentíu, nosotros albidramos a Ramón García como un pioneru del xéneru y magar que les sos grabaciones sean un puntu de partida pa variantes subsiguientes d’asturianada tradicional –amén del so bultable ésitu comercial–, como Soy del Hoyo, Praviana, La Langreana, etc., l’estilu de les sos interpretaciones, xiros y melismes nun son homoxéneos ni tan estandarizaos. A la escontra, más bien paecen los d’un gran improvisador: un rapsoda que fai creaciones al traviés d’elementos de la canción popular de la so dómina qu’amiesta con estraordinaria imaxinación p’algamar importante sonadía ente las capes populares y les más altes esferes (davezu s’integraría dientro del círculu personal del rei Alfonso XIII). Dixitalización asoleyada en 2024 dientro del llibru Nel Cantu la Memoria de Héctor Braga Corral, premiu d’ensayu «Máximo Fuertes Acevedo» en llingua asturiana. 1912 / AMT 2024
  • La panoya
    HB9_67.mp3
    Columbia - Nueva York
    Música Tradicional
    Archivu de la Música Tradicional
    Patrimonio Cultural Inmaterial
    Cantares
    Asturianada
    Gaita
    Discos de gramófonu
    El Gaiteru Libardón
    La panoya [Allegráivos mociquines qu'esti añu hai un bon maíz, que tengo yo una panera arrodiada de maíz] (asturianada con gaita asturiana) [grabación sonora] / interpretación, Ramón García Tuero, ‹El Gaiteru Libardón› (Arroes, 1864 - Colunga, 1932); recopilación y dixitalización, Héctor Braga Corral. – Héctor Braga Corral (ed.), 1912. Grabación orixinal en discu comercial de pizarra de 78 revoluciones per minutu, marca Odeón, referencia C 2166 y matriz S 13 con primer fecha de circulación comercial en 1912. Esti históricu artista, natural del pueblu maliayu d’Arroes, ye’l primer profesional de la música asturiana en vivir namás del so arte. Gaiteru y cantante de formación autodidacta, la so amistá col cura párrocu de Lliberdón (parroquia onde casó y pa la que se tresllada a vivir), da-y ocasión pa deprender a lleer música y tocar instrumentos como l’harmoniu. Ye curiosa la hestoria alredor de la primer gaita qu’algamó a tocar, por soscripción popular: «De chavalín, la madera pa face-y una gaita fueron a guetala dellos vecinos d’Arroes a una finca privada de los Valaterra, en Xixón, que tenía unes mates d’un boxe buenísimu. Pero había un par de mastines guardando la finca que metíen miéu. Bono, pues tornaron otra nueche con una perra en celu. Amarráronla na portiella d’entrada y fueron per detrás a cortar el boxe mientres los mastines taben alrodiu la perra. D’ehí salió la madera pa la primer gaita que tuvo Libardón». El casu ye que Ramón García entama la so carrera nel ámbitu llocal, y pa finales del sieglu XIX yá s’espeya la so popularidá na comarca y redolada, mesmo en semeyes (Baltasar Cue) como na prensa de la dómina: «Según carta que recibimos de Colunga (Asturias), las ferias y fiestas celebradas el miércoles, jueves y viernes han estado sumamente concurridas, desluciéndolas un poco la pertinaz lluvia del miércoles y jueves. Concurrieron al "Campo de Loreto", sitio en el cual se han celebrado las ferias y fiestas, considerable número de comerciantes, sobresaliendo los que se dedican al ganado vacuno y lanar. En la carta —que no publicamos íntegra por carecer del espacio necesario— se tributan grandes elogios al laureado ‹gaitero de Libardón›, y á la banda municipal colunguesa, creada por el digno y celosísimo alcalde de Colunga, D. Prudencio Pérez Velasco (...)». La Unión Católica (Madrid, 25 de mayu de 1898, páx. 3) 
Pocu dempués síguense les sos actividaes como imaxe comercial de la sidra champán «El Hórreo», actuando a lo primero na feria muestres de Xixón de 1899: «Y entramos en la Plaza que está dando un alegrón al "espléndido" Dindurra (que no siempre ha de ser simpático é incansable), pues no hay dónde poner al ‹gaitero de Libardón›, que llega al circo con sus dos chicas (para él las quisiera), las cuales valen más que la sidra que expenden». El Noroeste (Xijón, 18 de agostu de 1899, páx. 2)
 Esta feria de muestres tien sonadía na prensa nacional, qu’amás, foi muncho más «suave» que los cronistes llocales col nuevu –n’aquel entoncies– y discutíu productu de la sidra champán: «Se han sacado infinidad de fotografías, con destino á multitud de periódicos, y yo me hice con una, quizá la mejor, para que los lectores de El Globo apreciaran en todo su mérito la instalación de los Hijos de Pablo Pérez, que ha de figurar honrosamente en la próxima Exposición Internacional de París. Para dar mayor realce y hacer más sugestiva esta instalación, dos graciosas y bellas colunguesas, Mercedes y Eugenia, ataviadas con el precioso traje del país, expenden copas de sidra bajo el "Hórreo"; y el célebre ‹gaitero de Libardón›, aldea perteneciente al concejo de Colunga, toca primorosamente la gaita asturiana, con la que se acompaña inspiradas coplas, que no son sino el anuncio del producto exquisito de esta provincia». El Globo (Madrid, 1 de setiembre de 1899, páx. 4)
 Al añu siguiente y col cambéu de centuria, la carrera de Ramón García da un saltu pergrande y tien ocasión d’actuar na Esposición Universal de París de 1900: «Dando frente al "Egipto" hay un modesto kiosco asturiano, que, siendo español, yo no quiero dejarlo atrás. Allí, entre una decoración de botellas figuradas, hay una gran provisión de botellas de verdadera sidra-champagne de Colunga (Asturias). Yo no sé si esta sidra será recomendable, y me abstengo de toda opinión; pero lo que no puedo negar es que las dos asturianas que lo venden son frescas y hermosas como los espléndidos valles cretenses, y que el gaitero que, sentado en los peldaños de una escalera lateral, luce su traje típico, su robustez asturiana y su destreza en el tañer, me arremolinó en la mente un manojo de recuerdos conmovedores que parecían perfumados con el rico aroma de las cuencas asturianas». La Ilustración española y americana (Madrid, 30 xunu de 1900, páx. 6) «Hay entre nuestros expositores para todos los gustos: como instalación curiosa lo es, en primer término, la de los “Hijos de Pablo Pérez”, de Colunga, que han llevado al “Trocadero” el mismo hórreo que, compuesto de más de diez mil botellas de sidra, expusieron en la última de Gijón. La especialidad de esta marca, que es indudablemente la primera de España, y el lujo de la instalación, la hacen punto de cita de muchos españoles y una de las atracciones de la gran feria». El Liberal (Madrid, 18 xunetu de 1900, páx. 2) Nesta Esposición Universal de París, «El Hórreo» algamó una de las poques medayes d’oru otorgaes pol xuráu de la so categoría ente otres sidres llegaes dende Asturies y País Vascu. Nun hai nengún memorándum de la esposición con datos alredor d’otros premios o medayes p’asturianos, incluyíos los que s’otorgaríen a los músicos ellí presentes, ente los que taba’l propiu Ramón García: «Espagne. —MM. Perez (les fils de Pablo), á Colunga; Veretera y Cangas, á Gigon, médailles d’or; Arias-Nachon et Cia, á Infiesto (province de Oviédo); Lacoiz-Quéta (Francisco), Navarté; Oteiza (Felipe), á Iriarte; Urgoiti (Ricardo de), á Rentéria, médailles de bronze; Garcia (Arguelles Braga), á La Felguéra, mention honorable». Rapports du Jury International. Groupe X, Aliments Deuxième partie. Cidres, Chapitre VI, páx. 547 La primer grabación d'un asturianu na historia de los rexistros sonoros protagonízala –precisamente– Ramón García en 1902, cuando la Sociedad Fonográfica Madrileña comercializa cilindros tipu Edison col tema Canteros de Covadonga (la Basílica taba acabante d’inaugurase nel 1901). Dende entós, róblense innumerables noticies onde s’afita que la figura de Ramón García tresciende los municipios asturianos, tanto como gaiteru oficial d’ún de los primeros concursos d’asturianada cellebraos nel Principáu: «(...) Y como ocurre siempre y ello es muy disculpable el auditorio se desbordó en entusiasmo al pisar el tablado las parejas de canto y baile asturiano y á su frente el popularísimo ‹gaitero de Libardón›, Ramón García. Los cantores de las sentidas "aldeanás" astures fueron "les moces, guapines toes", por cierto, Narcisa de La Abadía y Elvira Medina, que ganaron muy justificados aplausos; y el de Libardón huelga decir si fué ovacionado. Por cierto que ayer se "comprimió" bastante en cuanto á la "letra" de los cantares. Y así debe hacer siempre, porque si algo distingue á los bailes y cantares asturianos es la decencia y la honestidad. (...) Hoy se repite la fiesta y terminada ésta tendrá lugar la adjudicación de premios». El Popular (Xixón, 20 d’agostu de 1905, páx. 1) Asina como tamién alluendi les fronteres d’Asturies haza tol territoriu peninsular y ultramarín: «El famoso ‹gaitero de Libardón›, pulido y almibarado, aún puede ejercer funciones diplomáticas en el extranjero y América más eficaces que las de los mejor acreditados "profesionales" del protocolo. Su retrato ha corrido por todas las revistas ilustradas del mundo; su figura, no muy garbosa, habrá quitado el sueño quizá á alguna "miss" pudibunda y estrambótica. El de Libardón es un "vivo", que dirían en el Avapiés: el relato de su viaje y aventuras, sencillamente maravilloso. Por un concierto ¡de gaita, naturalmente! le dieron en Cuba ó Méjico "cuatro mil duros". Navascués, nuestro gran profesor de oboe (otra gaita un poco más artística) al oír esto, establece comparaciones para su "caña" lanzando melancólicos suspiros y entrecortadas frases de indignación. El ‹gaitero de Libardón› tiene su público, al que sabe manejar á su capricho, con malicias y artimañas de avezado artista: es como si dijéramos el Viñas de la gaita. Es infatigable en el ejercicio de su profesión, arreglada á la escena, teniendo cuerda para quince días en su apacible Caramillo y cuando canta recuerda "ligeramente" al veterano D. José Mesejo, en las jotas de "gañote". Tales son mis observaciones particularísimas sobre la figura más culminante de la "matinée" regional». El País (Madrid, 5 d’ochobre de 1908, páx. 3) Nesi mesmu añu, Ramón García entama delles xires por Hispanoamérica: «Luego de una "tournée" por Méjico y Cuba, donde conquistó frenéticos y calurosos aplausos, y sobre todo mucho dinero, dando conciertos de canto regional y tocando la gaita en los principales teatros, ha vuelto á su pueblo de Libardón, el ya famoso y popular gaitero conocido por dicho nombre. Como es de suponer, fue amable y espléndidamente obsequiado por nuestros compatriotas de la República cubana y del antiguo imperio de Moctezuma. Según hemos oído, halagado por el grande y franco éxito que alcanzó en dichas naciones, piensa muy en breve emprender un viaje hacia la América del Sur, visitando la Argentina y Chile donde cuenta con gran número de admiradores y amigos el simpático Ramón García». El Popular (XIxón, 12 de xineru de 1908, páx. 2) «Estando en el teatro de L’Habana pasó algo fuera de serie y el asuntu fue que salió-y una madreña disparada hacia una moza del públicu. Bueno pues allá se les compuso pa cantar una copluca improvisando y el teatro quería venise abajo de toles rises y los aplausos». Hai datos del so propiu grupu de bailladores asturianos: «Animadísimas, como siempre, han estado las de la Vega. En las regatas, á pesar de la tarde desapacible, infinidad de botes, y, claro está, infinidad de gente, habiendo quedado los premios entre la Vega y Abres. El ‹gaitero de Libardón› y las parejas de baile fueron los números que más poderosamente llamaron la atención en la verbena (...)». Castropol (Castropol, 20 d’agostu de 1908, páx. 6)
 Y tamién fai actuaciones con otros músicos como José Sánchez, conocíu como ‹El Tambor de la Abadía›: «La fiesta promete ser de lo más lucido y contribuirán á darla mayor realce el ‹tamboritero de la Abadía› y el ‹gaitero de Libardón›, al fin unidos, la nueva banda y algunos organillos. La gente joven puede prepararse á rendir culto á la diosa Terpsícore». El Noroeste (Xixón, 13 de xunetu de 1909, páx. 4)
 Con esta granible trayeutoria, nun ye d’extrañar que sea’l primer artista asturianu en roblar un contratu discográficu. Esti compromisu roblase’n Buenos Aires, pa onde va cola marca «Real Sidra Asturiana» (llagar de José Cima García, de Cualloto), cola mesma función que ficiera pa la sidre «El Hórreo» con anterioridá: «(...) el señor D. Ramón García y de otra parte "The Columbia Phonograph Co. General" de New York suscriben un contrato ante el escribano por el que el artista cede y transfiere la propiedad artística y/o literario y/o musical de todas las obras artísticas literarias o musicales que el señor Ramón García ha producido hasta la fecha y las que produzca de hoy en adelante hasta el 31 de diciembre de 1921». Documentu robláu énte notariu’l 27 de mayu de 1911 De fechu, Ramón García ‹El gaiteru Libardón› ye’l primer cantante n’amestar nes grabaciones elementos ayenos a los cantares. Los primeros exemplos tienen forma de publicidá de les firmes que-y paguen pa ello. Dempués, col pasar del tiempu va facer llargues dedicatories recitaes a la fin de cada grabación. Per exemplu: Tengo el gorgoberu enfermu / de soplar y más soplar, dame sidra d’El Gaiteru / pa poder continuar. Pa inflar el fuelle a la gaita / soplando pel cañaveru, hai que beber muncha sidra / de la marca d’El Gaiteru Sicasí, Ramón García nunca nun dexa d’ufrir actuaciones pela xeografía asturiana: «La verbena, que comenzará á las doce de la noche del 18, para terminar á las cinco de la mañana, reunirá los siguientes atractivos: Audiciones musicales á cargo de una banda militar, la municipal de Gijón y la particular de la Empresa de tranvías. Cinematógrafo público y "varietés". Concurso de bailes asturianos, amenizado por el célebre ‹gaitero de Libardón› y el no menos célebre ‹tambor de la Abadía›. Fuegos artificiales á cargo de un acreditado pirotécnico. Danza prima». El Noroeste (Xixón, 11 de xunetu de 1912, páx. 1) «Otra vez pasó aquí en Arroes, que ye onde nació y vivió de mozu, que apostó una caja sidra de les de antes (de 24 botelles) con otru vecín gaiteru [Cándido Pérez ‹Cañices›] a que podía tirase rodando por un práu abajo sin que la gaita dejara de sonar. ¡Y Libardón ganó la apuesta!. ¡Aquello yera la virxen!». Ramón García tien un granible catálogu discográficu, qu’entama colos primeros cilindros editaos pola Fonográfica Madrileña en 1902. Siete años dempués, el sellu Odeón pon en circulación comercial ventiún grabaciones (ente les qu’hai cuatro solos instrumentales de gaita), y nel 1912 la casa Columbia asoleya cuarenta rexistros que constitúin los sos caberos cantares grabaos. Ye vezu que Ramón García regrabe nel tiempu versiones estremaes de los mesmos temes (El Cantar de la Panoya, La del Herrero, etc.), o de qu’en primeres ediciones apaezan descartes de la propia discográfica (p.ex. hai una versión Odeón de «La Soberana» que foi descartada en postreres ediciones, y que sal como «Solo de gaita nº4» por un fallu d’impresión na primer tirada (nel Arxentina). Una rareza. El so facer discográficu acábase col acompañamientu instrumental que fai en 1930, en dellos discos editaos pola casa Parlophon, pa Joaquín Martínez ‹Xuacu de Sama›. L’heriede discográficu de Ramón García tien que valorase dientro del contestu históricu nel que se desendolca. Les sos interpretaciones son cantares populares y tradicionales, repartíos ente cantares montañeses (fastera de l’antigua Asturies de Santillana, asitiada anguaño na comunidá de Cantabria pelos valles perpendiculares al cantábricu dende’l Deva a la ensenada d’Astillero), asina como asturianaes y otres tipoloxíes. Tolos sos cantares tienen acompañamientu de gaita, qu’elli mesmu toca al empar que canta, con un rexistru de voz atenoráu, brillante y con un xeitu dialectal muy valoratible. La mayoría de los temes nun tresmiten una configuración estandarizada como patrones melódicos d’asturianada, nin tampocu tienen el necesariu seguimientu por sucesives xeneraciones de cantantes d’asturianada como pa constituyir patrones melódicos. Nesti sentíu, nosotros albidramos a Ramón García como un pioneru del xéneru y magar que les sos grabaciones sean un puntu de partida pa variantes subsiguientes d’asturianada tradicional –amén del so bultable ésitu comercial–, como Soy del Hoyo, Praviana, La Langreana, etc., l’estilu de les sos interpretaciones, xiros y melismes nun son homoxéneos ni tan estandarizaos. A la escontra, más bien paecen los d’un gran improvisador: un rapsoda que fai creaciones al traviés d’elementos de la canción popular de la so dómina qu’amiesta con estraordinaria imaxinación p’algamar importante sonadía ente las capes populares y les más altes esferes. Dixitalización asoleyada en 2024 dientro del llibru Nel Cantu la Memoria de Héctor Braga Corral, premiu d’ensayu «Máximo Fuertes Acevedo» en llingua asturiana.
  • Canto patriótico a Gijón
    HB9_66.mp3
    Columbia - Nueva York
    Música Tradicional
    Archivu de la Música Tradicional
    Patrimonio Cultural Inmaterial
    Cantares
    Asturianada
    Gaita
    Discos de gramófonu
    El Gaiteru Libardón
    Canto patriótico a Gijón [Gijón, Gijón, qué bonito eres] (asturianada con gaita asturiana) [grabación sonora] / interpretación, Ramón García Tuero, ‹El Gaiteru Libardón› (Arroes, 1864 - Colunga, 1932); recopilación y dixitalización, Héctor Braga Corral. – Héctor Braga Corral (ed.), 1912. Grabación orixinal en discu comercial de pizarra de 78 revoluciones per minutu, marca Odeón, referencia C 2170 y matriz S 21 con primer fecha de circulación comercial en 1912. Esti históricu artista, natural del pueblu maliayu d’Arroes, ye’l primer profesional de la música asturiana en vivir namás del so arte. Gaiteru y cantante de formación autodidacta, la so amistá col cura párrocu de Lliberdón (parroquia onde casó y pa la que se tresllada a vivir), da-y ocasión pa deprender a lleer música y tocar instrumentos como l’harmoniu. Ye curiosa la hestoria alredor de la primer gaita qu’algamó a tocar, por soscripción popular: «De chavalín, la madera pa face-y una gaita fueron a guetala dellos vecinos d’Arroes a una finca privada de los Valaterra, en Xixón, que tenía unes mates d’un boxe buenísimu. Pero había un par de mastines guardando la finca que metíen miéu. Bono, pues tornaron otra nueche con una perra en celu. Amarráronla na portiella d’entrada y fueron per detrás a cortar el boxe mientres los mastines taben alrodiu la perra. D’ehí salió la madera pa la primer gaita que tuvo Libardón». El casu ye que Ramón García entama la so carrera nel ámbitu llocal, y pa finales del sieglu XIX yá s’espeya la so popularidá na comarca y redolada, mesmo en semeyes (Baltasar Cue) como na prensa de la dómina: «Según carta que recibimos de Colunga (Asturias), las ferias y fiestas celebradas el miércoles, jueves y viernes han estado sumamente concurridas, desluciéndolas un poco la pertinaz lluvia del miércoles y jueves. Concurrieron al "Campo de Loreto", sitio en el cual se han celebrado las ferias y fiestas, considerable número de comerciantes, sobresaliendo los que se dedican al ganado vacuno y lanar. En la carta —que no publicamos íntegra por carecer del espacio necesario— se tributan grandes elogios al laureado ‹gaitero de Libardón›, y á la banda municipal colunguesa, creada por el digno y celosísimo alcalde de Colunga, D. Prudencio Pérez Velasco (...)». La Unión Católica (Madrid, 25 de mayu de 1898, páx. 3) 
Pocu dempués síguense les sos actividaes como imaxe comercial de la sidra champán «El Hórreo», actuando a lo primero na feria muestres de Xixón de 1899: «Y entramos en la Plaza que está dando un alegrón al "espléndido" Dindurra (que no siempre ha de ser simpático é incansable), pues no hay dónde poner al ‹gaitero de Libardón›, que llega al circo con sus dos chicas (para él las quisiera), las cuales valen más que la sidra que expenden». El Noroeste (Xijón, 18 de agostu de 1899, páx. 2)
 Esta feria de muestres tien sonadía na prensa nacional, qu’amás, foi muncho más «suave» que los cronistes llocales col nuevu –n’aquel entoncies– y discutíu productu de la sidra champán: «Se han sacado infinidad de fotografías, con destino á multitud de periódicos, y yo me hice con una, quizá la mejor, para que los lectores de El Globo apreciaran en todo su mérito la instalación de los Hijos de Pablo Pérez, que ha de figurar honrosamente en la próxima Exposición Internacional de París. Para dar mayor realce y hacer más sugestiva esta instalación, dos graciosas y bellas colunguesas, Mercedes y Eugenia, ataviadas con el precioso traje del país, expenden copas de sidra bajo el "Hórreo"; y el célebre ‹gaitero de Libardón›, aldea perteneciente al concejo de Colunga, toca primorosamente la gaita asturiana, con la que se acompaña inspiradas coplas, que no son sino el anuncio del producto exquisito de esta provincia». El Globo (Madrid, 1 de setiembre de 1899, páx. 4)
 Al añu siguiente y col cambéu de centuria, la carrera de Ramón García da un saltu pergrande y tien ocasión d’actuar na Esposición Universal de París de 1900: «Dando frente al "Egipto" hay un modesto kiosco asturiano, que, siendo español, yo no quiero dejarlo atrás. Allí, entre una decoración de botellas figuradas, hay una gran provisión de botellas de verdadera sidra-champagne de Colunga (Asturias). Yo no sé si esta sidra será recomendable, y me abstengo de toda opinión; pero lo que no puedo negar es que las dos asturianas que lo venden son frescas y hermosas como los espléndidos valles cretenses, y que el gaitero que, sentado en los peldaños de una escalera lateral, luce su traje típico, su robustez asturiana y su destreza en el tañer, me arremolinó en la mente un manojo de recuerdos conmovedores que parecían perfumados con el rico aroma de las cuencas asturianas». La Ilustración española y americana (Madrid, 30 xunu de 1900, páx. 6) «Hay entre nuestros expositores para todos los gustos: como instalación curiosa lo es, en primer término, la de los “Hijos de Pablo Pérez”, de Colunga, que han llevado al “Trocadero” el mismo hórreo que, compuesto de más de diez mil botellas de sidra, expusieron en la última de Gijón. La especialidad de esta marca, que es indudablemente la primera de España, y el lujo de la instalación, la hacen punto de cita de muchos españoles y una de las atracciones de la gran feria». El Liberal (Madrid, 18 xunetu de 1900, páx. 2) Nesta Esposición Universal de París, «El Hórreo» algamó una de las poques medayes d’oru otorgaes pol xuráu de la so categoría ente otres sidres llegaes dende Asturies y País Vascu. Nun hai nengún memorándum de la esposición con datos alredor d’otros premios o medayes p’asturianos, incluyíos los que s’otorgaríen a los músicos ellí presentes, ente los que taba’l propiu Ramón García: «Espagne. —MM. Perez (les fils de Pablo), á Colunga; Veretera y Cangas, á Gigon, médailles d’or; Arias-Nachon et Cia, á Infiesto (province de Oviédo); Lacoiz-Quéta (Francisco), Navarté; Oteiza (Felipe), á Iriarte; Urgoiti (Ricardo de), á Rentéria, médailles de bronze; Garcia (Arguelles Braga), á La Felguéra, mention honorable». Rapports du Jury International. Groupe X, Aliments Deuxième partie. Cidres, Chapitre VI, páx. 547 La primer grabación d'un asturianu na historia de los rexistros sonoros protagonízala –precisamente– Ramón García en 1902, cuando la Sociedad Fonográfica Madrileña comercializa cilindros tipu Edison col tema Canteros de Covadonga (la Basílica taba acabante d’inaugurase nel 1901). Dende entós, róblense innumerables noticies onde s’afita que la figura de Ramón García tresciende los municipios asturianos, tanto como gaiteru oficial d’ún de los primeros concursos d’asturianada cellebraos nel Principáu: «(...) Y como ocurre siempre y ello es muy disculpable el auditorio se desbordó en entusiasmo al pisar el tablado las parejas de canto y baile asturiano y á su frente el popularísimo ‹gaitero de Libardón›, Ramón García. Los cantores de las sentidas "aldeanás" astures fueron "les moces, guapines toes", por cierto, Narcisa de La Abadía y Elvira Medina, que ganaron muy justificados aplausos; y el de Libardón huelga decir si fué ovacionado. Por cierto que ayer se "comprimió" bastante en cuanto á la "letra" de los cantares. Y así debe hacer siempre, porque si algo distingue á los bailes y cantares asturianos es la decencia y la honestidad. (...) Hoy se repite la fiesta y terminada ésta tendrá lugar la adjudicación de premios». El Popular (Xixón, 20 d’agostu de 1905, páx. 1) Asina como tamién alluendi les fronteres d’Asturies haza tol territoriu peninsular y ultramarín: «El famoso ‹gaitero de Libardón›, pulido y almibarado, aún puede ejercer funciones diplomáticas en el extranjero y América más eficaces que las de los mejor acreditados "profesionales" del protocolo. Su retrato ha corrido por todas las revistas ilustradas del mundo; su figura, no muy garbosa, habrá quitado el sueño quizá á alguna "miss" pudibunda y estrambótica. El de Libardón es un "vivo", que dirían en el Avapiés: el relato de su viaje y aventuras, sencillamente maravilloso. Por un concierto ¡de gaita, naturalmente! le dieron en Cuba ó Méjico "cuatro mil duros". Navascués, nuestro gran profesor de oboe (otra gaita un poco más artística) al oír esto, establece comparaciones para su "caña" lanzando melancólicos suspiros y entrecortadas frases de indignación. El ‹gaitero de Libardón› tiene su público, al que sabe manejar á su capricho, con malicias y artimañas de avezado artista: es como si dijéramos el Viñas de la gaita. Es infatigable en el ejercicio de su profesión, arreglada á la escena, teniendo cuerda para quince días en su apacible Caramillo y cuando canta recuerda "ligeramente" al veterano D. José Mesejo, en las jotas de "gañote". Tales son mis observaciones particularísimas sobre la figura más culminante de la "matinée" regional». El País (Madrid, 5 d’ochobre de 1908, páx. 3) Nesi mesmu añu, Ramón García entama delles xires por Hispanoamérica: «Luego de una "tournée" por Méjico y Cuba, donde conquistó frenéticos y calurosos aplausos, y sobre todo mucho dinero, dando conciertos de canto regional y tocando la gaita en los principales teatros, ha vuelto á su pueblo de Libardón, el ya famoso y popular gaitero conocido por dicho nombre. Como es de suponer, fue amable y espléndidamente obsequiado por nuestros compatriotas de la República cubana y del antiguo imperio de Moctezuma. Según hemos oído, halagado por el grande y franco éxito que alcanzó en dichas naciones, piensa muy en breve emprender un viaje hacia la América del Sur, visitando la Argentina y Chile donde cuenta con gran número de admiradores y amigos el simpático Ramón García». El Popular (XIxón, 12 de xineru de 1908, páx. 2) «Estando en el teatro de L’Habana pasó algo fuera de serie y el asuntu fue que salió-y una madreña disparada hacia una moza del públicu. Bueno pues allá se les compuso pa cantar una copluca improvisando y el teatro quería venise abajo de toles rises y los aplausos». Hai datos del so propiu grupu de bailladores asturianos: «Animadísimas, como siempre, han estado las de la Vega. En las regatas, á pesar de la tarde desapacible, infinidad de botes, y, claro está, infinidad de gente, habiendo quedado los premios entre la Vega y Abres. El ‹gaitero de Libardón› y las parejas de baile fueron los números que más poderosamente llamaron la atención en la verbena (...)». Castropol (Castropol, 20 d’agostu de 1908, páx. 6)
 Y tamién fai actuaciones con otros músicos como José Sánchez, conocíu como ‹El Tambor de la Abadía›: «La fiesta promete ser de lo más lucido y contribuirán á darla mayor realce el ‹tamboritero de la Abadía› y el ‹gaitero de Libardón›, al fin unidos, la nueva banda y algunos organillos. La gente joven puede prepararse á rendir culto á la diosa Terpsícore». El Noroeste (Xixón, 13 de xunetu de 1909, páx. 4)
 Con esta granible trayeutoria, nun ye d’extrañar que sea’l primer artista asturianu en roblar un contratu discográficu. Esti compromisu roblase’n Buenos Aires, pa onde va cola marca «Real Sidra Asturiana» (llagar de José Cima García, de Cualloto), cola mesma función que ficiera pa la sidre «El Hórreo» con anterioridá: «(...) el señor D. Ramón García y de otra parte "The Columbia Phonograph Co. General" de New York suscriben un contrato ante el escribano por el que el artista cede y transfiere la propiedad artística y/o literario y/o musical de todas las obras artísticas literarias o musicales que el señor Ramón García ha producido hasta la fecha y las que produzca de hoy en adelante hasta el 31 de diciembre de 1921». Documentu robláu énte notariu’l 27 de mayu de 1911 De fechu, Ramón García ‹El gaiteru Libardón› ye’l primer cantante n’amestar nes grabaciones elementos ayenos a los cantares. Los primeros exemplos tienen forma de publicidá de les firmes que-y paguen pa ello. Dempués, col pasar del tiempu va facer llargues dedicatories recitaes a la fin de cada grabación. Per exemplu: Tengo el gorgoberu enfermu / de soplar y más soplar, dame sidra d’El Gaiteru / pa poder continuar. Pa inflar el fuelle a la gaita / soplando pel cañaveru, hai que beber muncha sidra / de la marca d’El Gaiteru Sicasí, Ramón García nunca nun dexa d’ufrir actuaciones pela xeografía asturiana: «La verbena, que comenzará á las doce de la noche del 18, para terminar á las cinco de la mañana, reunirá los siguientes atractivos: Audiciones musicales á cargo de una banda militar, la municipal de Gijón y la particular de la Empresa de tranvías. Cinematógrafo público y "varietés". Concurso de bailes asturianos, amenizado por el célebre ‹gaitero de Libardón› y el no menos célebre ‹tambor de la Abadía›. Fuegos artificiales á cargo de un acreditado pirotécnico. Danza prima». El Noroeste (Xixón, 11 de xunetu de 1912, páx. 1) «Otra vez pasó aquí en Arroes, que ye onde nació y vivió de mozu, que apostó una caja sidra de les de antes (de 24 botelles) con otru vecín gaiteru [Cándido Pérez ‹Cañices›] a que podía tirase rodando por un práu abajo sin que la gaita dejara de sonar. ¡Y Libardón ganó la apuesta!. ¡Aquello yera la virxen!». Ramón García tien un granible catálogu discográficu, qu’entama colos primeros cilindros editaos pola Fonográfica Madrileña en 1902. Siete años dempués, el sellu Odeón pon en circulación comercial ventiún grabaciones (ente les qu’hai cuatro solos instrumentales de gaita), y nel 1912 la casa Columbia asoleya cuarenta rexistros que constitúin los sos caberos cantares grabaos. Ye vezu que Ramón García regrabe nel tiempu versiones estremaes de los mesmos temes (El Cantar de la Panoya, La del Herrero, etc.), o de qu’en primeres ediciones apaezan descartes de la propia discográfica (p.ex. hai una versión Odeón de «La Soberana» que foi descartada en postreres ediciones, y que sal como «Solo de gaita nº4» por un fallu d’impresión na primer tirada (nel Arxentina). Una rareza. El so facer discográficu acábase col acompañamientu instrumental que fai en 1930, en dellos discos editaos pola casa Parlophon, pa Joaquín Martínez ‹Xuacu de Sama›. L’heriede discográficu de Ramón García tien que valorase dientro del contestu históricu nel que se desendolca. Les sos interpretaciones son cantares populares y tradicionales, repartíos ente cantares montañeses (fastera de l’antigua Asturies de Santillana, asitiada anguaño na comunidá de Cantabria pelos valles perpendiculares al cantábricu dende’l Deva a la ensenada d’Astillero), asina como asturianaes y otres tipoloxíes. Tolos sos cantares tienen acompañamientu de gaita, qu’elli mesmu toca al empar que canta, con un rexistru de voz atenoráu, brillante y con un xeitu dialectal muy valoratible. La mayoría de los temes nun tresmiten una configuración estandarizada como patrones melódicos d’asturianada, nin tampocu tienen el necesariu seguimientu por sucesives xeneraciones de cantantes d’asturianada como pa constituyir patrones melódicos. Nesti sentíu, nosotros albidramos a Ramón García como un pioneru del xéneru y magar que les sos grabaciones sean un puntu de partida pa variantes subsiguientes d’asturianada tradicional –amén del so bultable ésitu comercial–, como Soy del Hoyo, Praviana, La Langreana, etc., l’estilu de les sos interpretaciones, xiros y melismes nun son homoxéneos ni tan estandarizaos. A la escontra, más bien paecen los d’un gran improvisador: un rapsoda que fai creaciones al traviés d’elementos de la canción popular de la so dómina qu’amiesta con estraordinaria imaxinación p’algamar importante sonadía ente las capes populares y les más altes esferes (davezu s’integraría dientro del círculu personal del rei Alfonso XIII). Dixitalización asoleyada en 2024 dientro del llibru Nel Cantu la Memoria de Héctor Braga Corral, premiu d’ensayu «Máximo Fuertes Acevedo» en llingua asturiana. 1912 / AMT 2024
  • Recuerdos de la guerra de Melilla en El Rif
    HB9_65.mp3
    Columbia - Nueva York
    Música Tradicional
    Archivu de la Música Tradicional
    Patrimonio Cultural Inmaterial
    Cantares
    Asturianada
    Gaita
    Discos de gramófonu
    El Gaiteru Libardón
    Recuerdos de la guerra de Melilla en El Rif [En Melilla no hay campanas, que las hicieron cañones] (asturianada con gaita asturiana) [grabación sonora] / interpretación, Ramón García Tuero, ‹El Gaiteru Libardón› (Arroes, 1864 - Colunga, 1932); recopilación y dixitalización, Héctor Braga Corral. – Héctor Braga Corral (ed.), 1912. Grabación orixinal en discu comercial de pizarra de 78 revoluciones per minutu, marca Odeón, referencia C 2162 y matriz S 4 con primer fecha de circulación comercial en 1912. Esti históricu artista, natural del pueblu maliayu d’Arroes, ye’l primer profesional de la música asturiana en vivir namás del so arte. Gaiteru y cantante de formación autodidacta, la so amistá col cura párrocu de Lliberdón (parroquia onde casó y pa la que se tresllada a vivir), da-y ocasión pa deprender a lleer música y tocar instrumentos como l’harmoniu. Ye curiosa la hestoria alredor de la primer gaita qu’algamó a tocar, por soscripción popular: «De chavalín, la madera pa face-y una gaita fueron a guetala dellos vecinos d’Arroes a una finca privada de los Valaterra, en Xixón, que tenía unes mates d’un boxe buenísimu. Pero había un par de mastines guardando la finca que metíen miéu. Bono, pues tornaron otra nueche con una perra en celu. Amarráronla na portiella d’entrada y fueron per detrás a cortar el boxe mientres los mastines taben alrodiu la perra. D’ehí salió la madera pa la primer gaita que tuvo Libardón». El casu ye que Ramón García entama la so carrera nel ámbitu llocal, y pa finales del sieglu XIX yá s’espeya la so popularidá na comarca y redolada, mesmo en semeyes (Baltasar Cue) como na prensa de la dómina: «Según carta que recibimos de Colunga (Asturias), las ferias y fiestas celebradas el miércoles, jueves y viernes han estado sumamente concurridas, desluciéndolas un poco la pertinaz lluvia del miércoles y jueves. Concurrieron al "Campo de Loreto", sitio en el cual se han celebrado las ferias y fiestas, considerable número de comerciantes, sobresaliendo los que se dedican al ganado vacuno y lanar. En la carta —que no publicamos íntegra por carecer del espacio necesario— se tributan grandes elogios al laureado ‹gaitero de Libardón›, y á la banda municipal colunguesa, creada por el digno y celosísimo alcalde de Colunga, D. Prudencio Pérez Velasco (...)». La Unión Católica (Madrid, 25 de mayu de 1898, páx. 3) 
Pocu dempués síguense les sos actividaes como imaxe comercial de la sidra champán «El Hórreo», actuando a lo primero na feria muestres de Xixón de 1899: «Y entramos en la Plaza que está dando un alegrón al "espléndido" Dindurra (que no siempre ha de ser simpático é incansable), pues no hay dónde poner al ‹gaitero de Libardón›, que llega al circo con sus dos chicas (para él las quisiera), las cuales valen más que la sidra que expenden». El Noroeste (Xijón, 18 de agostu de 1899, páx. 2)
 Esta feria de muestres tien sonadía na prensa nacional, qu’amás, foi muncho más «suave» que los cronistes llocales col nuevu –n’aquel entoncies– y discutíu productu de la sidra champán: «Se han sacado infinidad de fotografías, con destino á multitud de periódicos, y yo me hice con una, quizá la mejor, para que los lectores de El Globo apreciaran en todo su mérito la instalación de los Hijos de Pablo Pérez, que ha de figurar honrosamente en la próxima Exposición Internacional de París. Para dar mayor realce y hacer más sugestiva esta instalación, dos graciosas y bellas colunguesas, Mercedes y Eugenia, ataviadas con el precioso traje del país, expenden copas de sidra bajo el "Hórreo"; y el célebre ‹gaitero de Libardón›, aldea perteneciente al concejo de Colunga, toca primorosamente la gaita asturiana, con la que se acompaña inspiradas coplas, que no son sino el anuncio del producto exquisito de esta provincia». El Globo (Madrid, 1 de setiembre de 1899, páx. 4)
 Al añu siguiente y col cambéu de centuria, la carrera de Ramón García da un saltu pergrande y tien ocasión d’actuar na Esposición Universal de París de 1900: «Dando frente al "Egipto" hay un modesto kiosco asturiano, que, siendo español, yo no quiero dejarlo atrás. Allí, entre una decoración de botellas figuradas, hay una gran provisión de botellas de verdadera sidra-champagne de Colunga (Asturias). Yo no sé si esta sidra será recomendable, y me abstengo de toda opinión; pero lo que no puedo negar es que las dos asturianas que lo venden son frescas y hermosas como los espléndidos valles cretenses, y que el gaitero que, sentado en los peldaños de una escalera lateral, luce su traje típico, su robustez asturiana y su destreza en el tañer, me arremolinó en la mente un manojo de recuerdos conmovedores que parecían perfumados con el rico aroma de las cuencas asturianas». La Ilustración española y americana (Madrid, 30 xunu de 1900, páx. 6) «Hay entre nuestros expositores para todos los gustos: como instalación curiosa lo es, en primer término, la de los “Hijos de Pablo Pérez”, de Colunga, que han llevado al “Trocadero” el mismo hórreo que, compuesto de más de diez mil botellas de sidra, expusieron en la última de Gijón. La especialidad de esta marca, que es indudablemente la primera de España, y el lujo de la instalación, la hacen punto de cita de muchos españoles y una de las atracciones de la gran feria». El Liberal (Madrid, 18 xunetu de 1900, páx. 2) Nesta Esposición Universal de París, «El Hórreo» algamó una de las poques medayes d’oru otorgaes pol xuráu de la so categoría ente otres sidres llegaes dende Asturies y País Vascu. Nun hai nengún memorándum de la esposición con datos alredor d’otros premios o medayes p’asturianos, incluyíos los que s’otorgaríen a los músicos ellí presentes, ente los que taba’l propiu Ramón García: «Espagne. —MM. Perez (les fils de Pablo), á Colunga; Veretera y Cangas, á Gigon, médailles d’or; Arias-Nachon et Cia, á Infiesto (province de Oviédo); Lacoiz-Quéta (Francisco), Navarté; Oteiza (Felipe), á Iriarte; Urgoiti (Ricardo de), á Rentéria, médailles de bronze; Garcia (Arguelles Braga), á La Felguéra, mention honorable». Rapports du Jury International. Groupe X, Aliments Deuxième partie. Cidres, Chapitre VI, páx. 547 La primer grabación d'un asturianu na historia de los rexistros sonoros protagonízala –precisamente– Ramón García en 1902, cuando la Sociedad Fonográfica Madrileña comercializa cilindros tipu Edison col tema Canteros de Covadonga (la Basílica taba acabante d’inaugurase nel 1901). Dende entós, róblense innumerables noticies onde s’afita que la figura de Ramón García tresciende los municipios asturianos, tanto como gaiteru oficial d’ún de los primeros concursos d’asturianada cellebraos nel Principáu: «(...) Y como ocurre siempre y ello es muy disculpable el auditorio se desbordó en entusiasmo al pisar el tablado las parejas de canto y baile asturiano y á su frente el popularísimo ‹gaitero de Libardón›, Ramón García. Los cantores de las sentidas "aldeanás" astures fueron "les moces, guapines toes", por cierto, Narcisa de La Abadía y Elvira Medina, que ganaron muy justificados aplausos; y el de Libardón huelga decir si fué ovacionado. Por cierto que ayer se "comprimió" bastante en cuanto á la "letra" de los cantares. Y así debe hacer siempre, porque si algo distingue á los bailes y cantares asturianos es la decencia y la honestidad. (...) Hoy se repite la fiesta y terminada ésta tendrá lugar la adjudicación de premios». El Popular (Xixón, 20 d’agostu de 1905, páx. 1) Asina como tamién alluendi les fronteres d’Asturies haza tol territoriu peninsular y ultramarín: «El famoso ‹gaitero de Libardón›, pulido y almibarado, aún puede ejercer funciones diplomáticas en el extranjero y América más eficaces que las de los mejor acreditados "profesionales" del protocolo. Su retrato ha corrido por todas las revistas ilustradas del mundo; su figura, no muy garbosa, habrá quitado el sueño quizá á alguna "miss" pudibunda y estrambótica. El de Libardón es un "vivo", que dirían en el Avapiés: el relato de su viaje y aventuras, sencillamente maravilloso. Por un concierto ¡de gaita, naturalmente! le dieron en Cuba ó Méjico "cuatro mil duros". Navascués, nuestro gran profesor de oboe (otra gaita un poco más artística) al oír esto, establece comparaciones para su "caña" lanzando melancólicos suspiros y entrecortadas frases de indignación. El ‹gaitero de Libardón› tiene su público, al que sabe manejar á su capricho, con malicias y artimañas de avezado artista: es como si dijéramos el Viñas de la gaita. Es infatigable en el ejercicio de su profesión, arreglada á la escena, teniendo cuerda para quince días en su apacible Caramillo y cuando canta recuerda "ligeramente" al veterano D. José Mesejo, en las jotas de "gañote". Tales son mis observaciones particularísimas sobre la figura más culminante de la "matinée" regional». El País (Madrid, 5 d’ochobre de 1908, páx. 3) Nesi mesmu añu, Ramón García entama delles xires por Hispanoamérica: «Luego de una "tournée" por Méjico y Cuba, donde conquistó frenéticos y calurosos aplausos, y sobre todo mucho dinero, dando conciertos de canto regional y tocando la gaita en los principales teatros, ha vuelto á su pueblo de Libardón, el ya famoso y popular gaitero conocido por dicho nombre. Como es de suponer, fue amable y espléndidamente obsequiado por nuestros compatriotas de la República cubana y del antiguo imperio de Moctezuma. Según hemos oído, halagado por el grande y franco éxito que alcanzó en dichas naciones, piensa muy en breve emprender un viaje hacia la América del Sur, visitando la Argentina y Chile donde cuenta con gran número de admiradores y amigos el simpático Ramón García». El Popular (XIxón, 12 de xineru de 1908, páx. 2) «Estando en el teatro de L’Habana pasó algo fuera de serie y el asuntu fue que salió-y una madreña disparada hacia una moza del públicu. Bueno pues allá se les compuso pa cantar una copluca improvisando y el teatro quería venise abajo de toles rises y los aplausos». Hai datos del so propiu grupu de bailladores asturianos: «Animadísimas, como siempre, han estado las de la Vega. En las regatas, á pesar de la tarde desapacible, infinidad de botes, y, claro está, infinidad de gente, habiendo quedado los premios entre la Vega y Abres. El ‹gaitero de Libardón› y las parejas de baile fueron los números que más poderosamente llamaron la atención en la verbena (...)». Castropol (Castropol, 20 d’agostu de 1908, páx. 6)
 Y tamién fai actuaciones con otros músicos como José Sánchez, conocíu como ‹El Tambor de la Abadía›: «La fiesta promete ser de lo más lucido y contribuirán á darla mayor realce el ‹tamboritero de la Abadía› y el ‹gaitero de Libardón›, al fin unidos, la nueva banda y algunos organillos. La gente joven puede prepararse á rendir culto á la diosa Terpsícore». El Noroeste (Xixón, 13 de xunetu de 1909, páx. 4)
 Con esta granible trayeutoria, nun ye d’extrañar que sea’l primer artista asturianu en roblar un contratu discográficu. Esti compromisu roblase’n Buenos Aires, pa onde va cola marca «Real Sidra Asturiana» (llagar de José Cima García, de Cualloto), cola mesma función que ficiera pa la sidre «El Hórreo» con anterioridá: «(...) el señor D. Ramón García y de otra parte "The Columbia Phonograph Co. General" de New York suscriben un contrato ante el escribano por el que el artista cede y transfiere la propiedad artística y/o literario y/o musical de todas las obras artísticas literarias o musicales que el señor Ramón García ha producido hasta la fecha y las que produzca de hoy en adelante hasta el 31 de diciembre de 1921». Documentu robláu énte notariu’l 27 de mayu de 1911 De fechu, Ramón García ‹El gaiteru Libardón› ye’l primer cantante n’amestar nes grabaciones elementos ayenos a los cantares. Los primeros exemplos tienen forma de publicidá de les firmes que-y paguen pa ello. Dempués, col pasar del tiempu va facer llargues dedicatories recitaes a la fin de cada grabación. Per exemplu: Tengo el gorgoberu enfermu / de soplar y más soplar, dame sidra d’El Gaiteru / pa poder continuar. Pa inflar el fuelle a la gaita / soplando pel cañaveru, hai que beber muncha sidra / de la marca d’El Gaiteru Sicasí, Ramón García nunca nun dexa d’ufrir actuaciones pela xeografía asturiana: «La verbena, que comenzará á las doce de la noche del 18, para terminar á las cinco de la mañana, reunirá los siguientes atractivos: Audiciones musicales á cargo de una banda militar, la municipal de Gijón y la particular de la Empresa de tranvías. Cinematógrafo público y "varietés". Concurso de bailes asturianos, amenizado por el célebre ‹gaitero de Libardón› y el no menos célebre ‹tambor de la Abadía›. Fuegos artificiales á cargo de un acreditado pirotécnico. Danza prima». El Noroeste (Xixón, 11 de xunetu de 1912, páx. 1) «Otra vez pasó aquí en Arroes, que ye onde nació y vivió de mozu, que apostó una caja sidra de les de antes (de 24 botelles) con otru vecín gaiteru [Cándido Pérez ‹Cañices›] a que podía tirase rodando por un práu abajo sin que la gaita dejara de sonar. ¡Y Libardón ganó la apuesta!. ¡Aquello yera la virxen!». Ramón García tien un granible catálogu discográficu, qu’entama colos primeros cilindros editaos pola Fonográfica Madrileña en 1902. Siete años dempués, el sellu Odeón pon en circulación comercial ventiún grabaciones (ente les qu’hai cuatro solos instrumentales de gaita), y nel 1912 la casa Columbia asoleya cuarenta rexistros que constitúin los sos caberos cantares grabaos. Ye vezu que Ramón García regrabe nel tiempu versiones estremaes de los mesmos temes (El Cantar de la Panoya, La del Herrero, etc.), o de qu’en primeres ediciones apaezan descartes de la propia discográfica (p.ex. hai una versión Odeón de «La Soberana» que foi descartada en postreres ediciones, y que sal como «Solo de gaita nº4» por un fallu d’impresión na primer tirada (nel Arxentina). Una rareza. El so facer discográficu acábase col acompañamientu instrumental que fai en 1930, en dellos discos editaos pola casa Parlophon, pa Joaquín Martínez ‹Xuacu de Sama›. L’heriede discográficu de Ramón García tien que valorase dientro del contestu históricu nel que se desendolca. Les sos interpretaciones son cantares populares y tradicionales, repartíos ente cantares montañeses (fastera de l’antigua Asturies de Santillana, asitiada anguaño na comunidá de Cantabria pelos valles perpendiculares al cantábricu dende’l Deva a la ensenada d’Astillero), asina como asturianaes y otres tipoloxíes. Tolos sos cantares tienen acompañamientu de gaita, qu’elli mesmu toca al empar que canta, con un rexistru de voz atenoráu, brillante y con un xeitu dialectal muy valoratible. La mayoría de los temes nun tresmiten una configuración estandarizada como patrones melódicos d’asturianada, nin tampocu tienen el necesariu seguimientu por sucesives xeneraciones de cantantes d’asturianada como pa constituyir patrones melódicos. Nesti sentíu, nosotros albidramos a Ramón García como un pioneru del xéneru y magar que les sos grabaciones sean un puntu de partida pa variantes subsiguientes d’asturianada tradicional –amén del so bultable ésitu comercial–, como Soy del Hoyo, Praviana, La Langreana, etc., l’estilu de les sos interpretaciones, xiros y melismes nun son homoxéneos ni tan estandarizaos. A la escontra, más bien paecen los d’un gran improvisador: un rapsoda que fai creaciones al traviés d’elementos de la canción popular de la so dómina qu’amiesta con estraordinaria imaxinación p’algamar importante sonadía ente las capes populares y les más altes esferes (davezu s’integraría dientro del círculu personal del rei Alfonso XIII). Dixitalización asoleyada en 2024 dientro del llibru Nel Cantu la Memoria de Héctor Braga Corral, premiu d’ensayu «Máximo Fuertes Acevedo» en llingua asturiana. 1912
  • Aires Gallegos
    HB9_64.mp3
    Columbia - Nueva York
    Música Tradicional
    Archivu de la Música Tradicional
    Patrimonio Cultural Inmaterial
    Cantares
    Asturianada
    Muñeiras
    Bailes
    Gaita
    Discos de gramófonu
    El Gaiteru Libardón
    Aires Gallegos [Los gallegos en Galicia cuando van a procesión] (asturianada con gaita asturiana) [grabación sonora] / interpretación, Ramón García Tuero, ‹El Gaiteru Libardón› (Arroes, 1864 - Colunga, 1932); recopilación y dixitalización, Héctor Braga Corral. – Héctor Braga Corral (ed.), 1912. Grabación orixinal en discu comercial de pizarra de 78 revoluciones per minutu, marca Odeón, referencia C 2179 y matriz S 40 con primer fecha de circulación comercial en 1912. Esti históricu artista, natural del pueblu maliayu d’Arroes, ye’l primer profesional de la música asturiana en vivir namás del so arte. Gaiteru y cantante de formación autodidacta, la so amistá col cura párrocu de Lliberdón (parroquia onde casó y pa la que se tresllada a vivir), da-y ocasión pa deprender a lleer música y tocar instrumentos como l’harmoniu. Ye curiosa la hestoria alredor de la primer gaita qu’algamó a tocar, por soscripción popular: «De chavalín, la madera pa face-y una gaita fueron a guetala dellos vecinos d’Arroes a una finca privada de los Valaterra, en Xixón, que tenía unes mates d’un boxe buenísimu. Pero había un par de mastines guardando la finca que metíen miéu. Bono, pues tornaron otra nueche con una perra en celu. Amarráronla na portiella d’entrada y fueron per detrás a cortar el boxe mientres los mastines taben alrodiu la perra. D’ehí salió la madera pa la primer gaita que tuvo Libardón». El casu ye que Ramón García entama la so carrera nel ámbitu llocal, y pa finales del sieglu XIX yá s’espeya la so popularidá na comarca y redolada, mesmo en semeyes (Baltasar Cue) como na prensa de la dómina: «Según carta que recibimos de Colunga (Asturias), las ferias y fiestas celebradas el miércoles, jueves y viernes han estado sumamente concurridas, desluciéndolas un poco la pertinaz lluvia del miércoles y jueves. Concurrieron al "Campo de Loreto", sitio en el cual se han celebrado las ferias y fiestas, considerable número de comerciantes, sobresaliendo los que se dedican al ganado vacuno y lanar. En la carta —que no publicamos íntegra por carecer del espacio necesario— se tributan grandes elogios al laureado ‹gaitero de Libardón›, y á la banda municipal colunguesa, creada por el digno y celosísimo alcalde de Colunga, D. Prudencio Pérez Velasco (...)». La Unión Católica (Madrid, 25 de mayu de 1898, páx. 3) 
Pocu dempués síguense les sos actividaes como imaxe comercial de la sidra champán «El Hórreo», actuando a lo primero na feria muestres de Xixón de 1899: «Y entramos en la Plaza que está dando un alegrón al "espléndido" Dindurra (que no siempre ha de ser simpático é incansable), pues no hay dónde poner al ‹gaitero de Libardón›, que llega al circo con sus dos chicas (para él las quisiera), las cuales valen más que la sidra que expenden». El Noroeste (Xijón, 18 de agostu de 1899, páx. 2)
 Esta feria de muestres tien sonadía na prensa nacional, qu’amás, foi muncho más «suave» que los cronistes llocales col nuevu –n’aquel entoncies– y discutíu productu de la sidra champán: «Se han sacado infinidad de fotografías, con destino á multitud de periódicos, y yo me hice con una, quizá la mejor, para que los lectores de El Globo apreciaran en todo su mérito la instalación de los Hijos de Pablo Pérez, que ha de figurar honrosamente en la próxima Exposición Internacional de París. Para dar mayor realce y hacer más sugestiva esta instalación, dos graciosas y bellas colunguesas, Mercedes y Eugenia, ataviadas con el precioso traje del país, expenden copas de sidra bajo el "Hórreo"; y el célebre ‹gaitero de Libardón›, aldea perteneciente al concejo de Colunga, toca primorosamente la gaita asturiana, con la que se acompaña inspiradas coplas, que no son sino el anuncio del producto exquisito de esta provincia». El Globo (Madrid, 1 de setiembre de 1899, páx. 4)
 Al añu siguiente y col cambéu de centuria, la carrera de Ramón García da un saltu pergrande y tien ocasión d’actuar na Esposición Universal de París de 1900: «Dando frente al "Egipto" hay un modesto kiosco asturiano, que, siendo español, yo no quiero dejarlo atrás. Allí, entre una decoración de botellas figuradas, hay una gran provisión de botellas de verdadera sidra-champagne de Colunga (Asturias). Yo no sé si esta sidra será recomendable, y me abstengo de toda opinión; pero lo que no puedo negar es que las dos asturianas que lo venden son frescas y hermosas como los espléndidos valles cretenses, y que el gaitero que, sentado en los peldaños de una escalera lateral, luce su traje típico, su robustez asturiana y su destreza en el tañer, me arremolinó en la mente un manojo de recuerdos conmovedores que parecían perfumados con el rico aroma de las cuencas asturianas». La Ilustración española y americana (Madrid, 30 xunu de 1900, páx. 6) «Hay entre nuestros expositores para todos los gustos: como instalación curiosa lo es, en primer término, la de los “Hijos de Pablo Pérez”, de Colunga, que han llevado al “Trocadero” el mismo hórreo que, compuesto de más de diez mil botellas de sidra, expusieron en la última de Gijón. La especialidad de esta marca, que es indudablemente la primera de España, y el lujo de la instalación, la hacen punto de cita de muchos españoles y una de las atracciones de la gran feria». El Liberal (Madrid, 18 xunetu de 1900, páx. 2) Nesta Esposición Universal de París, «El Hórreo» algamó una de las poques medayes d’oru otorgaes pol xuráu de la so categoría ente otres sidres llegaes dende Asturies y País Vascu. Nun hai nengún memorándum de la esposición con datos alredor d’otros premios o medayes p’asturianos, incluyíos los que s’otorgaríen a los músicos ellí presentes, ente los que taba’l propiu Ramón García: «Espagne. —MM. Perez (les fils de Pablo), á Colunga; Veretera y Cangas, á Gigon, médailles d’or; Arias-Nachon et Cia, á Infiesto (province de Oviédo); Lacoiz-Quéta (Francisco), Navarté; Oteiza (Felipe), á Iriarte; Urgoiti (Ricardo de), á Rentéria, médailles de bronze; Garcia (Arguelles Braga), á La Felguéra, mention honorable». Rapports du Jury International. Groupe X, Aliments Deuxième partie. Cidres, Chapitre VI, páx. 547 La primer grabación d'un asturianu na historia de los rexistros sonoros protagonízala –precisamente– Ramón García en 1902, cuando la Sociedad Fonográfica Madrileña comercializa cilindros tipu Edison col tema Canteros de Covadonga (la Basílica taba acabante d’inaugurase nel 1901). Dende entós, róblense innumerables noticies onde s’afita que la figura de Ramón García tresciende los municipios asturianos, tanto como gaiteru oficial d’ún de los primeros concursos d’asturianada cellebraos nel Principáu: «(...) Y como ocurre siempre y ello es muy disculpable el auditorio se desbordó en entusiasmo al pisar el tablado las parejas de canto y baile asturiano y á su frente el popularísimo ‹gaitero de Libardón›, Ramón García. Los cantores de las sentidas "aldeanás" astures fueron "les moces, guapines toes", por cierto, Narcisa de La Abadía y Elvira Medina, que ganaron muy justificados aplausos; y el de Libardón huelga decir si fué ovacionado. Por cierto que ayer se "comprimió" bastante en cuanto á la "letra" de los cantares. Y así debe hacer siempre, porque si algo distingue á los bailes y cantares asturianos es la decencia y la honestidad. (...) Hoy se repite la fiesta y terminada ésta tendrá lugar la adjudicación de premios». El Popular (Xixón, 20 d’agostu de 1905, páx. 1) Asina como tamién alluendi les fronteres d’Asturies haza tol territoriu peninsular y ultramarín: «El famoso ‹gaitero de Libardón›, pulido y almibarado, aún puede ejercer funciones diplomáticas en el extranjero y América más eficaces que las de los mejor acreditados "profesionales" del protocolo. Su retrato ha corrido por todas las revistas ilustradas del mundo; su figura, no muy garbosa, habrá quitado el sueño quizá á alguna "miss" pudibunda y estrambótica. El de Libardón es un "vivo", que dirían en el Avapiés: el relato de su viaje y aventuras, sencillamente maravilloso. Por un concierto ¡de gaita, naturalmente! le dieron en Cuba ó Méjico "cuatro mil duros". Navascués, nuestro gran profesor de oboe (otra gaita un poco más artística) al oír esto, establece comparaciones para su "caña" lanzando melancólicos suspiros y entrecortadas frases de indignación. El ‹gaitero de Libardón› tiene su público, al que sabe manejar á su capricho, con malicias y artimañas de avezado artista: es como si dijéramos el Viñas de la gaita. Es infatigable en el ejercicio de su profesión, arreglada á la escena, teniendo cuerda para quince días en su apacible Caramillo y cuando canta recuerda "ligeramente" al veterano D. José Mesejo, en las jotas de "gañote". Tales son mis observaciones particularísimas sobre la figura más culminante de la "matinée" regional». El País (Madrid, 5 d’ochobre de 1908, páx. 3) Nesi mesmu añu, Ramón García entama delles xires por Hispanoamérica: «Luego de una "tournée" por Méjico y Cuba, donde conquistó frenéticos y calurosos aplausos, y sobre todo mucho dinero, dando conciertos de canto regional y tocando la gaita en los principales teatros, ha vuelto á su pueblo de Libardón, el ya famoso y popular gaitero conocido por dicho nombre. Como es de suponer, fue amable y espléndidamente obsequiado por nuestros compatriotas de la República cubana y del antiguo imperio de Moctezuma. Según hemos oído, halagado por el grande y franco éxito que alcanzó en dichas naciones, piensa muy en breve emprender un viaje hacia la América del Sur, visitando la Argentina y Chile donde cuenta con gran número de admiradores y amigos el simpático Ramón García». El Popular (XIxón, 12 de xineru de 1908, páx. 2) «Estando en el teatro de L’Habana pasó algo fuera de serie y el asuntu fue que salió-y una madreña disparada hacia una moza del públicu. Bueno pues allá se les compuso pa cantar una copluca improvisando y el teatro quería venise abajo de toles rises y los aplausos». Hai datos del so propiu grupu de bailladores asturianos: «Animadísimas, como siempre, han estado las de la Vega. En las regatas, á pesar de la tarde desapacible, infinidad de botes, y, claro está, infinidad de gente, habiendo quedado los premios entre la Vega y Abres. El ‹gaitero de Libardón› y las parejas de baile fueron los números que más poderosamente llamaron la atención en la verbena (...)». Castropol (Castropol, 20 d’agostu de 1908, páx. 6)
 Y tamién fai actuaciones con otros músicos como José Sánchez, conocíu como ‹El Tambor de la Abadía›: «La fiesta promete ser de lo más lucido y contribuirán á darla mayor realce el ‹tamboritero de la Abadía› y el ‹gaitero de Libardón›, al fin unidos, la nueva banda y algunos organillos. La gente joven puede prepararse á rendir culto á la diosa Terpsícore». El Noroeste (Xixón, 13 de xunetu de 1909, páx. 4)
 Con esta granible trayeutoria, nun ye d’extrañar que sea’l primer artista asturianu en roblar un contratu discográficu. Esti compromisu roblase’n Buenos Aires, pa onde va cola marca «Real Sidra Asturiana» (llagar de José Cima García, de Cualloto), cola mesma función que ficiera pa la sidre «El Hórreo» con anterioridá: «(...) el señor D. Ramón García y de otra parte "The Columbia Phonograph Co. General" de New York suscriben un contrato ante el escribano por el que el artista cede y transfiere la propiedad artística y/o literario y/o musical de todas las obras artísticas literarias o musicales que el señor Ramón García ha producido hasta la fecha y las que produzca de hoy en adelante hasta el 31 de diciembre de 1921». Documentu robláu énte notariu’l 27 de mayu de 1911 De fechu, Ramón García ‹El gaiteru Libardón› ye’l primer cantante n’amestar nes grabaciones elementos ayenos a los cantares. Los primeros exemplos tienen forma de publicidá de les firmes que-y paguen pa ello. Dempués, col pasar del tiempu va facer llargues dedicatories recitaes a la fin de cada grabación. Per exemplu: Tengo el gorgoberu enfermu / de soplar y más soplar, dame sidra d’El Gaiteru / pa poder continuar. Pa inflar el fuelle a la gaita / soplando pel cañaveru, hai que beber muncha sidra / de la marca d’El Gaiteru Sicasí, Ramón García nunca nun dexa d’ufrir actuaciones pela xeografía asturiana: «La verbena, que comenzará á las doce de la noche del 18, para terminar á las cinco de la mañana, reunirá los siguientes atractivos: Audiciones musicales á cargo de una banda militar, la municipal de Gijón y la particular de la Empresa de tranvías. Cinematógrafo público y "varietés". Concurso de bailes asturianos, amenizado por el célebre ‹gaitero de Libardón› y el no menos célebre ‹tambor de la Abadía›. Fuegos artificiales á cargo de un acreditado pirotécnico. Danza prima». El Noroeste (Xixón, 11 de xunetu de 1912, páx. 1) «Otra vez pasó aquí en Arroes, que ye onde nació y vivió de mozu, que apostó una caja sidra de les de antes (de 24 botelles) con otru vecín gaiteru [Cándido Pérez ‹Cañices›] a que podía tirase rodando por un práu abajo sin que la gaita dejara de sonar. ¡Y Libardón ganó la apuesta!. ¡Aquello yera la virxen!». Ramón García tien un granible catálogu discográficu, qu’entama colos primeros cilindros editaos pola Fonográfica Madrileña en 1902. Siete años dempués, el sellu Odeón pon en circulación comercial ventiún grabaciones (ente les qu’hai cuatro solos instrumentales de gaita), y nel 1912 la casa Columbia asoleya cuarenta rexistros que constitúin los sos caberos cantares grabaos. Ye vezu que Ramón García regrabe nel tiempu versiones estremaes de los mesmos temes (El Cantar de la Panoya, La del Herrero, etc.), o de qu’en primeres ediciones apaezan descartes de la propia discográfica (p.ex. hai una versión Odeón de «La Soberana» que foi descartada en postreres ediciones, y que sal como «Solo de gaita nº4» por un fallu d’impresión na primer tirada (nel Arxentina). Una rareza. El so facer discográficu acábase col acompañamientu instrumental que fai en 1930, en dellos discos editaos pola casa Parlophon, pa Joaquín Martínez ‹Xuacu de Sama›. L’heriede discográficu de Ramón García tien que valorase dientro del contestu históricu nel que se desendolca. Les sos interpretaciones son cantares populares y tradicionales, repartíos ente cantares montañeses (fastera de l’antigua Asturies de Santillana, asitiada anguaño na comunidá de Cantabria pelos valles perpendiculares al cantábricu dende’l Deva a la ensenada d’Astillero), asina como asturianaes y otres tipoloxíes. Tolos sos cantares tienen acompañamientu de gaita, qu’elli mesmu toca al empar que canta, con un rexistru de voz atenoráu, brillante y con un xeitu dialectal muy valoratible. La mayoría de los temes nun tresmiten una configuración estandarizada como patrones melódicos d’asturianada, nin tampocu tienen el necesariu seguimientu por sucesives xeneraciones de cantantes d’asturianada como pa constituyir patrones melódicos. Nesti sentíu, nosotros albidramos a Ramón García como un pioneru del xéneru y magar que les sos grabaciones sean un puntu de partida pa variantes subsiguientes d’asturianada tradicional –amén del so bultable ésitu comercial–, como Soy del Hoyo, Praviana, La Langreana, etc., l’estilu de les sos interpretaciones, xiros y melismes nun son homoxéneos ni tan estandarizaos. A la escontra, más bien paecen los d’un gran improvisador: un rapsoda que fai creaciones al traviés d’elementos de la canción popular de la so dómina qu’amiesta con estraordinaria imaxinación p’algamar importante sonadía ente las capes populares y les más altes esferes (davezu s’integraría dientro del círculu personal del rei Alfonso XIII). Dixitalización asoleyada en 2024 dientro del llibru Nel Cantu la Memoria de Héctor Braga Corral, premiu d’ensayu «Máximo Fuertes Acevedo» en llingua asturiana. 1912 / AMT 2024
  • Giraldilla asturiana
    HB9_63.mp3
    Columbia - Nueva York
    Música Tradicional
    Archivu de la Música Tradicional
    Patrimonio Cultural Inmaterial
    Cantares
    Asturianada
    Giraldillas
    Xirandiyes
    Bailes
    Gaita
    Discos de gramófonu
    El Gaiteru Libardón
    Giraldilla asturiana [En Oviedo nun me caso] (asturianada con gaita asturiana) [grabación sonora] / interpretación, Ramón García Tuero, ‹El Gaiteru Libardón› (Arroes, 1864 - Colunga, 1932); recopilación y dixitalización, Héctor Braga Corral. – Héctor Braga Corral (ed.), 1912. Grabación orixinal en discu comercial de pizarra de 78 revoluciones per minutu, marca Odeón, referencia C 2170 y matriz S 22 con primer fecha de circulación comercial en 1912. Esti históricu artista, natural del pueblu maliayu d’Arroes, ye’l primer profesional de la música asturiana en vivir namás del so arte. Gaiteru y cantante de formación autodidacta, la so amistá col cura párrocu de Lliberdón (parroquia onde casó y pa la que se tresllada a vivir), da-y ocasión pa deprender a lleer música y tocar instrumentos como l’harmoniu. Ye curiosa la hestoria alredor de la primer gaita qu’algamó a tocar, por soscripción popular: «De chavalín, la madera pa face-y una gaita fueron a guetala dellos vecinos d’Arroes a una finca privada de los Valaterra, en Xixón, que tenía unes mates d’un boxe buenísimu. Pero había un par de mastines guardando la finca que metíen miéu. Bono, pues tornaron otra nueche con una perra en celu. Amarráronla na portiella d’entrada y fueron per detrás a cortar el boxe mientres los mastines taben alrodiu la perra. D’ehí salió la madera pa la primer gaita que tuvo Libardón». El casu ye que Ramón García entama la so carrera nel ámbitu llocal, y pa finales del sieglu XIX yá s’espeya la so popularidá na comarca y redolada, mesmo en semeyes (Baltasar Cue) como na prensa de la dómina: «Según carta que recibimos de Colunga (Asturias), las ferias y fiestas celebradas el miércoles, jueves y viernes han estado sumamente concurridas, desluciéndolas un poco la pertinaz lluvia del miércoles y jueves. Concurrieron al "Campo de Loreto", sitio en el cual se han celebrado las ferias y fiestas, considerable número de comerciantes, sobresaliendo los que se dedican al ganado vacuno y lanar. En la carta —que no publicamos íntegra por carecer del espacio necesario— se tributan grandes elogios al laureado ‹gaitero de Libardón›, y á la banda municipal colunguesa, creada por el digno y celosísimo alcalde de Colunga, D. Prudencio Pérez Velasco (...)». La Unión Católica (Madrid, 25 de mayu de 1898, páx. 3) 
Pocu dempués síguense les sos actividaes como imaxe comercial de la sidra champán «El Hórreo», actuando a lo primero na feria muestres de Xixón de 1899: «Y entramos en la Plaza que está dando un alegrón al "espléndido" Dindurra (que no siempre ha de ser simpático é incansable), pues no hay dónde poner al ‹gaitero de Libardón›, que llega al circo con sus dos chicas (para él las quisiera), las cuales valen más que la sidra que expenden». El Noroeste (Xijón, 18 de agostu de 1899, páx. 2)
 Esta feria de muestres tien sonadía na prensa nacional, qu’amás, foi muncho más «suave» que los cronistes llocales col nuevu –n’aquel entoncies– y discutíu productu de la sidra champán: «Se han sacado infinidad de fotografías, con destino á multitud de periódicos, y yo me hice con una, quizá la mejor, para que los lectores de El Globo apreciaran en todo su mérito la instalación de los Hijos de Pablo Pérez, que ha de figurar honrosamente en la próxima Exposición Internacional de París. Para dar mayor realce y hacer más sugestiva esta instalación, dos graciosas y bellas colunguesas, Mercedes y Eugenia, ataviadas con el precioso traje del país, expenden copas de sidra bajo el "Hórreo"; y el célebre ‹gaitero de Libardón›, aldea perteneciente al concejo de Colunga, toca primorosamente la gaita asturiana, con la que se acompaña inspiradas coplas, que no son sino el anuncio del producto exquisito de esta provincia». El Globo (Madrid, 1 de setiembre de 1899, páx. 4)
 Al añu siguiente y col cambéu de centuria, la carrera de Ramón García da un saltu pergrande y tien ocasión d’actuar na Esposición Universal de París de 1900: «Dando frente al "Egipto" hay un modesto kiosco asturiano, que, siendo español, yo no quiero dejarlo atrás. Allí, entre una decoración de botellas figuradas, hay una gran provisión de botellas de verdadera sidra-champagne de Colunga (Asturias). Yo no sé si esta sidra será recomendable, y me abstengo de toda opinión; pero lo que no puedo negar es que las dos asturianas que lo venden son frescas y hermosas como los espléndidos valles cretenses, y que el gaitero que, sentado en los peldaños de una escalera lateral, luce su traje típico, su robustez asturiana y su destreza en el tañer, me arremolinó en la mente un manojo de recuerdos conmovedores que parecían perfumados con el rico aroma de las cuencas asturianas». La Ilustración española y americana (Madrid, 30 xunu de 1900, páx. 6) «Hay entre nuestros expositores para todos los gustos: como instalación curiosa lo es, en primer término, la de los “Hijos de Pablo Pérez”, de Colunga, que han llevado al “Trocadero” el mismo hórreo que, compuesto de más de diez mil botellas de sidra, expusieron en la última de Gijón. La especialidad de esta marca, que es indudablemente la primera de España, y el lujo de la instalación, la hacen punto de cita de muchos españoles y una de las atracciones de la gran feria». El Liberal (Madrid, 18 xunetu de 1900, páx. 2) Nesta Esposición Universal de París, «El Hórreo» algamó una de las poques medayes d’oru otorgaes pol xuráu de la so categoría ente otres sidres llegaes dende Asturies y País Vascu. Nun hai nengún memorándum de la esposición con datos alredor d’otros premios o medayes p’asturianos, incluyíos los que s’otorgaríen a los músicos ellí presentes, ente los que taba’l propiu Ramón García: «Espagne. —MM. Perez (les fils de Pablo), á Colunga; Veretera y Cangas, á Gigon, médailles d’or; Arias-Nachon et Cia, á Infiesto (province de Oviédo); Lacoiz-Quéta (Francisco), Navarté; Oteiza (Felipe), á Iriarte; Urgoiti (Ricardo de), á Rentéria, médailles de bronze; Garcia (Arguelles Braga), á La Felguéra, mention honorable». Rapports du Jury International. Groupe X, Aliments Deuxième partie. Cidres, Chapitre VI, páx. 547 La primer grabación d'un asturianu na historia de los rexistros sonoros protagonízala –precisamente– Ramón García en 1902, cuando la Sociedad Fonográfica Madrileña comercializa cilindros tipu Edison col tema Canteros de Covadonga (la Basílica taba acabante d’inaugurase nel 1901). Dende entós, róblense innumerables noticies onde s’afita que la figura de Ramón García tresciende los municipios asturianos, tanto como gaiteru oficial d’ún de los primeros concursos d’asturianada cellebraos nel Principáu: «(...) Y como ocurre siempre y ello es muy disculpable el auditorio se desbordó en entusiasmo al pisar el tablado las parejas de canto y baile asturiano y á su frente el popularísimo ‹gaitero de Libardón›, Ramón García. Los cantores de las sentidas "aldeanás" astures fueron "les moces, guapines toes", por cierto, Narcisa de La Abadía y Elvira Medina, que ganaron muy justificados aplausos; y el de Libardón huelga decir si fué ovacionado. Por cierto que ayer se "comprimió" bastante en cuanto á la "letra" de los cantares. Y así debe hacer siempre, porque si algo distingue á los bailes y cantares asturianos es la decencia y la honestidad. (...) Hoy se repite la fiesta y terminada ésta tendrá lugar la adjudicación de premios». El Popular (Xixón, 20 d’agostu de 1905, páx. 1) Asina como tamién alluendi les fronteres d’Asturies haza tol territoriu peninsular y ultramarín: «El famoso ‹gaitero de Libardón›, pulido y almibarado, aún puede ejercer funciones diplomáticas en el extranjero y América más eficaces que las de los mejor acreditados "profesionales" del protocolo. Su retrato ha corrido por todas las revistas ilustradas del mundo; su figura, no muy garbosa, habrá quitado el sueño quizá á alguna "miss" pudibunda y estrambótica. El de Libardón es un "vivo", que dirían en el Avapiés: el relato de su viaje y aventuras, sencillamente maravilloso. Por un concierto ¡de gaita, naturalmente! le dieron en Cuba ó Méjico "cuatro mil duros". Navascués, nuestro gran profesor de oboe (otra gaita un poco más artística) al oír esto, establece comparaciones para su "caña" lanzando melancólicos suspiros y entrecortadas frases de indignación. El ‹gaitero de Libardón› tiene su público, al que sabe manejar á su capricho, con malicias y artimañas de avezado artista: es como si dijéramos el Viñas de la gaita. Es infatigable en el ejercicio de su profesión, arreglada á la escena, teniendo cuerda para quince días en su apacible Caramillo y cuando canta recuerda "ligeramente" al veterano D. José Mesejo, en las jotas de "gañote". Tales son mis observaciones particularísimas sobre la figura más culminante de la "matinée" regional». El País (Madrid, 5 d’ochobre de 1908, páx. 3) Nesi mesmu añu, Ramón García entama delles xires por Hispanoamérica: «Luego de una "tournée" por Méjico y Cuba, donde conquistó frenéticos y calurosos aplausos, y sobre todo mucho dinero, dando conciertos de canto regional y tocando la gaita en los principales teatros, ha vuelto á su pueblo de Libardón, el ya famoso y popular gaitero conocido por dicho nombre. Como es de suponer, fue amable y espléndidamente obsequiado por nuestros compatriotas de la República cubana y del antiguo imperio de Moctezuma. Según hemos oído, halagado por el grande y franco éxito que alcanzó en dichas naciones, piensa muy en breve emprender un viaje hacia la América del Sur, visitando la Argentina y Chile donde cuenta con gran número de admiradores y amigos el simpático Ramón García». El Popular (XIxón, 12 de xineru de 1908, páx. 2) «Estando en el teatro de L’Habana pasó algo fuera de serie y el asuntu fue que salió-y una madreña disparada hacia una moza del públicu. Bueno pues allá se les compuso pa cantar una copluca improvisando y el teatro quería venise abajo de toles rises y los aplausos». Hai datos del so propiu grupu de bailladores asturianos: «Animadísimas, como siempre, han estado las de la Vega. En las regatas, á pesar de la tarde desapacible, infinidad de botes, y, claro está, infinidad de gente, habiendo quedado los premios entre la Vega y Abres. El ‹gaitero de Libardón› y las parejas de baile fueron los números que más poderosamente llamaron la atención en la verbena (...)». Castropol (Castropol, 20 d’agostu de 1908, páx. 6)
 Y tamién fai actuaciones con otros músicos como José Sánchez, conocíu como ‹El Tambor de la Abadía›: «La fiesta promete ser de lo más lucido y contribuirán á darla mayor realce el ‹tamboritero de la Abadía› y el ‹gaitero de Libardón›, al fin unidos, la nueva banda y algunos organillos. La gente joven puede prepararse á rendir culto á la diosa Terpsícore». El Noroeste (Xixón, 13 de xunetu de 1909, páx. 4)
 Con esta granible trayeutoria, nun ye d’extrañar que sea’l primer artista asturianu en roblar un contratu discográficu. Esti compromisu roblase’n Buenos Aires, pa onde va cola marca «Real Sidra Asturiana» (llagar de José Cima García, de Cualloto), cola mesma función que ficiera pa la sidre «El Hórreo» con anterioridá: «(...) el señor D. Ramón García y de otra parte "The Columbia Phonograph Co. General" de New York suscriben un contrato ante el escribano por el que el artista cede y transfiere la propiedad artística y/o literario y/o musical de todas las obras artísticas literarias o musicales que el señor Ramón García ha producido hasta la fecha y las que produzca de hoy en adelante hasta el 31 de diciembre de 1921». Documentu robláu énte notariu’l 27 de mayu de 1911 De fechu, Ramón García ‹El gaiteru Libardón› ye’l primer cantante n’amestar nes grabaciones elementos ayenos a los cantares. Los primeros exemplos tienen forma de publicidá de les firmes que-y paguen pa ello. Dempués, col pasar del tiempu va facer llargues dedicatories recitaes a la fin de cada grabación. Per exemplu: Tengo el gorgoberu enfermu / de soplar y más soplar, dame sidra d’El Gaiteru / pa poder continuar. Pa inflar el fuelle a la gaita / soplando pel cañaveru, hai que beber muncha sidra / de la marca d’El Gaiteru Sicasí, Ramón García nunca nun dexa d’ufrir actuaciones pela xeografía asturiana: «La verbena, que comenzará á las doce de la noche del 18, para terminar á las cinco de la mañana, reunirá los siguientes atractivos: Audiciones musicales á cargo de una banda militar, la municipal de Gijón y la particular de la Empresa de tranvías. Cinematógrafo público y "varietés". Concurso de bailes asturianos, amenizado por el célebre ‹gaitero de Libardón› y el no menos célebre ‹tambor de la Abadía›. Fuegos artificiales á cargo de un acreditado pirotécnico. Danza prima». El Noroeste (Xixón, 11 de xunetu de 1912, páx. 1) «Otra vez pasó aquí en Arroes, que ye onde nació y vivió de mozu, que apostó una caja sidra de les de antes (de 24 botelles) con otru vecín gaiteru [Cándido Pérez ‹Cañices›] a que podía tirase rodando por un práu abajo sin que la gaita dejara de sonar. ¡Y Libardón ganó la apuesta!. ¡Aquello yera la virxen!». Ramón García tien un granible catálogu discográficu, qu’entama colos primeros cilindros editaos pola Fonográfica Madrileña en 1902. Siete años dempués, el sellu Odeón pon en circulación comercial ventiún grabaciones (ente les qu’hai cuatro solos instrumentales de gaita), y nel 1912 la casa Columbia asoleya cuarenta rexistros que constitúin los sos caberos cantares grabaos. Ye vezu que Ramón García regrabe nel tiempu versiones estremaes de los mesmos temes (El Cantar de la Panoya, La del Herrero, etc.), o de qu’en primeres ediciones apaezan descartes de la propia discográfica (p.ex. hai una versión Odeón de «La Soberana» que foi descartada en postreres ediciones, y que sal como «Solo de gaita nº4» por un fallu d’impresión na primer tirada (nel Arxentina). Una rareza. El so facer discográficu acábase col acompañamientu instrumental que fai en 1930, en dellos discos editaos pola casa Parlophon, pa Joaquín Martínez ‹Xuacu de Sama›. L’heriede discográficu de Ramón García tien que valorase dientro del contestu históricu nel que se desendolca. Les sos interpretaciones son cantares populares y tradicionales, repartíos ente cantares montañeses (fastera de l’antigua Asturies de Santillana, asitiada anguaño na comunidá de Cantabria pelos valles perpendiculares al cantábricu dende’l Deva a la ensenada d’Astillero), asina como asturianaes y otres tipoloxíes. Tolos sos cantares tienen acompañamientu de gaita, qu’elli mesmu toca al empar que canta, con un rexistru de voz atenoráu, brillante y con un xeitu dialectal muy valoratible. La mayoría de los temes nun tresmiten una configuración estandarizada como patrones melódicos d’asturianada, nin tampocu tienen el necesariu seguimientu por sucesives xeneraciones de cantantes d’asturianada como pa constituyir patrones melódicos. Nesti sentíu, nosotros albidramos a Ramón García como un pioneru del xéneru y magar que les sos grabaciones sean un puntu de partida pa variantes subsiguientes d’asturianada tradicional –amén del so bultable ésitu comercial–, como Soy del Hoyo, Praviana, La Langreana, etc., l’estilu de les sos interpretaciones, xiros y melismes nun son homoxéneos ni tan estandarizaos. A la escontra, más bien paecen los d’un gran improvisador: un rapsoda que fai creaciones al traviés d’elementos de la canción popular de la so dómina qu’amiesta con estraordinaria imaxinación p’algamar importante sonadía ente las capes populares y les más altes esferes (davezu s’integraría dientro del círculu personal del rei Alfonso XIII). Dixitalización asoleyada en 2024 dientro del llibru Nel Cantu la Memoria de Héctor Braga Corral, premiu d’ensayu «Máximo Fuertes Acevedo» en llingua asturiana. 1912 / AMT 2024
  • La Virgen de Covadonga
    HB9_62.mp3
    Columbia - Nueva York
    Música Tradicional
    Archivu de la Música Tradicional
    Patrimonio Cultural Inmaterial
    Cantares
    Asturianada
    Gaita
    Discos de gramófonu
    El Gaiteru Libardón
    La Virgen de Covadonga [La Virgen de Covadonga ye piquiñina y galana] (asturianada con gaita asturiana) [grabación sonora] / interpretación, Ramón García Tuero, ‹El Gaiteru Libardón› (Arroes, 1864 - Colunga, 1932); recopilación y dixitalización, Héctor Braga Corral. – Héctor Braga Corral (ed.), 1912. Grabación orixinal en discu comercial de pizarra de 78 revoluciones per minutu, marca Odeón, referencia C 2162 y matriz S 6 con primer fecha de circulación comercial en 1912. Esti históricu artista, natural del pueblu maliayu d’Arroes, ye’l primer profesional de la música asturiana en vivir namás del so arte. Gaiteru y cantante de formación autodidacta, la so amistá col cura párrocu de Lliberdón (parroquia onde casó y pa la que se tresllada a vivir), da-y ocasión pa deprender a lleer música y tocar instrumentos como l’harmoniu. Ye curiosa la hestoria alredor de la primer gaita qu’algamó a tocar, por soscripción popular: «De chavalín, la madera pa face-y una gaita fueron a guetala dellos vecinos d’Arroes a una finca privada de los Valaterra, en Xixón, que tenía unes mates d’un boxe buenísimu. Pero había un par de mastines guardando la finca que metíen miéu. Bono, pues tornaron otra nueche con una perra en celu. Amarráronla na portiella d’entrada y fueron per detrás a cortar el boxe mientres los mastines taben alrodiu la perra. D’ehí salió la madera pa la primer gaita que tuvo Libardón». El casu ye que Ramón García entama la so carrera nel ámbitu llocal, y pa finales del sieglu XIX yá s’espeya la so popularidá na comarca y redolada, mesmo en semeyes (Baltasar Cue) como na prensa de la dómina: «Según carta que recibimos de Colunga (Asturias), las ferias y fiestas celebradas el miércoles, jueves y viernes han estado sumamente concurridas, desluciéndolas un poco la pertinaz lluvia del miércoles y jueves. Concurrieron al "Campo de Loreto", sitio en el cual se han celebrado las ferias y fiestas, considerable número de comerciantes, sobresaliendo los que se dedican al ganado vacuno y lanar. En la carta —que no publicamos íntegra por carecer del espacio necesario— se tributan grandes elogios al laureado ‹gaitero de Libardón›, y á la banda municipal colunguesa, creada por el digno y celosísimo alcalde de Colunga, D. Prudencio Pérez Velasco (...)». La Unión Católica (Madrid, 25 de mayu de 1898, páx. 3) 
Pocu dempués síguense les sos actividaes como imaxe comercial de la sidra champán «El Hórreo», actuando a lo primero na feria muestres de Xixón de 1899: «Y entramos en la Plaza que está dando un alegrón al "espléndido" Dindurra (que no siempre ha de ser simpático é incansable), pues no hay dónde poner al ‹gaitero de Libardón›, que llega al circo con sus dos chicas (para él las quisiera), las cuales valen más que la sidra que expenden». El Noroeste (Xijón, 18 de agostu de 1899, páx. 2)
 Esta feria de muestres tien sonadía na prensa nacional, qu’amás, foi muncho más «suave» que los cronistes llocales col nuevu –n’aquel entoncies– y discutíu productu de la sidra champán: «Se han sacado infinidad de fotografías, con destino á multitud de periódicos, y yo me hice con una, quizá la mejor, para que los lectores de El Globo apreciaran en todo su mérito la instalación de los Hijos de Pablo Pérez, que ha de figurar honrosamente en la próxima Exposición Internacional de París. Para dar mayor realce y hacer más sugestiva esta instalación, dos graciosas y bellas colunguesas, Mercedes y Eugenia, ataviadas con el precioso traje del país, expenden copas de sidra bajo el "Hórreo"; y el célebre ‹gaitero de Libardón›, aldea perteneciente al concejo de Colunga, toca primorosamente la gaita asturiana, con la que se acompaña inspiradas coplas, que no son sino el anuncio del producto exquisito de esta provincia». El Globo (Madrid, 1 de setiembre de 1899, páx. 4)
 Al añu siguiente y col cambéu de centuria, la carrera de Ramón García da un saltu pergrande y tien ocasión d’actuar na Esposición Universal de París de 1900: «Dando frente al "Egipto" hay un modesto kiosco asturiano, que, siendo español, yo no quiero dejarlo atrás. Allí, entre una decoración de botellas figuradas, hay una gran provisión de botellas de verdadera sidra-champagne de Colunga (Asturias). Yo no sé si esta sidra será recomendable, y me abstengo de toda opinión; pero lo que no puedo negar es que las dos asturianas que lo venden son frescas y hermosas como los espléndidos valles cretenses, y que el gaitero que, sentado en los peldaños de una escalera lateral, luce su traje típico, su robustez asturiana y su destreza en el tañer, me arremolinó en la mente un manojo de recuerdos conmovedores que parecían perfumados con el rico aroma de las cuencas asturianas». La Ilustración española y americana (Madrid, 30 xunu de 1900, páx. 6) «Hay entre nuestros expositores para todos los gustos: como instalación curiosa lo es, en primer término, la de los “Hijos de Pablo Pérez”, de Colunga, que han llevado al “Trocadero” el mismo hórreo que, compuesto de más de diez mil botellas de sidra, expusieron en la última de Gijón. La especialidad de esta marca, que es indudablemente la primera de España, y el lujo de la instalación, la hacen punto de cita de muchos españoles y una de las atracciones de la gran feria». El Liberal (Madrid, 18 xunetu de 1900, páx. 2) Nesta Esposición Universal de París, «El Hórreo» algamó una de las poques medayes d’oru otorgaes pol xuráu de la so categoría ente otres sidres llegaes dende Asturies y País Vascu. Nun hai nengún memorándum de la esposición con datos alredor d’otros premios o medayes p’asturianos, incluyíos los que s’otorgaríen a los músicos ellí presentes, ente los que taba’l propiu Ramón García: «Espagne. —MM. Perez (les fils de Pablo), á Colunga; Veretera y Cangas, á Gigon, médailles d’or; Arias-Nachon et Cia, á Infiesto (province de Oviédo); Lacoiz-Quéta (Francisco), Navarté; Oteiza (Felipe), á Iriarte; Urgoiti (Ricardo de), á Rentéria, médailles de bronze; Garcia (Arguelles Braga), á La Felguéra, mention honorable». Rapports du Jury International. Groupe X, Aliments Deuxième partie. Cidres, Chapitre VI, páx. 547 La primer grabación d'un asturianu na historia de los rexistros sonoros protagonízala –precisamente– Ramón García en 1902, cuando la Sociedad Fonográfica Madrileña comercializa cilindros tipu Edison col tema Canteros de Covadonga (la Basílica taba acabante d’inaugurase nel 1901). Dende entós, róblense innumerables noticies onde s’afita que la figura de Ramón García tresciende los municipios asturianos, tanto como gaiteru oficial d’ún de los primeros concursos d’asturianada cellebraos nel Principáu: «(...) Y como ocurre siempre y ello es muy disculpable el auditorio se desbordó en entusiasmo al pisar el tablado las parejas de canto y baile asturiano y á su frente el popularísimo ‹gaitero de Libardón›, Ramón García. Los cantores de las sentidas "aldeanás" astures fueron "les moces, guapines toes", por cierto, Narcisa de La Abadía y Elvira Medina, que ganaron muy justificados aplausos; y el de Libardón huelga decir si fué ovacionado. Por cierto que ayer se "comprimió" bastante en cuanto á la "letra" de los cantares. Y así debe hacer siempre, porque si algo distingue á los bailes y cantares asturianos es la decencia y la honestidad. (...) Hoy se repite la fiesta y terminada ésta tendrá lugar la adjudicación de premios». El Popular (Xixón, 20 d’agostu de 1905, páx. 1) Asina como tamién alluendi les fronteres d’Asturies haza tol territoriu peninsular y ultramarín: «El famoso ‹gaitero de Libardón›, pulido y almibarado, aún puede ejercer funciones diplomáticas en el extranjero y América más eficaces que las de los mejor acreditados "profesionales" del protocolo. Su retrato ha corrido por todas las revistas ilustradas del mundo; su figura, no muy garbosa, habrá quitado el sueño quizá á alguna "miss" pudibunda y estrambótica. El de Libardón es un "vivo", que dirían en el Avapiés: el relato de su viaje y aventuras, sencillamente maravilloso. Por un concierto ¡de gaita, naturalmente! le dieron en Cuba ó Méjico "cuatro mil duros". Navascués, nuestro gran profesor de oboe (otra gaita un poco más artística) al oír esto, establece comparaciones para su "caña" lanzando melancólicos suspiros y entrecortadas frases de indignación. El ‹gaitero de Libardón› tiene su público, al que sabe manejar á su capricho, con malicias y artimañas de avezado artista: es como si dijéramos el Viñas de la gaita. Es infatigable en el ejercicio de su profesión, arreglada á la escena, teniendo cuerda para quince días en su apacible Caramillo y cuando canta recuerda "ligeramente" al veterano D. José Mesejo, en las jotas de "gañote". Tales son mis observaciones particularísimas sobre la figura más culminante de la "matinée" regional». El País (Madrid, 5 d’ochobre de 1908, páx. 3) Nesi mesmu añu, Ramón García entama delles xires por Hispanoamérica: «Luego de una "tournée" por Méjico y Cuba, donde conquistó frenéticos y calurosos aplausos, y sobre todo mucho dinero, dando conciertos de canto regional y tocando la gaita en los principales teatros, ha vuelto á su pueblo de Libardón, el ya famoso y popular gaitero conocido por dicho nombre. Como es de suponer, fue amable y espléndidamente obsequiado por nuestros compatriotas de la República cubana y del antiguo imperio de Moctezuma. Según hemos oído, halagado por el grande y franco éxito que alcanzó en dichas naciones, piensa muy en breve emprender un viaje hacia la América del Sur, visitando la Argentina y Chile donde cuenta con gran número de admiradores y amigos el simpático Ramón García». El Popular (XIxón, 12 de xineru de 1908, páx. 2) «Estando en el teatro de L’Habana pasó algo fuera de serie y el asuntu fue que salió-y una madreña disparada hacia una moza del públicu. Bueno pues allá se les compuso pa cantar una copluca improvisando y el teatro quería venise abajo de toles rises y los aplausos». Hai datos del so propiu grupu de bailladores asturianos: «Animadísimas, como siempre, han estado las de la Vega. En las regatas, á pesar de la tarde desapacible, infinidad de botes, y, claro está, infinidad de gente, habiendo quedado los premios entre la Vega y Abres. El ‹gaitero de Libardón› y las parejas de baile fueron los números que más poderosamente llamaron la atención en la verbena (...)». Castropol (Castropol, 20 d’agostu de 1908, páx. 6)
 Y tamién fai actuaciones con otros músicos como José Sánchez, conocíu como ‹El Tambor de la Abadía›: «La fiesta promete ser de lo más lucido y contribuirán á darla mayor realce el ‹tamboritero de la Abadía› y el ‹gaitero de Libardón›, al fin unidos, la nueva banda y algunos organillos. La gente joven puede prepararse á rendir culto á la diosa Terpsícore». El Noroeste (Xixón, 13 de xunetu de 1909, páx. 4)
 Con esta granible trayeutoria, nun ye d’extrañar que sea’l primer artista asturianu en roblar un contratu discográficu. Esti compromisu roblase’n Buenos Aires, pa onde va cola marca «Real Sidra Asturiana» (llagar de José Cima García, de Cualloto), cola mesma función que ficiera pa la sidre «El Hórreo» con anterioridá: «(...) el señor D. Ramón García y de otra parte "The Columbia Phonograph Co. General" de New York suscriben un contrato ante el escribano por el que el artista cede y transfiere la propiedad artística y/o literario y/o musical de todas las obras artísticas literarias o musicales que el señor Ramón García ha producido hasta la fecha y las que produzca de hoy en adelante hasta el 31 de diciembre de 1921». Documentu robláu énte notariu’l 27 de mayu de 1911 De fechu, Ramón García ‹El gaiteru Libardón› ye’l primer cantante n’amestar nes grabaciones elementos ayenos a los cantares. Los primeros exemplos tienen forma de publicidá de les firmes que-y paguen pa ello. Dempués, col pasar del tiempu va facer llargues dedicatories recitaes a la fin de cada grabación. Per exemplu: Tengo el gorgoberu enfermu / de soplar y más soplar, dame sidra d’El Gaiteru / pa poder continuar. Pa inflar el fuelle a la gaita / soplando pel cañaveru, hai que beber muncha sidra / de la marca d’El Gaiteru Sicasí, Ramón García nunca nun dexa d’ufrir actuaciones pela xeografía asturiana: «La verbena, que comenzará á las doce de la noche del 18, para terminar á las cinco de la mañana, reunirá los siguientes atractivos: Audiciones musicales á cargo de una banda militar, la municipal de Gijón y la particular de la Empresa de tranvías. Cinematógrafo público y "varietés". Concurso de bailes asturianos, amenizado por el célebre ‹gaitero de Libardón› y el no menos célebre ‹tambor de la Abadía›. Fuegos artificiales á cargo de un acreditado pirotécnico. Danza prima». El Noroeste (Xixón, 11 de xunetu de 1912, páx. 1) «Otra vez pasó aquí en Arroes, que ye onde nació y vivió de mozu, que apostó una caja sidra de les de antes (de 24 botelles) con otru vecín gaiteru [Cándido Pérez ‹Cañices›] a que podía tirase rodando por un práu abajo sin que la gaita dejara de sonar. ¡Y Libardón ganó la apuesta!. ¡Aquello yera la virxen!». Ramón García tien un granible catálogu discográficu, qu’entama colos primeros cilindros editaos pola Fonográfica Madrileña en 1902. Siete años dempués, el sellu Odeón pon en circulación comercial ventiún grabaciones (ente les qu’hai cuatro solos instrumentales de gaita), y nel 1912 la casa Columbia asoleya cuarenta rexistros que constitúin los sos caberos cantares grabaos. Ye vezu que Ramón García regrabe nel tiempu versiones estremaes de los mesmos temes (El Cantar de la Panoya, La del Herrero, etc.), o de qu’en primeres ediciones apaezan descartes de la propia discográfica (p.ex. hai una versión Odeón de «La Soberana» que foi descartada en postreres ediciones, y que sal como «Solo de gaita nº4» por un fallu d’impresión na primer tirada (nel Arxentina). Una rareza. El so facer discográficu acábase col acompañamientu instrumental que fai en 1930, en dellos discos editaos pola casa Parlophon, pa Joaquín Martínez ‹Xuacu de Sama›. L’heriede discográficu de Ramón García tien que valorase dientro del contestu históricu nel que se desendolca. Les sos interpretaciones son cantares populares y tradicionales, repartíos ente cantares montañeses (fastera de l’antigua Asturies de Santillana, asitiada anguaño na comunidá de Cantabria pelos valles perpendiculares al cantábricu dende’l Deva a la ensenada d’Astillero), asina como asturianaes y otres tipoloxíes. Tolos sos cantares tienen acompañamientu de gaita, qu’elli mesmu toca al empar que canta, con un rexistru de voz atenoráu, brillante y con un xeitu dialectal muy valoratible. La mayoría de los temes nun tresmiten una configuración estandarizada como patrones melódicos d’asturianada, nin tampocu tienen el necesariu seguimientu por sucesives xeneraciones de cantantes d’asturianada como pa constituyir patrones melódicos. Nesti sentíu, nosotros albidramos a Ramón García como un pioneru del xéneru y magar que les sos grabaciones sean un puntu de partida pa variantes subsiguientes d’asturianada tradicional –amén del so bultable ésitu comercial–, como Soy del Hoyo, Praviana, La Langreana, etc., l’estilu de les sos interpretaciones, xiros y melismes nun son homoxéneos ni tan estandarizaos. A la escontra, más bien paecen los d’un gran improvisador: un rapsoda que fai creaciones al traviés d’elementos de la canción popular de la so dómina qu’amiesta con estraordinaria imaxinación p’algamar importante sonadía ente las capes populares y les más altes esferes (davezu s’integraría dientro del círculu personal del rei Alfonso XIII). Dixitalización asoleyada en 2024 dientro del llibru Nel Cantu la Memoria de Héctor Braga Corral, premiu d’ensayu «Máximo Fuertes Acevedo» en llingua asturiana. 1912 / AMT 2024
  • Soberana
    HB9_61.MP3
    Columbia - Nueva York
    Música Tradicional
    Archivu de la Música Tradicional
    Patrimonio Cultural Inmaterial
    Cantares
    Asturianada
    Gaita
    Soberana
    Discos de gramófonu
    El Gaiteru Libardón
    Soberana (asturianada con gaita asturiana) [grabación sonora] / interpretación, Ramón García Tuero, ‹El Gaiteru Libardón› (Arroes, 1864 - Colunga, 1932); recopilación y dixitalización, Héctor Braga Corral. – Héctor Braga Corral (ed.), 1912. Grabación orixinal en discu comercial de pizarra de 78 revoluciones per minutu, marca Odeón, referencia C 2161 y matriz S 3 con primer fecha de circulación comercial en 1912. Esti históricu artista, natural del pueblu maliayu d’Arroes, ye’l primer profesional de la música asturiana en vivir namás del so arte. Gaiteru y cantante de formación autodidacta, la so amistá col cura párrocu de Lliberdón (parroquia onde casó y pa la que se tresllada a vivir), da-y ocasión pa deprender a lleer música y tocar instrumentos como l’harmoniu. Ye curiosa la hestoria alredor de la primer gaita qu’algamó a tocar, por soscripción popular: «De chavalín, la madera pa face-y una gaita fueron a guetala dellos vecinos d’Arroes a una finca privada de los Valaterra, en Xixón, que tenía unes mates d’un boxe buenísimu. Pero había un par de mastines guardando la finca que metíen miéu. Bono, pues tornaron otra nueche con una perra en celu. Amarráronla na portiella d’entrada y fueron per detrás a cortar el boxe mientres los mastines taben alrodiu la perra. D’ehí salió la madera pa la primer gaita que tuvo Libardón». El casu ye que Ramón García entama la so carrera nel ámbitu llocal, y pa finales del sieglu XIX yá s’espeya la so popularidá na comarca y redolada, mesmo en semeyes (Baltasar Cue) como na prensa de la dómina: «Según carta que recibimos de Colunga (Asturias), las ferias y fiestas celebradas el miércoles, jueves y viernes han estado sumamente concurridas, desluciéndolas un poco la pertinaz lluvia del miércoles y jueves. Concurrieron al "Campo de Loreto", sitio en el cual se han celebrado las ferias y fiestas, considerable número de comerciantes, sobresaliendo los que se dedican al ganado vacuno y lanar. En la carta —que no publicamos íntegra por carecer del espacio necesario— se tributan grandes elogios al laureado ‹gaitero de Libardón›, y á la banda municipal colunguesa, creada por el digno y celosísimo alcalde de Colunga, D. Prudencio Pérez Velasco (...)». La Unión Católica (Madrid, 25 de mayu de 1898, páx. 3) 
Pocu dempués síguense les sos actividaes como imaxe comercial de la sidra champán «El Hórreo», actuando a lo primero na feria muestres de Xixón de 1899: «Y entramos en la Plaza que está dando un alegrón al "espléndido" Dindurra (que no siempre ha de ser simpático é incansable), pues no hay dónde poner al ‹gaitero de Libardón›, que llega al circo con sus dos chicas (para él las quisiera), las cuales valen más que la sidra que expenden». El Noroeste (Xijón, 18 de agostu de 1899, páx. 2)
 Esta feria de muestres tien sonadía na prensa nacional, qu’amás, foi muncho más «suave» que los cronistes llocales col nuevu –n’aquel entoncies– y discutíu productu de la sidra champán: «Se han sacado infinidad de fotografías, con destino á multitud de periódicos, y yo me hice con una, quizá la mejor, para que los lectores de El Globo apreciaran en todo su mérito la instalación de los Hijos de Pablo Pérez, que ha de figurar honrosamente en la próxima Exposición Internacional de París. Para dar mayor realce y hacer más sugestiva esta instalación, dos graciosas y bellas colunguesas, Mercedes y Eugenia, ataviadas con el precioso traje del país, expenden copas de sidra bajo el "Hórreo"; y el célebre ‹gaitero de Libardón›, aldea perteneciente al concejo de Colunga, toca primorosamente la gaita asturiana, con la que se acompaña inspiradas coplas, que no son sino el anuncio del producto exquisito de esta provincia». El Globo (Madrid, 1 de setiembre de 1899, páx. 4)
 Al añu siguiente y col cambéu de centuria, la carrera de Ramón García da un saltu pergrande y tien ocasión d’actuar na Esposición Universal de París de 1900: «Dando frente al "Egipto" hay un modesto kiosco asturiano, que, siendo español, yo no quiero dejarlo atrás. Allí, entre una decoración de botellas figuradas, hay una gran provisión de botellas de verdadera sidra-champagne de Colunga (Asturias). Yo no sé si esta sidra será recomendable, y me abstengo de toda opinión; pero lo que no puedo negar es que las dos asturianas que lo venden son frescas y hermosas como los espléndidos valles cretenses, y que el gaitero que, sentado en los peldaños de una escalera lateral, luce su traje típico, su robustez asturiana y su destreza en el tañer, me arremolinó en la mente un manojo de recuerdos conmovedores que parecían perfumados con el rico aroma de las cuencas asturianas». La Ilustración española y americana (Madrid, 30 xunu de 1900, páx. 6) «Hay entre nuestros expositores para todos los gustos: como instalación curiosa lo es, en primer término, la de los “Hijos de Pablo Pérez”, de Colunga, que han llevado al “Trocadero” el mismo hórreo que, compuesto de más de diez mil botellas de sidra, expusieron en la última de Gijón. La especialidad de esta marca, que es indudablemente la primera de España, y el lujo de la instalación, la hacen punto de cita de muchos españoles y una de las atracciones de la gran feria». El Liberal (Madrid, 18 xunetu de 1900, páx. 2) Nesta Esposición Universal de París, «El Hórreo» algamó una de las poques medayes d’oru otorgaes pol xuráu de la so categoría ente otres sidres llegaes dende Asturies y País Vascu. Nun hai nengún memorándum de la esposición con datos alredor d’otros premios o medayes p’asturianos, incluyíos los que s’otorgaríen a los músicos ellí presentes, ente los que taba’l propiu Ramón García: «Espagne. —MM. Perez (les fils de Pablo), á Colunga; Veretera y Cangas, á Gigon, médailles d’or; Arias-Nachon et Cia, á Infiesto (province de Oviédo); Lacoiz-Quéta (Francisco), Navarté; Oteiza (Felipe), á Iriarte; Urgoiti (Ricardo de), á Rentéria, médailles de bronze; Garcia (Arguelles Braga), á La Felguéra, mention honorable». Rapports du Jury International. Groupe X, Aliments Deuxième partie. Cidres, Chapitre VI, páx. 547 La primer grabación d'un asturianu na historia de los rexistros sonoros protagonízala –precisamente– Ramón García en 1902, cuando la Sociedad Fonográfica Madrileña comercializa cilindros tipu Edison col tema Canteros de Covadonga (la Basílica taba acabante d’inaugurase nel 1901). Dende entós, róblense innumerables noticies onde s’afita que la figura de Ramón García tresciende los municipios asturianos, tanto como gaiteru oficial d’ún de los primeros concursos d’asturianada cellebraos nel Principáu: «(...) Y como ocurre siempre y ello es muy disculpable el auditorio se desbordó en entusiasmo al pisar el tablado las parejas de canto y baile asturiano y á su frente el popularísimo ‹gaitero de Libardón›, Ramón García. Los cantores de las sentidas "aldeanás" astures fueron "les moces, guapines toes", por cierto, Narcisa de La Abadía y Elvira Medina, que ganaron muy justificados aplausos; y el de Libardón huelga decir si fué ovacionado. Por cierto que ayer se "comprimió" bastante en cuanto á la "letra" de los cantares. Y así debe hacer siempre, porque si algo distingue á los bailes y cantares asturianos es la decencia y la honestidad. (...) Hoy se repite la fiesta y terminada ésta tendrá lugar la adjudicación de premios». El Popular (Xixón, 20 d’agostu de 1905, páx. 1) Asina como tamién alluendi les fronteres d’Asturies haza tol territoriu peninsular y ultramarín: «El famoso ‹gaitero de Libardón›, pulido y almibarado, aún puede ejercer funciones diplomáticas en el extranjero y América más eficaces que las de los mejor acreditados "profesionales" del protocolo. Su retrato ha corrido por todas las revistas ilustradas del mundo; su figura, no muy garbosa, habrá quitado el sueño quizá á alguna "miss" pudibunda y estrambótica. El de Libardón es un "vivo", que dirían en el Avapiés: el relato de su viaje y aventuras, sencillamente maravilloso. Por un concierto ¡de gaita, naturalmente! le dieron en Cuba ó Méjico "cuatro mil duros". Navascués, nuestro gran profesor de oboe (otra gaita un poco más artística) al oír esto, establece comparaciones para su "caña" lanzando melancólicos suspiros y entrecortadas frases de indignación. El ‹gaitero de Libardón› tiene su público, al que sabe manejar á su capricho, con malicias y artimañas de avezado artista: es como si dijéramos el Viñas de la gaita. Es infatigable en el ejercicio de su profesión, arreglada á la escena, teniendo cuerda para quince días en su apacible Caramillo y cuando canta recuerda "ligeramente" al veterano D. José Mesejo, en las jotas de "gañote". Tales son mis observaciones particularísimas sobre la figura más culminante de la "matinée" regional». El País (Madrid, 5 d’ochobre de 1908, páx. 3) Nesi mesmu añu, Ramón García entama delles xires por Hispanoamérica: «Luego de una "tournée" por Méjico y Cuba, donde conquistó frenéticos y calurosos aplausos, y sobre todo mucho dinero, dando conciertos de canto regional y tocando la gaita en los principales teatros, ha vuelto á su pueblo de Libardón, el ya famoso y popular gaitero conocido por dicho nombre. Como es de suponer, fue amable y espléndidamente obsequiado por nuestros compatriotas de la República cubana y del antiguo imperio de Moctezuma. Según hemos oído, halagado por el grande y franco éxito que alcanzó en dichas naciones, piensa muy en breve emprender un viaje hacia la América del Sur, visitando la Argentina y Chile donde cuenta con gran número de admiradores y amigos el simpático Ramón García». El Popular (XIxón, 12 de xineru de 1908, páx. 2) «Estando en el teatro de L’Habana pasó algo fuera de serie y el asuntu fue que salió-y una madreña disparada hacia una moza del públicu. Bueno pues allá se les compuso pa cantar una copluca improvisando y el teatro quería venise abajo de toles rises y los aplausos». Hai datos del so propiu grupu de bailladores asturianos: «Animadísimas, como siempre, han estado las de la Vega. En las regatas, á pesar de la tarde desapacible, infinidad de botes, y, claro está, infinidad de gente, habiendo quedado los premios entre la Vega y Abres. El ‹gaitero de Libardón› y las parejas de baile fueron los números que más poderosamente llamaron la atención en la verbena (...)». Castropol (Castropol, 20 d’agostu de 1908, páx. 6)
 Y tamién fai actuaciones con otros músicos como José Sánchez, conocíu como ‹El Tambor de la Abadía›: «La fiesta promete ser de lo más lucido y contribuirán á darla mayor realce el ‹tamboritero de la Abadía› y el ‹gaitero de Libardón›, al fin unidos, la nueva banda y algunos organillos. La gente joven puede prepararse á rendir culto á la diosa Terpsícore». El Noroeste (Xixón, 13 de xunetu de 1909, páx. 4)
 Con esta granible trayeutoria, nun ye d’extrañar que sea’l primer artista asturianu en roblar un contratu discográficu. Esti compromisu roblase’n Buenos Aires, pa onde va cola marca «Real Sidra Asturiana» (llagar de José Cima García, de Cualloto), cola mesma función que ficiera pa la sidre «El Hórreo» con anterioridá: «(...) el señor D. Ramón García y de otra parte "The Columbia Phonograph Co. General" de New York suscriben un contrato ante el escribano por el que el artista cede y transfiere la propiedad artística y/o literario y/o musical de todas las obras artísticas literarias o musicales que el señor Ramón García ha producido hasta la fecha y las que produzca de hoy en adelante hasta el 31 de diciembre de 1921». Documentu robláu énte notariu’l 27 de mayu de 1911 De fechu, Ramón García ‹El gaiteru Libardón› ye’l primer cantante n’amestar nes grabaciones elementos ayenos a los cantares. Los primeros exemplos tienen forma de publicidá de les firmes que-y paguen pa ello. Dempués, col pasar del tiempu va facer llargues dedicatories recitaes a la fin de cada grabación. Per exemplu: Tengo el gorgoberu enfermu / de soplar y más soplar, dame sidra d’El Gaiteru / pa poder continuar. Pa inflar el fuelle a la gaita / soplando pel cañaveru, hai que beber muncha sidra / de la marca d’El Gaiteru Sicasí, Ramón García nunca nun dexa d’ufrir actuaciones pela xeografía asturiana: «La verbena, que comenzará á las doce de la noche del 18, para terminar á las cinco de la mañana, reunirá los siguientes atractivos: Audiciones musicales á cargo de una banda militar, la municipal de Gijón y la particular de la Empresa de tranvías. Cinematógrafo público y "varietés". Concurso de bailes asturianos, amenizado por el célebre ‹gaitero de Libardón› y el no menos célebre ‹tambor de la Abadía›. Fuegos artificiales á cargo de un acreditado pirotécnico. Danza prima». El Noroeste (Xixón, 11 de xunetu de 1912, páx. 1) «Otra vez pasó aquí en Arroes, que ye onde nació y vivió de mozu, que apostó una caja sidra de les de antes (de 24 botelles) con otru vecín gaiteru [Cándido Pérez ‹Cañices›] a que podía tirase rodando por un práu abajo sin que la gaita dejara de sonar. ¡Y Libardón ganó la apuesta!. ¡Aquello yera la virxen!». Ramón García tien un granible catálogu discográficu, qu’entama colos primeros cilindros editaos pola Fonográfica Madrileña en 1902. Siete años dempués, el sellu Odeón pon en circulación comercial ventiún grabaciones (ente les qu’hai cuatro solos instrumentales de gaita), y nel 1912 la casa Columbia asoleya cuarenta rexistros que constitúin los sos caberos cantares grabaos. Ye vezu que Ramón García regrabe nel tiempu versiones estremaes de los mesmos temes (El Cantar de la Panoya, La del Herrero, etc.), o de qu’en primeres ediciones apaezan descartes de la propia discográfica (p.ex. hai una versión Odeón de «La Soberana» que foi descartada en postreres ediciones, y que sal como «Solo de gaita nº4» por un fallu d’impresión na primer tirada (nel Arxentina). Una rareza. El so facer discográficu acábase col acompañamientu instrumental que fai en 1930, en dellos discos editaos pola casa Parlophon, pa Joaquín Martínez ‹Xuacu de Sama›. L’heriede discográficu de Ramón García tien que valorase dientro del contestu históricu nel que se desendolca. Les sos interpretaciones son cantares populares y tradicionales, repartíos ente cantares montañeses (fastera de l’antigua Asturies de Santillana, asitiada anguaño na comunidá de Cantabria pelos valles perpendiculares al cantábricu dende’l Deva a la ensenada d’Astillero), asina como asturianaes y otres tipoloxíes. Tolos sos cantares tienen acompañamientu de gaita, qu’elli mesmu toca al empar que canta, con un rexistru de voz atenoráu, brillante y con un xeitu dialectal muy valoratible. La mayoría de los temes nun tresmiten una configuración estandarizada como patrones melódicos d’asturianada, nin tampocu tienen el necesariu seguimientu por sucesives xeneraciones de cantantes d’asturianada como pa constituyir patrones melódicos. Nesti sentíu, nosotros albidramos a Ramón García como un pioneru del xéneru y magar que les sos grabaciones sean un puntu de partida pa variantes subsiguientes d’asturianada tradicional –amén del so bultable ésitu comercial–, como Soy del Hoyo, Praviana, La Langreana, etc., l’estilu de les sos interpretaciones, xiros y melismes nun son homoxéneos ni tan estandarizaos. A la escontra, más bien paecen los d’un gran improvisador: un rapsoda que fai creaciones al traviés d’elementos de la canción popular de la so dómina qu’amiesta con estraordinaria imaxinación p’algamar importante sonadía ente las capes populares y les más altes esferes (davezu s’integraría dientro del círculu personal del rei Alfonso XIII). Dixitalización asoleyada en 2024 dientro del llibru Nel Cantu la Memoria de Héctor Braga Corral, premiu d’ensayu «Máximo Fuertes Acevedo» en llingua asturiana. 1912 / AMT 2024
  • La molinera
    HB9_60.mp3
    Columbia - Nueva York
    Música Tradicional
    Archivu de la Música Tradicional
    Patrimonio Cultural Inmaterial
    Cantares
    Asturianada
    Danzas
    Gaita
    Discos de gramófonu
    El Gaiteru Libardón
    La molinera (asturianada con gaita asturiana) [grabación sonora] / interpretación, Ramón García Tuero, ‹El Gaiteru Libardón› (Arroes, 1864 - Colunga, 1932); recopilación y dixitalización, Héctor Braga Corral. – Héctor Braga Corral (ed.), 1912. Grabación orixinal en discu comercial de pizarra de 78 revoluciones per minutu, marca Odeón, referencia C 2163 y matriz S 8 con primer fecha de circulación comercial en 1912. Esti históricu artista, natural del pueblu maliayu d’Arroes, ye’l primer profesional de la música asturiana en vivir namás del so arte. Gaiteru y cantante de formación autodidacta, la so amistá col cura párrocu de Lliberdón (parroquia onde casó y pa la que se tresllada a vivir), da-y ocasión pa deprender a lleer música y tocar instrumentos como l’harmoniu. Ye curiosa la hestoria alredor de la primer gaita qu’algamó a tocar, por soscripción popular: «De chavalín, la madera pa face-y una gaita fueron a guetala dellos vecinos d’Arroes a una finca privada de los Valaterra, en Xixón, que tenía unes mates d’un boxe buenísimu. Pero había un par de mastines guardando la finca que metíen miéu. Bono, pues tornaron otra nueche con una perra en celu. Amarráronla na portiella d’entrada y fueron per detrás a cortar el boxe mientres los mastines taben alrodiu la perra. D’ehí salió la madera pa la primer gaita que tuvo Libardón». El casu ye que Ramón García entama la so carrera nel ámbitu llocal, y pa finales del sieglu XIX yá s’espeya la so popularidá na comarca y redolada, mesmo en semeyes (Baltasar Cue) como na prensa de la dómina: «Según carta que recibimos de Colunga (Asturias), las ferias y fiestas celebradas el miércoles, jueves y viernes han estado sumamente concurridas, desluciéndolas un poco la pertinaz lluvia del miércoles y jueves. Concurrieron al "Campo de Loreto", sitio en el cual se han celebrado las ferias y fiestas, considerable número de comerciantes, sobresaliendo los que se dedican al ganado vacuno y lanar. En la carta —que no publicamos íntegra por carecer del espacio necesario— se tributan grandes elogios al laureado ‹gaitero de Libardón›, y á la banda municipal colunguesa, creada por el digno y celosísimo alcalde de Colunga, D. Prudencio Pérez Velasco (...)». La Unión Católica (Madrid, 25 de mayu de 1898, páx. 3) 
Pocu dempués síguense les sos actividaes como imaxe comercial de la sidra champán «El Hórreo», actuando a lo primero na feria muestres de Xixón de 1899: «Y entramos en la Plaza que está dando un alegrón al "espléndido" Dindurra (que no siempre ha de ser simpático é incansable), pues no hay dónde poner al ‹gaitero de Libardón›, que llega al circo con sus dos chicas (para él las quisiera), las cuales valen más que la sidra que expenden». El Noroeste (Xijón, 18 de agostu de 1899, páx. 2)
 Esta feria de muestres tien sonadía na prensa nacional, qu’amás, foi muncho más «suave» que los cronistes llocales col nuevu –n’aquel entoncies– y discutíu productu de la sidra champán: «Se han sacado infinidad de fotografías, con destino á multitud de periódicos, y yo me hice con una, quizá la mejor, para que los lectores de El Globo apreciaran en todo su mérito la instalación de los Hijos de Pablo Pérez, que ha de figurar honrosamente en la próxima Exposición Internacional de París. Para dar mayor realce y hacer más sugestiva esta instalación, dos graciosas y bellas colunguesas, Mercedes y Eugenia, ataviadas con el precioso traje del país, expenden copas de sidra bajo el "Hórreo"; y el célebre ‹gaitero de Libardón›, aldea perteneciente al concejo de Colunga, toca primorosamente la gaita asturiana, con la que se acompaña inspiradas coplas, que no son sino el anuncio del producto exquisito de esta provincia». El Globo (Madrid, 1 de setiembre de 1899, páx. 4)
 Al añu siguiente y col cambéu de centuria, la carrera de Ramón García da un saltu pergrande y tien ocasión d’actuar na Esposición Universal de París de 1900: «Dando frente al "Egipto" hay un modesto kiosco asturiano, que, siendo español, yo no quiero dejarlo atrás. Allí, entre una decoración de botellas figuradas, hay una gran provisión de botellas de verdadera sidra-champagne de Colunga (Asturias). Yo no sé si esta sidra será recomendable, y me abstengo de toda opinión; pero lo que no puedo negar es que las dos asturianas que lo venden son frescas y hermosas como los espléndidos valles cretenses, y que el gaitero que, sentado en los peldaños de una escalera lateral, luce su traje típico, su robustez asturiana y su destreza en el tañer, me arremolinó en la mente un manojo de recuerdos conmovedores que parecían perfumados con el rico aroma de las cuencas asturianas». La Ilustración española y americana (Madrid, 30 xunu de 1900, páx. 6) «Hay entre nuestros expositores para todos los gustos: como instalación curiosa lo es, en primer término, la de los “Hijos de Pablo Pérez”, de Colunga, que han llevado al “Trocadero” el mismo hórreo que, compuesto de más de diez mil botellas de sidra, expusieron en la última de Gijón. La especialidad de esta marca, que es indudablemente la primera de España, y el lujo de la instalación, la hacen punto de cita de muchos españoles y una de las atracciones de la gran feria». El Liberal (Madrid, 18 xunetu de 1900, páx. 2) Nesta Esposición Universal de París, «El Hórreo» algamó una de las poques medayes d’oru otorgaes pol xuráu de la so categoría ente otres sidres llegaes dende Asturies y País Vascu. Nun hai nengún memorándum de la esposición con datos alredor d’otros premios o medayes p’asturianos, incluyíos los que s’otorgaríen a los músicos ellí presentes, ente los que taba’l propiu Ramón García: «Espagne. —MM. Perez (les fils de Pablo), á Colunga; Veretera y Cangas, á Gigon, médailles d’or; Arias-Nachon et Cia, á Infiesto (province de Oviédo); Lacoiz-Quéta (Francisco), Navarté; Oteiza (Felipe), á Iriarte; Urgoiti (Ricardo de), á Rentéria, médailles de bronze; Garcia (Arguelles Braga), á La Felguéra, mention honorable». Rapports du Jury International. Groupe X, Aliments Deuxième partie. Cidres, Chapitre VI, páx. 547 La primer grabación d'un asturianu na historia de los rexistros sonoros protagonízala –precisamente– Ramón García en 1902, cuando la Sociedad Fonográfica Madrileña comercializa cilindros tipu Edison col tema Canteros de Covadonga (la Basílica taba acabante d’inaugurase nel 1901). Dende entós, róblense innumerables noticies onde s’afita que la figura de Ramón García tresciende los municipios asturianos, tanto como gaiteru oficial d’ún de los primeros concursos d’asturianada cellebraos nel Principáu: «(...) Y como ocurre siempre y ello es muy disculpable el auditorio se desbordó en entusiasmo al pisar el tablado las parejas de canto y baile asturiano y á su frente el popularísimo ‹gaitero de Libardón›, Ramón García. Los cantores de las sentidas "aldeanás" astures fueron "les moces, guapines toes", por cierto, Narcisa de La Abadía y Elvira Medina, que ganaron muy justificados aplausos; y el de Libardón huelga decir si fué ovacionado. Por cierto que ayer se "comprimió" bastante en cuanto á la "letra" de los cantares. Y así debe hacer siempre, porque si algo distingue á los bailes y cantares asturianos es la decencia y la honestidad. (...) Hoy se repite la fiesta y terminada ésta tendrá lugar la adjudicación de premios». El Popular (Xixón, 20 d’agostu de 1905, páx. 1) Asina como tamién alluendi les fronteres d’Asturies haza tol territoriu peninsular y ultramarín: «El famoso ‹gaitero de Libardón›, pulido y almibarado, aún puede ejercer funciones diplomáticas en el extranjero y América más eficaces que las de los mejor acreditados "profesionales" del protocolo. Su retrato ha corrido por todas las revistas ilustradas del mundo; su figura, no muy garbosa, habrá quitado el sueño quizá á alguna "miss" pudibunda y estrambótica. El de Libardón es un "vivo", que dirían en el Avapiés: el relato de su viaje y aventuras, sencillamente maravilloso. Por un concierto ¡de gaita, naturalmente! le dieron en Cuba ó Méjico "cuatro mil duros". Navascués, nuestro gran profesor de oboe (otra gaita un poco más artística) al oír esto, establece comparaciones para su "caña" lanzando melancólicos suspiros y entrecortadas frases de indignación. El ‹gaitero de Libardón› tiene su público, al que sabe manejar á su capricho, con malicias y artimañas de avezado artista: es como si dijéramos el Viñas de la gaita. Es infatigable en el ejercicio de su profesión, arreglada á la escena, teniendo cuerda para quince días en su apacible Caramillo y cuando canta recuerda "ligeramente" al veterano D. José Mesejo, en las jotas de "gañote". Tales son mis observaciones particularísimas sobre la figura más culminante de la "matinée" regional». El País (Madrid, 5 d’ochobre de 1908, páx. 3) Nesi mesmu añu, Ramón García entama delles xires por Hispanoamérica: «Luego de una "tournée" por Méjico y Cuba, donde conquistó frenéticos y calurosos aplausos, y sobre todo mucho dinero, dando conciertos de canto regional y tocando la gaita en los principales teatros, ha vuelto á su pueblo de Libardón, el ya famoso y popular gaitero conocido por dicho nombre. Como es de suponer, fue amable y espléndidamente obsequiado por nuestros compatriotas de la República cubana y del antiguo imperio de Moctezuma. Según hemos oído, halagado por el grande y franco éxito que alcanzó en dichas naciones, piensa muy en breve emprender un viaje hacia la América del Sur, visitando la Argentina y Chile donde cuenta con gran número de admiradores y amigos el simpático Ramón García». El Popular (XIxón, 12 de xineru de 1908, páx. 2) «Estando en el teatro de L’Habana pasó algo fuera de serie y el asuntu fue que salió-y una madreña disparada hacia una moza del públicu. Bueno pues allá se les compuso pa cantar una copluca improvisando y el teatro quería venise abajo de toles rises y los aplausos». Hai datos del so propiu grupu de bailladores asturianos: «Animadísimas, como siempre, han estado las de la Vega. En las regatas, á pesar de la tarde desapacible, infinidad de botes, y, claro está, infinidad de gente, habiendo quedado los premios entre la Vega y Abres. El ‹gaitero de Libardón› y las parejas de baile fueron los números que más poderosamente llamaron la atención en la verbena (...)». Castropol (Castropol, 20 d’agostu de 1908, páx. 6)
 Y tamién fai actuaciones con otros músicos como José Sánchez, conocíu como ‹El Tambor de la Abadía›: «La fiesta promete ser de lo más lucido y contribuirán á darla mayor realce el ‹tamboritero de la Abadía› y el ‹gaitero de Libardón›, al fin unidos, la nueva banda y algunos organillos. La gente joven puede prepararse á rendir culto á la diosa Terpsícore». El Noroeste (Xixón, 13 de xunetu de 1909, páx. 4)
 Con esta granible trayeutoria, nun ye d’extrañar que sea’l primer artista asturianu en roblar un contratu discográficu. Esti compromisu roblase’n Buenos Aires, pa onde va cola marca «Real Sidra Asturiana» (llagar de José Cima García, de Cualloto), cola mesma función que ficiera pa la sidre «El Hórreo» con anterioridá: «(...) el señor D. Ramón García y de otra parte "The Columbia Phonograph Co. General" de New York suscriben un contrato ante el escribano por el que el artista cede y transfiere la propiedad artística y/o literario y/o musical de todas las obras artísticas literarias o musicales que el señor Ramón García ha producido hasta la fecha y las que produzca de hoy en adelante hasta el 31 de diciembre de 1921». Documentu robláu énte notariu’l 27 de mayu de 1911 De fechu, Ramón García ‹El gaiteru Libardón› ye’l primer cantante n’amestar nes grabaciones elementos ayenos a los cantares. Los primeros exemplos tienen forma de publicidá de les firmes que-y paguen pa ello. Dempués, col pasar del tiempu va facer llargues dedicatories recitaes a la fin de cada grabación. Per exemplu: Tengo el gorgoberu enfermu / de soplar y más soplar, dame sidra d’El Gaiteru / pa poder continuar. Pa inflar el fuelle a la gaita / soplando pel cañaveru, hai que beber muncha sidra / de la marca d’El Gaiteru Sicasí, Ramón García nunca nun dexa d’ufrir actuaciones pela xeografía asturiana: «La verbena, que comenzará á las doce de la noche del 18, para terminar á las cinco de la mañana, reunirá los siguientes atractivos: Audiciones musicales á cargo de una banda militar, la municipal de Gijón y la particular de la Empresa de tranvías. Cinematógrafo público y "varietés". Concurso de bailes asturianos, amenizado por el célebre ‹gaitero de Libardón› y el no menos célebre ‹tambor de la Abadía›. Fuegos artificiales á cargo de un acreditado pirotécnico. Danza prima». El Noroeste (Xixón, 11 de xunetu de 1912, páx. 1) «Otra vez pasó aquí en Arroes, que ye onde nació y vivió de mozu, que apostó una caja sidra de les de antes (de 24 botelles) con otru vecín gaiteru [Cándido Pérez ‹Cañices›] a que podía tirase rodando por un práu abajo sin que la gaita dejara de sonar. ¡Y Libardón ganó la apuesta!. ¡Aquello yera la virxen!». Ramón García tien un granible catálogu discográficu, qu’entama colos primeros cilindros editaos pola Fonográfica Madrileña en 1902. Siete años dempués, el sellu Odeón pon en circulación comercial ventiún grabaciones (ente les qu’hai cuatro solos instrumentales de gaita), y nel 1912 la casa Columbia asoleya cuarenta rexistros que constitúin los sos caberos cantares grabaos. Ye vezu que Ramón García regrabe nel tiempu versiones estremaes de los mesmos temes (El Cantar de la Panoya, La del Herrero, etc.), o de qu’en primeres ediciones apaezan descartes de la propia discográfica (p.ex. hai una versión Odeón de «La Soberana» que foi descartada en postreres ediciones, y que sal como «Solo de gaita nº4» por un fallu d’impresión na primer tirada (nel Arxentina). Una rareza. El so facer discográficu acábase col acompañamientu instrumental que fai en 1930, en dellos discos editaos pola casa Parlophon, pa Joaquín Martínez ‹Xuacu de Sama›. L’heriede discográficu de Ramón García tien que valorase dientro del contestu históricu nel que se desendolca. Les sos interpretaciones son cantares populares y tradicionales, repartíos ente cantares montañeses (fastera de l’antigua Asturies de Santillana, asitiada anguaño na comunidá de Cantabria pelos valles perpendiculares al cantábricu dende’l Deva a la ensenada d’Astillero), asina como asturianaes y otres tipoloxíes. Tolos sos cantares tienen acompañamientu de gaita, qu’elli mesmu toca al empar que canta, con un rexistru de voz atenoráu, brillante y con un xeitu dialectal muy valoratible. La mayoría de los temes nun tresmiten una configuración estandarizada como patrones melódicos d’asturianada, nin tampocu tienen el necesariu seguimientu por sucesives xeneraciones de cantantes d’asturianada como pa constituyir patrones melódicos. Nesti sentíu, nosotros albidramos a Ramón García como un pioneru del xéneru y magar que les sos grabaciones sean un puntu de partida pa variantes subsiguientes d’asturianada tradicional –amén del so bultable ésitu comercial–, como Soy del Hoyo, Praviana, La Langreana, etc., l’estilu de les sos interpretaciones, xiros y melismes nun son homoxéneos ni tan estandarizaos. A la escontra, más bien paecen los d’un gran improvisador: un rapsoda que fai creaciones al traviés d’elementos de la canción popular de la so dómina qu’amiesta con estraordinaria imaxinación p’algamar importante sonadía ente las capes populares y les más altes esferes (davezu s’integraría dientro del círculu personal del rei Alfonso XIII). Dixitalización asoleyada en 2024 dientro del llibru Nel Cantu la Memoria de Héctor Braga Corral, premiu d’ensayu «Máximo Fuertes Acevedo» en llingua asturiana. 1912 / AMT 2024
  • Canto Avilés
    HB9_59.mp3
    Columbia - Nueva York
    Música Tradicional
    Archivu de la Música Tradicional
    Patrimonio Cultural Inmaterial
    Cantares
    Asturianada
    Gaita
    Discos de gramófonu
    El Gaiteru Libardón
    Canto Avilés [Calle la del Rivero] (asturianada con gaita asturiana) [grabación sonora] / interpretación, Ramón García Tuero, ‹El Gaiteru Libardón› (Arroes, 1864 - Colunga, 1932); recopilación y dixitalización, Héctor Braga Corral. – Héctor Braga Corral (ed.), 1912. Grabación orixinal en discu comercial de pizarra de 78 revoluciones per minutu, marca Odeón, referencia C 2167 y matriz S 16 con primer fecha de circulación comercial en 1912. Esti históricu artista, natural del pueblu maliayu d’Arroes, ye’l primer profesional de la música asturiana en vivir namás del so arte. Gaiteru y cantante de formación autodidacta, la so amistá col cura párrocu de Lliberdón (parroquia onde casó y pa la que se tresllada a vivir), da-y ocasión pa deprender a lleer música y tocar instrumentos como l’harmoniu. Ye curiosa la hestoria alredor de la primer gaita qu’algamó a tocar, por soscripción popular: «De chavalín, la madera pa face-y una gaita fueron a guetala dellos vecinos d’Arroes a una finca privada de los Valaterra, en Xixón, que tenía unes mates d’un boxe buenísimu. Pero había un par de mastines guardando la finca que metíen miéu. Bono, pues tornaron otra nueche con una perra en celu. Amarráronla na portiella d’entrada y fueron per detrás a cortar el boxe mientres los mastines taben alrodiu la perra. D’ehí salió la madera pa la primer gaita que tuvo Libardón». El casu ye que Ramón García entama la so carrera nel ámbitu llocal, y pa finales del sieglu XIX yá s’espeya la so popularidá na comarca y redolada, mesmo en semeyes (Baltasar Cue) como na prensa de la dómina: «Según carta que recibimos de Colunga (Asturias), las ferias y fiestas celebradas el miércoles, jueves y viernes han estado sumamente concurridas, desluciéndolas un poco la pertinaz lluvia del miércoles y jueves. Concurrieron al "Campo de Loreto", sitio en el cual se han celebrado las ferias y fiestas, considerable número de comerciantes, sobresaliendo los que se dedican al ganado vacuno y lanar. En la carta —que no publicamos íntegra por carecer del espacio necesario— se tributan grandes elogios al laureado ‹gaitero de Libardón›, y á la banda municipal colunguesa, creada por el digno y celosísimo alcalde de Colunga, D. Prudencio Pérez Velasco (...)». La Unión Católica (Madrid, 25 de mayu de 1898, páx. 3) 
Pocu dempués síguense les sos actividaes como imaxe comercial de la sidra champán «El Hórreo», actuando a lo primero na feria muestres de Xixón de 1899: «Y entramos en la Plaza que está dando un alegrón al "espléndido" Dindurra (que no siempre ha de ser simpático é incansable), pues no hay dónde poner al ‹gaitero de Libardón›, que llega al circo con sus dos chicas (para él las quisiera), las cuales valen más que la sidra que expenden». El Noroeste (Xijón, 18 de agostu de 1899, páx. 2)
 Esta feria de muestres tien sonadía na prensa nacional, qu’amás, foi muncho más «suave» que los cronistes llocales col nuevu –n’aquel entoncies– y discutíu productu de la sidra champán: «Se han sacado infinidad de fotografías, con destino á multitud de periódicos, y yo me hice con una, quizá la mejor, para que los lectores de El Globo apreciaran en todo su mérito la instalación de los Hijos de Pablo Pérez, que ha de figurar honrosamente en la próxima Exposición Internacional de París. Para dar mayor realce y hacer más sugestiva esta instalación, dos graciosas y bellas colunguesas, Mercedes y Eugenia, ataviadas con el precioso traje del país, expenden copas de sidra bajo el "Hórreo"; y el célebre ‹gaitero de Libardón›, aldea perteneciente al concejo de Colunga, toca primorosamente la gaita asturiana, con la que se acompaña inspiradas coplas, que no son sino el anuncio del producto exquisito de esta provincia». El Globo (Madrid, 1 de setiembre de 1899, páx. 4)
 Al añu siguiente y col cambéu de centuria, la carrera de Ramón García da un saltu pergrande y tien ocasión d’actuar na Esposición Universal de París de 1900: «Dando frente al "Egipto" hay un modesto kiosco asturiano, que, siendo español, yo no quiero dejarlo atrás. Allí, entre una decoración de botellas figuradas, hay una gran provisión de botellas de verdadera sidra-champagne de Colunga (Asturias). Yo no sé si esta sidra será recomendable, y me abstengo de toda opinión; pero lo que no puedo negar es que las dos asturianas que lo venden son frescas y hermosas como los espléndidos valles cretenses, y que el gaitero que, sentado en los peldaños de una escalera lateral, luce su traje típico, su robustez asturiana y su destreza en el tañer, me arremolinó en la mente un manojo de recuerdos conmovedores que parecían perfumados con el rico aroma de las cuencas asturianas». La Ilustración española y americana (Madrid, 30 xunu de 1900, páx. 6) «Hay entre nuestros expositores para todos los gustos: como instalación curiosa lo es, en primer término, la de los “Hijos de Pablo Pérez”, de Colunga, que han llevado al “Trocadero” el mismo hórreo que, compuesto de más de diez mil botellas de sidra, expusieron en la última de Gijón. La especialidad de esta marca, que es indudablemente la primera de España, y el lujo de la instalación, la hacen punto de cita de muchos españoles y una de las atracciones de la gran feria». El Liberal (Madrid, 18 xunetu de 1900, páx. 2) Nesta Esposición Universal de París, «El Hórreo» algamó una de las poques medayes d’oru otorgaes pol xuráu de la so categoría ente otres sidres llegaes dende Asturies y País Vascu. Nun hai nengún memorándum de la esposición con datos alredor d’otros premios o medayes p’asturianos, incluyíos los que s’otorgaríen a los músicos ellí presentes, ente los que taba’l propiu Ramón García: «Espagne. —MM. Perez (les fils de Pablo), á Colunga; Veretera y Cangas, á Gigon, médailles d’or; Arias-Nachon et Cia, á Infiesto (province de Oviédo); Lacoiz-Quéta (Francisco), Navarté; Oteiza (Felipe), á Iriarte; Urgoiti (Ricardo de), á Rentéria, médailles de bronze; Garcia (Arguelles Braga), á La Felguéra, mention honorable». Rapports du Jury International. Groupe X, Aliments Deuxième partie. Cidres, Chapitre VI, páx. 547 La primer grabación d'un asturianu na historia de los rexistros sonoros protagonízala –precisamente– Ramón García en 1902, cuando la Sociedad Fonográfica Madrileña comercializa cilindros tipu Edison col tema Canteros de Covadonga (la Basílica taba acabante d’inaugurase nel 1901). Dende entós, róblense innumerables noticies onde s’afita que la figura de Ramón García tresciende los municipios asturianos, tanto como gaiteru oficial d’ún de los primeros concursos d’asturianada cellebraos nel Principáu: «(...) Y como ocurre siempre y ello es muy disculpable el auditorio se desbordó en entusiasmo al pisar el tablado las parejas de canto y baile asturiano y á su frente el popularísimo ‹gaitero de Libardón›, Ramón García. Los cantores de las sentidas "aldeanás" astures fueron "les moces, guapines toes", por cierto, Narcisa de La Abadía y Elvira Medina, que ganaron muy justificados aplausos; y el de Libardón huelga decir si fué ovacionado. Por cierto que ayer se "comprimió" bastante en cuanto á la "letra" de los cantares. Y así debe hacer siempre, porque si algo distingue á los bailes y cantares asturianos es la decencia y la honestidad. (...) Hoy se repite la fiesta y terminada ésta tendrá lugar la adjudicación de premios». El Popular (Xixón, 20 d’agostu de 1905, páx. 1) Asina como tamién alluendi les fronteres d’Asturies haza tol territoriu peninsular y ultramarín: «El famoso ‹gaitero de Libardón›, pulido y almibarado, aún puede ejercer funciones diplomáticas en el extranjero y América más eficaces que las de los mejor acreditados "profesionales" del protocolo. Su retrato ha corrido por todas las revistas ilustradas del mundo; su figura, no muy garbosa, habrá quitado el sueño quizá á alguna "miss" pudibunda y estrambótica. El de Libardón es un "vivo", que dirían en el Avapiés: el relato de su viaje y aventuras, sencillamente maravilloso. Por un concierto ¡de gaita, naturalmente! le dieron en Cuba ó Méjico "cuatro mil duros". Navascués, nuestro gran profesor de oboe (otra gaita un poco más artística) al oír esto, establece comparaciones para su "caña" lanzando melancólicos suspiros y entrecortadas frases de indignación. El ‹gaitero de Libardón› tiene su público, al que sabe manejar á su capricho, con malicias y artimañas de avezado artista: es como si dijéramos el Viñas de la gaita. Es infatigable en el ejercicio de su profesión, arreglada á la escena, teniendo cuerda para quince días en su apacible Caramillo y cuando canta recuerda "ligeramente" al veterano D. José Mesejo, en las jotas de "gañote". Tales son mis observaciones particularísimas sobre la figura más culminante de la "matinée" regional». El País (Madrid, 5 d’ochobre de 1908, páx. 3) Nesi mesmu añu, Ramón García entama delles xires por Hispanoamérica: «Luego de una "tournée" por Méjico y Cuba, donde conquistó frenéticos y calurosos aplausos, y sobre todo mucho dinero, dando conciertos de canto regional y tocando la gaita en los principales teatros, ha vuelto á su pueblo de Libardón, el ya famoso y popular gaitero conocido por dicho nombre. Como es de suponer, fue amable y espléndidamente obsequiado por nuestros compatriotas de la República cubana y del antiguo imperio de Moctezuma. Según hemos oído, halagado por el grande y franco éxito que alcanzó en dichas naciones, piensa muy en breve emprender un viaje hacia la América del Sur, visitando la Argentina y Chile donde cuenta con gran número de admiradores y amigos el simpático Ramón García». El Popular (XIxón, 12 de xineru de 1908, páx. 2) «Estando en el teatro de L’Habana pasó algo fuera de serie y el asuntu fue que salió-y una madreña disparada hacia una moza del públicu. Bueno pues allá se les compuso pa cantar una copluca improvisando y el teatro quería venise abajo de toles rises y los aplausos». Hai datos del so propiu grupu de bailladores asturianos: «Animadísimas, como siempre, han estado las de la Vega. En las regatas, á pesar de la tarde desapacible, infinidad de botes, y, claro está, infinidad de gente, habiendo quedado los premios entre la Vega y Abres. El ‹gaitero de Libardón› y las parejas de baile fueron los números que más poderosamente llamaron la atención en la verbena (...)». Castropol (Castropol, 20 d’agostu de 1908, páx. 6)
 Y tamién fai actuaciones con otros músicos como José Sánchez, conocíu como ‹El Tambor de la Abadía›: «La fiesta promete ser de lo más lucido y contribuirán á darla mayor realce el ‹tamboritero de la Abadía› y el ‹gaitero de Libardón›, al fin unidos, la nueva banda y algunos organillos. La gente joven puede prepararse á rendir culto á la diosa Terpsícore». El Noroeste (Xixón, 13 de xunetu de 1909, páx. 4)
 Con esta granible trayeutoria, nun ye d’extrañar que sea’l primer artista asturianu en roblar un contratu discográficu. Esti compromisu roblase’n Buenos Aires, pa onde va cola marca «Real Sidra Asturiana» (llagar de José Cima García, de Cualloto), cola mesma función que ficiera pa la sidre «El Hórreo» con anterioridá: «(...) el señor D. Ramón García y de otra parte "The Columbia Phonograph Co. General" de New York suscriben un contrato ante el escribano por el que el artista cede y transfiere la propiedad artística y/o literario y/o musical de todas las obras artísticas literarias o musicales que el señor Ramón García ha producido hasta la fecha y las que produzca de hoy en adelante hasta el 31 de diciembre de 1921». Documentu robláu énte notariu’l 27 de mayu de 1911 De fechu, Ramón García ‹El gaiteru Libardón› ye’l primer cantante n’amestar nes grabaciones elementos ayenos a los cantares. Los primeros exemplos tienen forma de publicidá de les firmes que-y paguen pa ello. Dempués, col pasar del tiempu va facer llargues dedicatories recitaes a la fin de cada grabación. Per exemplu: Tengo el gorgoberu enfermu / de soplar y más soplar, dame sidra d’El Gaiteru / pa poder continuar. Pa inflar el fuelle a la gaita / soplando pel cañaveru, hai que beber muncha sidra / de la marca d’El Gaiteru Sicasí, Ramón García nunca nun dexa d’ufrir actuaciones pela xeografía asturiana: «La verbena, que comenzará á las doce de la noche del 18, para terminar á las cinco de la mañana, reunirá los siguientes atractivos: Audiciones musicales á cargo de una banda militar, la municipal de Gijón y la particular de la Empresa de tranvías. Cinematógrafo público y "varietés". Concurso de bailes asturianos, amenizado por el célebre ‹gaitero de Libardón› y el no menos célebre ‹tambor de la Abadía›. Fuegos artificiales á cargo de un acreditado pirotécnico. Danza prima». El Noroeste (Xixón, 11 de xunetu de 1912, páx. 1) «Otra vez pasó aquí en Arroes, que ye onde nació y vivió de mozu, que apostó una caja sidra de les de antes (de 24 botelles) con otru vecín gaiteru [Cándido Pérez ‹Cañices›] a que podía tirase rodando por un práu abajo sin que la gaita dejara de sonar. ¡Y Libardón ganó la apuesta!. ¡Aquello yera la virxen!». Ramón García tien un granible catálogu discográficu, qu’entama colos primeros cilindros editaos pola Fonográfica Madrileña en 1902. Siete años dempués, el sellu Odeón pon en circulación comercial ventiún grabaciones (ente les qu’hai cuatro solos instrumentales de gaita), y nel 1912 la casa Columbia asoleya cuarenta rexistros que constitúin los sos caberos cantares grabaos. Ye vezu que Ramón García regrabe nel tiempu versiones estremaes de los mesmos temes (El Cantar de la Panoya, La del Herrero, etc.), o de qu’en primeres ediciones apaezan descartes de la propia discográfica (p.ex. hai una versión Odeón de «La Soberana» que foi descartada en postreres ediciones, y que sal como «Solo de gaita nº4» por un fallu d’impresión na primer tirada (nel Arxentina). Una rareza. El so facer discográficu acábase col acompañamientu instrumental que fai en 1930, en dellos discos editaos pola casa Parlophon, pa Joaquín Martínez ‹Xuacu de Sama›. L’heriede discográficu de Ramón García tien que valorase dientro del contestu históricu nel que se desendolca. Les sos interpretaciones son cantares populares y tradicionales, repartíos ente cantares montañeses (fastera de l’antigua Asturies de Santillana, asitiada anguaño na comunidá de Cantabria pelos valles perpendiculares al cantábricu dende’l Deva a la ensenada d’Astillero), asina como asturianaes y otres tipoloxíes. Tolos sos cantares tienen acompañamientu de gaita, qu’elli mesmu toca al empar que canta, con un rexistru de voz atenoráu, brillante y con un xeitu dialectal muy valoratible. La mayoría de los temes nun tresmiten una configuración estandarizada como patrones melódicos d’asturianada, nin tampocu tienen el necesariu seguimientu por sucesives xeneraciones de cantantes d’asturianada como pa constituyir patrones melódicos. Nesti sentíu, nosotros albidramos a Ramón García como un pioneru del xéneru y magar que les sos grabaciones sean un puntu de partida pa variantes subsiguientes d’asturianada tradicional –amén del so bultable ésitu comercial–, como Soy del Hoyo, Praviana, La Langreana, etc., l’estilu de les sos interpretaciones, xiros y melismes nun son homoxéneos ni tan estandarizaos. A la escontra, más bien paecen los d’un gran improvisador: un rapsoda que fai creaciones al traviés d’elementos de la canción popular de la so dómina qu’amiesta con estraordinaria imaxinación p’algamar importante sonadía ente las capes populares y les más altes esferes (davezu s’integraría dientro del círculu personal del rei Alfonso XIII). Dixitalización asoleyada en 2024 dientro del llibru Nel Cantu la Memoria de Héctor Braga Corral, premiu d’ensayu «Máximo Fuertes Acevedo» en llingua asturiana. 1912 / AMT 2024
  • Canto de Gijón
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    Columbia - Nueva York
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    El Gaiteru Libardón
    Canto de Gijón [Farola de Gijón] (asturianada con gaita asturiana) [grabación sonora] / interpretación, Ramón García Tuero, ‹El Gaiteru Libardón› (Arroes, 1864 - Colunga, 1932); recopilación y dixitalización, Héctor Braga Corral. – Héctor Braga Corral (ed.), 1912. Grabación orixinal en discu comercial de pizarra de 78 revoluciones per minutu, marca Odeón, referencia C 2177 y matriz S 36 con primer fecha de circulación comercial en 1912. Esti históricu artista, natural del pueblu maliayu d’Arroes, ye’l primer profesional de la música asturiana en vivir namás del so arte. Gaiteru y cantante de formación autodidacta, la so amistá col cura párrocu de Lliberdón (parroquia onde casó y pa la que se tresllada a vivir), da-y ocasión pa deprender a lleer música y tocar instrumentos como l’harmoniu. Ye curiosa la hestoria alredor de la primer gaita qu’algamó a tocar, por soscripción popular: «De chavalín, la madera pa face-y una gaita fueron a guetala dellos vecinos d’Arroes a una finca privada de los Valaterra, en Xixón, que tenía unes mates d’un boxe buenísimu. Pero había un par de mastines guardando la finca que metíen miéu. Bono, pues tornaron otra nueche con una perra en celu. Amarráronla na portiella d’entrada y fueron per detrás a cortar el boxe mientres los mastines taben alrodiu la perra. D’ehí salió la madera pa la primer gaita que tuvo Libardón». El casu ye que Ramón García entama la so carrera nel ámbitu llocal, y pa finales del sieglu XIX yá s’espeya la so popularidá na comarca y redolada, mesmo en semeyes (Baltasar Cue) como na prensa de la dómina: «Según carta que recibimos de Colunga (Asturias), las ferias y fiestas celebradas el miércoles, jueves y viernes han estado sumamente concurridas, desluciéndolas un poco la pertinaz lluvia del miércoles y jueves. Concurrieron al "Campo de Loreto", sitio en el cual se han celebrado las ferias y fiestas, considerable número de comerciantes, sobresaliendo los que se dedican al ganado vacuno y lanar. En la carta —que no publicamos íntegra por carecer del espacio necesario— se tributan grandes elogios al laureado ‹gaitero de Libardón›, y á la banda municipal colunguesa, creada por el digno y celosísimo alcalde de Colunga, D. Prudencio Pérez Velasco (...)». La Unión Católica (Madrid, 25 de mayu de 1898, páx. 3) 
Pocu dempués síguense les sos actividaes como imaxe comercial de la sidra champán «El Hórreo», actuando a lo primero na feria muestres de Xixón de 1899: «Y entramos en la Plaza que está dando un alegrón al "espléndido" Dindurra (que no siempre ha de ser simpático é incansable), pues no hay dónde poner al ‹gaitero de Libardón›, que llega al circo con sus dos chicas (para él las quisiera), las cuales valen más que la sidra que expenden». El Noroeste (Xijón, 18 de agostu de 1899, páx. 2)
 Esta feria de muestres tien sonadía na prensa nacional, qu’amás, foi muncho más «suave» que los cronistes llocales col nuevu –n’aquel entoncies– y discutíu productu de la sidra champán: «Se han sacado infinidad de fotografías, con destino á multitud de periódicos, y yo me hice con una, quizá la mejor, para que los lectores de El Globo apreciaran en todo su mérito la instalación de los Hijos de Pablo Pérez, que ha de figurar honrosamente en la próxima Exposición Internacional de París. Para dar mayor realce y hacer más sugestiva esta instalación, dos graciosas y bellas colunguesas, Mercedes y Eugenia, ataviadas con el precioso traje del país, expenden copas de sidra bajo el "Hórreo"; y el célebre ‹gaitero de Libardón›, aldea perteneciente al concejo de Colunga, toca primorosamente la gaita asturiana, con la que se acompaña inspiradas coplas, que no son sino el anuncio del producto exquisito de esta provincia». El Globo (Madrid, 1 de setiembre de 1899, páx. 4)
 Al añu siguiente y col cambéu de centuria, la carrera de Ramón García da un saltu pergrande y tien ocasión d’actuar na Esposición Universal de París de 1900: «Dando frente al "Egipto" hay un modesto kiosco asturiano, que, siendo español, yo no quiero dejarlo atrás. Allí, entre una decoración de botellas figuradas, hay una gran provisión de botellas de verdadera sidra-champagne de Colunga (Asturias). Yo no sé si esta sidra será recomendable, y me abstengo de toda opinión; pero lo que no puedo negar es que las dos asturianas que lo venden son frescas y hermosas como los espléndidos valles cretenses, y que el gaitero que, sentado en los peldaños de una escalera lateral, luce su traje típico, su robustez asturiana y su destreza en el tañer, me arremolinó en la mente un manojo de recuerdos conmovedores que parecían perfumados con el rico aroma de las cuencas asturianas». La Ilustración española y americana (Madrid, 30 xunu de 1900, páx. 6) «Hay entre nuestros expositores para todos los gustos: como instalación curiosa lo es, en primer término, la de los “Hijos de Pablo Pérez”, de Colunga, que han llevado al “Trocadero” el mismo hórreo que, compuesto de más de diez mil botellas de sidra, expusieron en la última de Gijón. La especialidad de esta marca, que es indudablemente la primera de España, y el lujo de la instalación, la hacen punto de cita de muchos españoles y una de las atracciones de la gran feria». El Liberal (Madrid, 18 xunetu de 1900, páx. 2) Nesta Esposición Universal de París, «El Hórreo» algamó una de las poques medayes d’oru otorgaes pol xuráu de la so categoría ente otres sidres llegaes dende Asturies y País Vascu. Nun hai nengún memorándum de la esposición con datos alredor d’otros premios o medayes p’asturianos, incluyíos los que s’otorgaríen a los músicos ellí presentes, ente los que taba’l propiu Ramón García: «Espagne. —MM. Perez (les fils de Pablo), á Colunga; Veretera y Cangas, á Gigon, médailles d’or; Arias-Nachon et Cia, á Infiesto (province de Oviédo); Lacoiz-Quéta (Francisco), Navarté; Oteiza (Felipe), á Iriarte; Urgoiti (Ricardo de), á Rentéria, médailles de bronze; Garcia (Arguelles Braga), á La Felguéra, mention honorable». Rapports du Jury International. Groupe X, Aliments Deuxième partie. Cidres, Chapitre VI, páx. 547 La primer grabación d'un asturianu na historia de los rexistros sonoros protagonízala –precisamente– Ramón García en 1902, cuando la Sociedad Fonográfica Madrileña comercializa cilindros tipu Edison col tema Canteros de Covadonga (la Basílica taba acabante d’inaugurase nel 1901). Dende entós, róblense innumerables noticies onde s’afita que la figura de Ramón García tresciende los municipios asturianos, tanto como gaiteru oficial d’ún de los primeros concursos d’asturianada cellebraos nel Principáu: «(...) Y como ocurre siempre y ello es muy disculpable el auditorio se desbordó en entusiasmo al pisar el tablado las parejas de canto y baile asturiano y á su frente el popularísimo ‹gaitero de Libardón›, Ramón García. Los cantores de las sentidas "aldeanás" astures fueron "les moces, guapines toes", por cierto, Narcisa de La Abadía y Elvira Medina, que ganaron muy justificados aplausos; y el de Libardón huelga decir si fué ovacionado. Por cierto que ayer se "comprimió" bastante en cuanto á la "letra" de los cantares. Y así debe hacer siempre, porque si algo distingue á los bailes y cantares asturianos es la decencia y la honestidad. (...) Hoy se repite la fiesta y terminada ésta tendrá lugar la adjudicación de premios». El Popular (Xixón, 20 d’agostu de 1905, páx. 1) Asina como tamién alluendi les fronteres d’Asturies haza tol territoriu peninsular y ultramarín: «El famoso ‹gaitero de Libardón›, pulido y almibarado, aún puede ejercer funciones diplomáticas en el extranjero y América más eficaces que las de los mejor acreditados "profesionales" del protocolo. Su retrato ha corrido por todas las revistas ilustradas del mundo; su figura, no muy garbosa, habrá quitado el sueño quizá á alguna "miss" pudibunda y estrambótica. El de Libardón es un "vivo", que dirían en el Avapiés: el relato de su viaje y aventuras, sencillamente maravilloso. Por un concierto ¡de gaita, naturalmente! le dieron en Cuba ó Méjico "cuatro mil duros". Navascués, nuestro gran profesor de oboe (otra gaita un poco más artística) al oír esto, establece comparaciones para su "caña" lanzando melancólicos suspiros y entrecortadas frases de indignación. El ‹gaitero de Libardón› tiene su público, al que sabe manejar á su capricho, con malicias y artimañas de avezado artista: es como si dijéramos el Viñas de la gaita. Es infatigable en el ejercicio de su profesión, arreglada á la escena, teniendo cuerda para quince días en su apacible Caramillo y cuando canta recuerda "ligeramente" al veterano D. José Mesejo, en las jotas de "gañote". Tales son mis observaciones particularísimas sobre la figura más culminante de la "matinée" regional». El País (Madrid, 5 d’ochobre de 1908, páx. 3) Nesi mesmu añu, Ramón García entama delles xires por Hispanoamérica: «Luego de una "tournée" por Méjico y Cuba, donde conquistó frenéticos y calurosos aplausos, y sobre todo mucho dinero, dando conciertos de canto regional y tocando la gaita en los principales teatros, ha vuelto á su pueblo de Libardón, el ya famoso y popular gaitero conocido por dicho nombre. Como es de suponer, fue amable y espléndidamente obsequiado por nuestros compatriotas de la República cubana y del antiguo imperio de Moctezuma. Según hemos oído, halagado por el grande y franco éxito que alcanzó en dichas naciones, piensa muy en breve emprender un viaje hacia la América del Sur, visitando la Argentina y Chile donde cuenta con gran número de admiradores y amigos el simpático Ramón García». El Popular (XIxón, 12 de xineru de 1908, páx. 2) «Estando en el teatro de L’Habana pasó algo fuera de serie y el asuntu fue que salió-y una madreña disparada hacia una moza del públicu. Bueno pues allá se les compuso pa cantar una copluca improvisando y el teatro quería venise abajo de toles rises y los aplausos». Hai datos del so propiu grupu de bailladores asturianos: «Animadísimas, como siempre, han estado las de la Vega. En las regatas, á pesar de la tarde desapacible, infinidad de botes, y, claro está, infinidad de gente, habiendo quedado los premios entre la Vega y Abres. El ‹gaitero de Libardón› y las parejas de baile fueron los números que más poderosamente llamaron la atención en la verbena (...)». Castropol (Castropol, 20 d’agostu de 1908, páx. 6)
 Y tamién fai actuaciones con otros músicos como José Sánchez, conocíu como ‹El Tambor de la Abadía›: «La fiesta promete ser de lo más lucido y contribuirán á darla mayor realce el ‹tamboritero de la Abadía› y el ‹gaitero de Libardón›, al fin unidos, la nueva banda y algunos organillos. La gente joven puede prepararse á rendir culto á la diosa Terpsícore». El Noroeste (Xixón, 13 de xunetu de 1909, páx. 4)
 Con esta granible trayeutoria, nun ye d’extrañar que sea’l primer artista asturianu en roblar un contratu discográficu. Esti compromisu roblase’n Buenos Aires, pa onde va cola marca «Real Sidra Asturiana» (llagar de José Cima García, de Cualloto), cola mesma función que ficiera pa la sidre «El Hórreo» con anterioridá: «(...) el señor D. Ramón García y de otra parte "The Columbia Phonograph Co. General" de New York suscriben un contrato ante el escribano por el que el artista cede y transfiere la propiedad artística y/o literario y/o musical de todas las obras artísticas literarias o musicales que el señor Ramón García ha producido hasta la fecha y las que produzca de hoy en adelante hasta el 31 de diciembre de 1921». Documentu robláu énte notariu’l 27 de mayu de 1911 De fechu, Ramón García ‹El gaiteru Libardón› ye’l primer cantante n’amestar nes grabaciones elementos ayenos a los cantares. Los primeros exemplos tienen forma de publicidá de les firmes que-y paguen pa ello. Dempués, col pasar del tiempu va facer llargues dedicatories recitaes a la fin de cada grabación. Per exemplu: Tengo el gorgoberu enfermu / de soplar y más soplar, dame sidra d’El Gaiteru / pa poder continuar. Pa inflar el fuelle a la gaita / soplando pel cañaveru, hai que beber muncha sidra / de la marca d’El Gaiteru Sicasí, Ramón García nunca nun dexa d’ufrir actuaciones pela xeografía asturiana: «La verbena, que comenzará á las doce de la noche del 18, para terminar á las cinco de la mañana, reunirá los siguientes atractivos: Audiciones musicales á cargo de una banda militar, la municipal de Gijón y la particular de la Empresa de tranvías. Cinematógrafo público y "varietés". Concurso de bailes asturianos, amenizado por el célebre ‹gaitero de Libardón› y el no menos célebre ‹tambor de la Abadía›. Fuegos artificiales á cargo de un acreditado pirotécnico. Danza prima». El Noroeste (Xixón, 11 de xunetu de 1912, páx. 1) «Otra vez pasó aquí en Arroes, que ye onde nació y vivió de mozu, que apostó una caja sidra de les de antes (de 24 botelles) con otru vecín gaiteru [Cándido Pérez ‹Cañices›] a que podía tirase rodando por un práu abajo sin que la gaita dejara de sonar. ¡Y Libardón ganó la apuesta!. ¡Aquello yera la virxen!». Ramón García tien un granible catálogu discográficu, qu’entama colos primeros cilindros editaos pola Fonográfica Madrileña en 1902. Siete años dempués, el sellu Odeón pon en circulación comercial ventiún grabaciones (ente les qu’hai cuatro solos instrumentales de gaita), y nel 1912 la casa Columbia asoleya cuarenta rexistros que constitúin los sos caberos cantares grabaos. Ye vezu que Ramón García regrabe nel tiempu versiones estremaes de los mesmos temes (El Cantar de la Panoya, La del Herrero, etc.), o de qu’en primeres ediciones apaezan descartes de la propia discográfica (p.ex. hai una versión Odeón de «La Soberana» que foi descartada en postreres ediciones, y que sal como «Solo de gaita nº4» por un fallu d’impresión na primer tirada (nel Arxentina). Una rareza. El so facer discográficu acábase col acompañamientu instrumental que fai en 1930, en dellos discos editaos pola casa Parlophon, pa Joaquín Martínez ‹Xuacu de Sama›. L’heriede discográficu de Ramón García tien que valorase dientro del contestu históricu nel que se desendolca. Les sos interpretaciones son cantares populares y tradicionales, repartíos ente cantares montañeses (fastera de l’antigua Asturies de Santillana, asitiada anguaño na comunidá de Cantabria pelos valles perpendiculares al cantábricu dende’l Deva a la ensenada d’Astillero), asina como asturianaes y otres tipoloxíes. Tolos sos cantares tienen acompañamientu de gaita, qu’elli mesmu toca al empar que canta, con un rexistru de voz atenoráu, brillante y con un xeitu dialectal muy valoratible. La mayoría de los temes nun tresmiten una configuración estandarizada como patrones melódicos d’asturianada, nin tampocu tienen el necesariu seguimientu por sucesives xeneraciones de cantantes d’asturianada como pa constituyir patrones melódicos. Nesti sentíu, nosotros albidramos a Ramón García como un pioneru del xéneru y magar que les sos grabaciones sean un puntu de partida pa variantes subsiguientes d’asturianada tradicional –amén del so bultable ésitu comercial–, como Soy del Hoyo, Praviana, La Langreana, etc., l’estilu de les sos interpretaciones, xiros y melismes nun son homoxéneos ni tan estandarizaos. A la escontra, más bien paecen los d’un gran improvisador: un rapsoda que fai creaciones al traviés d’elementos de la canción popular de la so dómina qu’amiesta con estraordinaria imaxinación p’algamar importante sonadía ente las capes populares y les más altes esferes (davezu s’integraría dientro del círculu personal del rei Alfonso XIII). Dixitalización asoleyada en 2024 dientro del llibru Nel Cantu la Memoria de Héctor Braga Corral, premiu d’ensayu «Máximo Fuertes Acevedo» en llingua asturiana. 1912 / AMT 2024
  • Canto de Llanes
    HB9_57.mp3
    Columbia - Nueva York
    Música Tradicional
    Archivu de la Música Tradicional
    Patrimonio Cultural Inmaterial
    Cantares
    Asturianada
    Gaita
    Danzas
    Pericote
    Bailes
    Discos de gramófonu
    El Gaiteru Libardón
    Canto de Llanes [El Pericote] (asturianada con gaita asturiana) [grabación sonora] / interpretación, Ramón García Tuero, ‹El Gaiteru Libardón› (Arroes, 1864 - Colunga, 1932); recopilación y dixitalización, Héctor Braga Corral. – Héctor Braga Corral (ed.), 1912. Grabación orixinal en discu comercial de pizarra de 78 revoluciones per minutu, marca Odeón, referencia C 2173 y matriz S 28 con primer fecha de circulación comercial en 1912. Esti históricu artista, natural del pueblu maliayu d’Arroes, ye’l primer profesional de la música asturiana en vivir namás del so arte. Gaiteru y cantante de formación autodidacta, la so amistá col cura párrocu de Lliberdón (parroquia onde casó y pa la que se tresllada a vivir), da-y ocasión pa deprender a lleer música y tocar instrumentos como l’harmoniu. Ye curiosa la hestoria alredor de la primer gaita qu’algamó a tocar, por soscripción popular: «De chavalín, la madera pa face-y una gaita fueron a guetala dellos vecinos d’Arroes a una finca privada de los Valaterra, en Xixón, que tenía unes mates d’un boxe buenísimu. Pero había un par de mastines guardando la finca que metíen miéu. Bono, pues tornaron otra nueche con una perra en celu. Amarráronla na portiella d’entrada y fueron per detrás a cortar el boxe mientres los mastines taben alrodiu la perra. D’ehí salió la madera pa la primer gaita que tuvo Libardón». El casu ye que Ramón García entama la so carrera nel ámbitu llocal, y pa finales del sieglu XIX yá s’espeya la so popularidá na comarca y redolada, mesmo en semeyes (Baltasar Cue) como na prensa de la dómina: «Según carta que recibimos de Colunga (Asturias), las ferias y fiestas celebradas el miércoles, jueves y viernes han estado sumamente concurridas, desluciéndolas un poco la pertinaz lluvia del miércoles y jueves. Concurrieron al "Campo de Loreto", sitio en el cual se han celebrado las ferias y fiestas, considerable número de comerciantes, sobresaliendo los que se dedican al ganado vacuno y lanar. En la carta —que no publicamos íntegra por carecer del espacio necesario— se tributan grandes elogios al laureado ‹gaitero de Libardón›, y á la banda municipal colunguesa, creada por el digno y celosísimo alcalde de Colunga, D. Prudencio Pérez Velasco (...)». La Unión Católica (Madrid, 25 de mayu de 1898, páx. 3) 
Pocu dempués síguense les sos actividaes como imaxe comercial de la sidra champán «El Hórreo», actuando a lo primero na feria muestres de Xixón de 1899: «Y entramos en la Plaza que está dando un alegrón al "espléndido" Dindurra (que no siempre ha de ser simpático é incansable), pues no hay dónde poner al ‹gaitero de Libardón›, que llega al circo con sus dos chicas (para él las quisiera), las cuales valen más que la sidra que expenden». El Noroeste (Xijón, 18 de agostu de 1899, páx. 2)
 Esta feria de muestres tien sonadía na prensa nacional, qu’amás, foi muncho más «suave» que los cronistes llocales col nuevu –n’aquel entoncies– y discutíu productu de la sidra champán: «Se han sacado infinidad de fotografías, con destino á multitud de periódicos, y yo me hice con una, quizá la mejor, para que los lectores de El Globo apreciaran en todo su mérito la instalación de los Hijos de Pablo Pérez, que ha de figurar honrosamente en la próxima Exposición Internacional de París. Para dar mayor realce y hacer más sugestiva esta instalación, dos graciosas y bellas colunguesas, Mercedes y Eugenia, ataviadas con el precioso traje del país, expenden copas de sidra bajo el "Hórreo"; y el célebre ‹gaitero de Libardón›, aldea perteneciente al concejo de Colunga, toca primorosamente la gaita asturiana, con la que se acompaña inspiradas coplas, que no son sino el anuncio del producto exquisito de esta provincia». El Globo (Madrid, 1 de setiembre de 1899, páx. 4)
 Al añu siguiente y col cambéu de centuria, la carrera de Ramón García da un saltu pergrande y tien ocasión d’actuar na Esposición Universal de París de 1900: «Dando frente al "Egipto" hay un modesto kiosco asturiano, que, siendo español, yo no quiero dejarlo atrás. Allí, entre una decoración de botellas figuradas, hay una gran provisión de botellas de verdadera sidra-champagne de Colunga (Asturias). Yo no sé si esta sidra será recomendable, y me abstengo de toda opinión; pero lo que no puedo negar es que las dos asturianas que lo venden son frescas y hermosas como los espléndidos valles cretenses, y que el gaitero que, sentado en los peldaños de una escalera lateral, luce su traje típico, su robustez asturiana y su destreza en el tañer, me arremolinó en la mente un manojo de recuerdos conmovedores que parecían perfumados con el rico aroma de las cuencas asturianas». La Ilustración española y americana (Madrid, 30 xunu de 1900, páx. 6) «Hay entre nuestros expositores para todos los gustos: como instalación curiosa lo es, en primer término, la de los “Hijos de Pablo Pérez”, de Colunga, que han llevado al “Trocadero” el mismo hórreo que, compuesto de más de diez mil botellas de sidra, expusieron en la última de Gijón. La especialidad de esta marca, que es indudablemente la primera de España, y el lujo de la instalación, la hacen punto de cita de muchos españoles y una de las atracciones de la gran feria». El Liberal (Madrid, 18 xunetu de 1900, páx. 2) Nesta Esposición Universal de París, «El Hórreo» algamó una de las poques medayes d’oru otorgaes pol xuráu de la so categoría ente otres sidres llegaes dende Asturies y País Vascu. Nun hai nengún memorándum de la esposición con datos alredor d’otros premios o medayes p’asturianos, incluyíos los que s’otorgaríen a los músicos ellí presentes, ente los que taba’l propiu Ramón García: «Espagne. —MM. Perez (les fils de Pablo), á Colunga; Veretera y Cangas, á Gigon, médailles d’or; Arias-Nachon et Cia, á Infiesto (province de Oviédo); Lacoiz-Quéta (Francisco), Navarté; Oteiza (Felipe), á Iriarte; Urgoiti (Ricardo de), á Rentéria, médailles de bronze; Garcia (Arguelles Braga), á La Felguéra, mention honorable». Rapports du Jury International. Groupe X, Aliments Deuxième partie. Cidres, Chapitre VI, páx. 547 La primer grabación d'un asturianu na historia de los rexistros sonoros protagonízala –precisamente– Ramón García en 1902, cuando la Sociedad Fonográfica Madrileña comercializa cilindros tipu Edison col tema Canteros de Covadonga (la Basílica taba acabante d’inaugurase nel 1901). Dende entós, róblense innumerables noticies onde s’afita que la figura de Ramón García tresciende los municipios asturianos, tanto como gaiteru oficial d’ún de los primeros concursos d’asturianada cellebraos nel Principáu: «(...) Y como ocurre siempre y ello es muy disculpable el auditorio se desbordó en entusiasmo al pisar el tablado las parejas de canto y baile asturiano y á su frente el popularísimo ‹gaitero de Libardón›, Ramón García. Los cantores de las sentidas "aldeanás" astures fueron "les moces, guapines toes", por cierto, Narcisa de La Abadía y Elvira Medina, que ganaron muy justificados aplausos; y el de Libardón huelga decir si fué ovacionado. Por cierto que ayer se "comprimió" bastante en cuanto á la "letra" de los cantares. Y así debe hacer siempre, porque si algo distingue á los bailes y cantares asturianos es la decencia y la honestidad. (...) Hoy se repite la fiesta y terminada ésta tendrá lugar la adjudicación de premios». El Popular (Xixón, 20 d’agostu de 1905, páx. 1) Asina como tamién alluendi les fronteres d’Asturies haza tol territoriu peninsular y ultramarín: «El famoso ‹gaitero de Libardón›, pulido y almibarado, aún puede ejercer funciones diplomáticas en el extranjero y América más eficaces que las de los mejor acreditados "profesionales" del protocolo. Su retrato ha corrido por todas las revistas ilustradas del mundo; su figura, no muy garbosa, habrá quitado el sueño quizá á alguna "miss" pudibunda y estrambótica. El de Libardón es un "vivo", que dirían en el Avapiés: el relato de su viaje y aventuras, sencillamente maravilloso. Por un concierto ¡de gaita, naturalmente! le dieron en Cuba ó Méjico "cuatro mil duros". Navascués, nuestro gran profesor de oboe (otra gaita un poco más artística) al oír esto, establece comparaciones para su "caña" lanzando melancólicos suspiros y entrecortadas frases de indignación. El ‹gaitero de Libardón› tiene su público, al que sabe manejar á su capricho, con malicias y artimañas de avezado artista: es como si dijéramos el Viñas de la gaita. Es infatigable en el ejercicio de su profesión, arreglada á la escena, teniendo cuerda para quince días en su apacible Caramillo y cuando canta recuerda "ligeramente" al veterano D. José Mesejo, en las jotas de "gañote". Tales son mis observaciones particularísimas sobre la figura más culminante de la "matinée" regional». El País (Madrid, 5 d’ochobre de 1908, páx. 3) Nesi mesmu añu, Ramón García entama delles xires por Hispanoamérica: «Luego de una "tournée" por Méjico y Cuba, donde conquistó frenéticos y calurosos aplausos, y sobre todo mucho dinero, dando conciertos de canto regional y tocando la gaita en los principales teatros, ha vuelto á su pueblo de Libardón, el ya famoso y popular gaitero conocido por dicho nombre. Como es de suponer, fue amable y espléndidamente obsequiado por nuestros compatriotas de la República cubana y del antiguo imperio de Moctezuma. Según hemos oído, halagado por el grande y franco éxito que alcanzó en dichas naciones, piensa muy en breve emprender un viaje hacia la América del Sur, visitando la Argentina y Chile donde cuenta con gran número de admiradores y amigos el simpático Ramón García». El Popular (XIxón, 12 de xineru de 1908, páx. 2) «Estando en el teatro de L’Habana pasó algo fuera de serie y el asuntu fue que salió-y una madreña disparada hacia una moza del públicu. Bueno pues allá se les compuso pa cantar una copluca improvisando y el teatro quería venise abajo de toles rises y los aplausos». Hai datos del so propiu grupu de bailladores asturianos: «Animadísimas, como siempre, han estado las de la Vega. En las regatas, á pesar de la tarde desapacible, infinidad de botes, y, claro está, infinidad de gente, habiendo quedado los premios entre la Vega y Abres. El ‹gaitero de Libardón› y las parejas de baile fueron los números que más poderosamente llamaron la atención en la verbena (...)». Castropol (Castropol, 20 d’agostu de 1908, páx. 6)
 Y tamién fai actuaciones con otros músicos como José Sánchez, conocíu como ‹El Tambor de la Abadía›: «La fiesta promete ser de lo más lucido y contribuirán á darla mayor realce el ‹tamboritero de la Abadía› y el ‹gaitero de Libardón›, al fin unidos, la nueva banda y algunos organillos. La gente joven puede prepararse á rendir culto á la diosa Terpsícore». El Noroeste (Xixón, 13 de xunetu de 1909, páx. 4)
 Con esta granible trayeutoria, nun ye d’extrañar que sea’l primer artista asturianu en roblar un contratu discográficu. Esti compromisu roblase’n Buenos Aires, pa onde va cola marca «Real Sidra Asturiana» (llagar de José Cima García, de Cualloto), cola mesma función que ficiera pa la sidre «El Hórreo» con anterioridá: «(...) el señor D. Ramón García y de otra parte "The Columbia Phonograph Co. General" de New York suscriben un contrato ante el escribano por el que el artista cede y transfiere la propiedad artística y/o literario y/o musical de todas las obras artísticas literarias o musicales que el señor Ramón García ha producido hasta la fecha y las que produzca de hoy en adelante hasta el 31 de diciembre de 1921». Documentu robláu énte notariu’l 27 de mayu de 1911 De fechu, Ramón García ‹El gaiteru Libardón› ye’l primer cantante n’amestar nes grabaciones elementos ayenos a los cantares. Los primeros exemplos tienen forma de publicidá de les firmes que-y paguen pa ello. Dempués, col pasar del tiempu va facer llargues dedicatories recitaes a la fin de cada grabación. Per exemplu: Tengo el gorgoberu enfermu / de soplar y más soplar, dame sidra d’El Gaiteru / pa poder continuar. Pa inflar el fuelle a la gaita / soplando pel cañaveru, hai que beber muncha sidra / de la marca d’El Gaiteru Sicasí, Ramón García nunca nun dexa d’ufrir actuaciones pela xeografía asturiana: «La verbena, que comenzará á las doce de la noche del 18, para terminar á las cinco de la mañana, reunirá los siguientes atractivos: Audiciones musicales á cargo de una banda militar, la municipal de Gijón y la particular de la Empresa de tranvías. Cinematógrafo público y "varietés". Concurso de bailes asturianos, amenizado por el célebre ‹gaitero de Libardón› y el no menos célebre ‹tambor de la Abadía›. Fuegos artificiales á cargo de un acreditado pirotécnico. Danza prima». El Noroeste (Xixón, 11 de xunetu de 1912, páx. 1) «Otra vez pasó aquí en Arroes, que ye onde nació y vivió de mozu, que apostó una caja sidra de les de antes (de 24 botelles) con otru vecín gaiteru [Cándido Pérez ‹Cañices›] a que podía tirase rodando por un práu abajo sin que la gaita dejara de sonar. ¡Y Libardón ganó la apuesta!. ¡Aquello yera la virxen!». Ramón García tien un granible catálogu discográficu, qu’entama colos primeros cilindros editaos pola Fonográfica Madrileña en 1902. Siete años dempués, el sellu Odeón pon en circulación comercial ventiún grabaciones (ente les qu’hai cuatro solos instrumentales de gaita), y nel 1912 la casa Columbia asoleya cuarenta rexistros que constitúin los sos caberos cantares grabaos. Ye vezu que Ramón García regrabe nel tiempu versiones estremaes de los mesmos temes (El Cantar de la Panoya, La del Herrero, etc.), o de qu’en primeres ediciones apaezan descartes de la propia discográfica (p.ex. hai una versión Odeón de «La Soberana» que foi descartada en postreres ediciones, y que sal como «Solo de gaita nº4» por un fallu d’impresión na primer tirada (nel Arxentina). Una rareza. El so facer discográficu acábase col acompañamientu instrumental que fai en 1930, en dellos discos editaos pola casa Parlophon, pa Joaquín Martínez ‹Xuacu de Sama›. L’heriede discográficu de Ramón García tien que valorase dientro del contestu históricu nel que se desendolca. Les sos interpretaciones son cantares populares y tradicionales, repartíos ente cantares montañeses (fastera de l’antigua Asturies de Santillana, asitiada anguaño na comunidá de Cantabria pelos valles perpendiculares al cantábricu dende’l Deva a la ensenada d’Astillero), asina como asturianaes y otres tipoloxíes. Tolos sos cantares tienen acompañamientu de gaita, qu’elli mesmu toca al empar que canta, con un rexistru de voz atenoráu, brillante y con un xeitu dialectal muy valoratible. La mayoría de los temes nun tresmiten una configuración estandarizada como patrones melódicos d’asturianada, nin tampocu tienen el necesariu seguimientu por sucesives xeneraciones de cantantes d’asturianada como pa constituyir patrones melódicos. Nesti sentíu, nosotros albidramos a Ramón García como un pioneru del xéneru y magar que les sos grabaciones sean un puntu de partida pa variantes subsiguientes d’asturianada tradicional –amén del so bultable ésitu comercial–, como Soy del Hoyo, Praviana, La Langreana, etc., l’estilu de les sos interpretaciones, xiros y melismes nun son homoxéneos ni tan estandarizaos. A la escontra, más bien paecen los d’un gran improvisador: un rapsoda que fai creaciones al traviés d’elementos de la canción popular de la so dómina qu’amiesta con estraordinaria imaxinación p’algamar importante sonadía ente las capes populares y les más altes esferes (davezu s’integraría dientro del círculu personal del rei Alfonso XIII). Dixitalización asoleyada en 2024 dientro del llibru Nel Cantu la Memoria de Héctor Braga Corral, premiu d’ensayu «Máximo Fuertes Acevedo» en llingua asturiana. 1912 / AMT 2024