Música Tradicional
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Canteros de Covadonga (asturianada con gaita asturiana) [grabación sonora] / interpretación, Ramón García Tuero, ‹El Gaiteru Libardón› (Villaviciosa, 1864- Colunga, 1932); recopilación y dixitalización, Héctor Braga Corral. – Héctor Braga Corral (ed.), 1902.
Grabación orixinal en cilindru, marca Edison, con primer fecha de circulación comercial en 1902.
Esti históricu artista, natural del pueblu maliayu d’Arroes, ye’l primer profesional de la música asturiana en vivir namás del so arte. Gaiteru y cantante de formación autodidacta, la so amistá col cura párrocu de Lliberdón (parroquia onde casó y pa la que se tresllada a vivir), da-y ocasión pa deprender a lleer música y tocar instrumentos como l’harmoniu.
Ye curiosa la hestoria alredor de la primer gaita qu’algamó a tocar, por soscripción popular:
«De chavalín, la madera pa face-y una gaita fueron varios vecinos de aquí de Arroes por ella a una finca privada de los Valaterra, en Xixón, que tenía unos setos de un boje buenísimu. Pero había un par de mastines guardando la finca que metíen miéu. Bueno pues volvieron otra nueche con una perra en celu. Amarráronla a la portiella d’entrada y fueron per detrás a cortar el boje cuando los mastines taben alrodiu la perra. D’ehí salió la madera pa la primer gaita que tuvo Libardón».
El casu ye que Ramón García entama la so carrera nel ámbitu llocal, y pa finales del sieglu XIX yá s’afita la so popularidá na comarca y redolada en semeyes (Baltasar Cue) y na prensa de la dómina:
«Según carta que recibimos de Colunga (Asturias), las ferias y fiestas celebradas el miércoles, jueves y viernes han estado sumamente concurridas, desluciéndolas un poco la pertinaz lluvia del miércoles y jueves. Concurrieron al "Campo de Loreto", sitio en el cual se han celebrado las ferias y fiestas, considerable número de comerciantes, sobresaliendo los que se dedican al ganado vacuno y lanar. En la carta —que no publicamos íntegra por carecer del espacio necesario— se tributan grandes elogios al laureado ‹gaitero de Libardón›, y á la banda municipal colunguesa, creada por el digno y celosísimo alcalde de Colunga, D. Prudencio Pérez Velasco (...)».
La Unión Católica (Madrid, 25 de mayu de 1898, páx. 3)
Pocu dempués síguense les sos actividaes como imaxe comercial de la sidra champán «El Hórreo», actuando a lo primero na feria muestres de Xixón de 1899:
«Y entramos en la Plaza que está dando un alegrón al "espléndido" Dindurra (que no siempre ha de ser simpático é incansable), pues no hay dónde poner al ‹gaitero de Libardón›, que llega al circo con sus dos chicas (para él las quisiera), las cuales valen más que la sidra que expenden».
El Noroeste (Xijón, 18 de agostu de 1899, páx. 2)
Esta feria de muestres tien sonadía na prensa nacional, qu’amás, foi muncho más «suave» que los cronistes llocales col nuevu y –n’aquel entoncies– discutíu productu de la sidra champán:
«Se han sacado infinidad de fotografías, con destino á multitud de periódicos, y yo me hice con una, quizá la mejor, para que los lectores de El Globo apreciaran en todo su mérito la instalación de los Hijos de Pablo Pérez, que ha de figurar honrosamente en la próxima Exposición Internacional de París. Para dar mayor realce y hacer más sugestiva esta instalación, dos graciosas y bellas colunguesas, Mercedes y Eugenia, ataviadas con el precioso traje del país, expenden copas de sidra bajo el "Hórreo"; y el célebre ‹gaitero de Libardón›, aldea perteneciente al concejo de Colunga, toca primorosamente la gaita asturiana, con la que se acompaña inspiradas coplas, que no son sino el anuncio del producto exquisito de esta provincia».
El Globo (Madrid, 1 de setiembre de 1899, páx. 4)
Al añu siguiente y col cambéu de centuria, la carrera de Ramón García da un saltu pergrande y tien ocasión d’actuar na Esposición Universal de París de 1900:
«Dando frente al "Egipto" hay un modesto kiosco asturiano, que, siendo español, yo no quiero dejarlo atrás. Allí, entre una decoración de botellas figuradas, hay una gran provisión de botellas de verdadera sidra-champagne de Colunga (Asturias). Yo no sé si esta sidra será recomendable, y me abstengo de toda opinión; pero lo que no puedo negar es que las dos asturianas que lo venden son frescas y hermosas como los espléndidos valles cretenses, y que el gaitero que, sentado en los peldaños de una escalera lateral, luce su traje típico, su robustez asturiana y su destreza en el tañer, me arremolinó en la mente un manojo de recuerdos conmovedores que parecían perfumados con el rico aroma de las cuencas asturianas».
La Ilustración española y americana (Madrid, 30 xunu de 1900, páx. 6)
«Hay entre nuestros expositores para todos los gustos: como instalación curiosa lo es, en primer término, la de los “Hijos de Pablo Pérez”, de Colunga, que han llevado al “Trocadero” el mismo hórreo que, compuesto de más de diez mil botellas de sidra, expusieron en la última de Gijón. La especialidad de esta marca, que es indudablemente la primera de España, y el lujo de la instalación, la hacen punto de cita de muchos españoles y una de las atracciones de la gran feria».
El Liberal (Madrid, 18 xunetu de 1900, páx. 2)
Nesta Esposición Universal de París, «El Hórreo» algamó una de las poques medayes d’oru otorgaes pol xuráu de la so categoría ente otres sidres llegaes dende Asturies y País Vascu. Nun hai nengún memorándum de la esposición con datos alredor d’otros premios o medayes p’asturianos, incluyíos los que s’otorgaríen a los músicos ellí presentes, ente los que taba’l propiu Ramón García:
«Espagne. —MM. Perez (les fils de Pablo), á Colunga; Veretera y Cangas, á Gigon, médailles d’or; Arias-Nachon et Cia, á Infiesto (province de Oviédo); Lacoiz-Quéta (Francisco), Navarté; Oteiza (Felipe), á Iriarte; Urgoiti (Ricardo de), á Rentéria, médailles de bronze; Garcia (Arguelles Braga), á La Felguéra, mention honorable».
Rapports du Jury International. Groupe X, Aliments Deuxième partie. Cidres, Chapitre VI, páx. 547
La primer grabación d'un asturianu na historia de los rexistros sonoros protagonízala Ramón García en 1902, cuando la Sociedad Fonográfica Madrileña edita cilindros tipu Edison col tema Canteros de Covadonga (la Basílica taba acabante d’inaugurase nel 1901).
Dende entós, róblense innumerables noticies onde s’afita que la so figura tresciende los municipios asturianos, tanto como gaiteru oficial d’ún de los primeros concursos d’asturianada cellebraos nel Principáu:
«(...) Y como ocurre siempre y ello es muy disculpable el auditorio se desbordó en entusiasmo al pisar el tablado las parejas de canto y baile asturiano y á su frente el popularísimo ‹gaitero de Libardón›, Ramón García. Los cantores de las sentidas "aldeanás" astures fueron "les moces, guapines toes", por cierto, Narcisa de La Abadía y Elvira Medina, que ganaron muy justificados aplausos; y el de Libardón huelga decir si fué ovacionado. Por cierto que ayer se "comprimió" bastante en cuanto á la "letra" de los cantares. Y así debe hacer siempre, porque si algo distingue á los bailes y cantares asturianos es la decencia y la honestidad. (...) Hoy se repite la fiesta y terminada ésta tendrá lugar la adjudicación de premios».
El Popular (Xixón, 20 d’agostu de 1905, páx. 1)
Asina como tamién alluendi les fronteres d’Asturies haza tol territoriu peninsular:
«El famoso ‹gaitero de Libardón›, pulido y almibarado, aún puede ejercer funciones diplomáticas en el extranjero y América más eficaces que las de los mejor acreditados "profesionales" del protocolo. Su retrato ha corrido por todas las revistas ilustradas del mundo; su figura, no muy garbosa, habrá quitado el sueño quizá á alguna "miss" pudibunda y estrambótica. El de Libardón es un "vivo", que dirían en el Avapiés: el relato de su viaje y aventuras, sencillamente maravilloso.
Por un concierto ¡de gaita, naturalmente! le dieron en Cuba ó Méjico "cuatro mil duros". Navascués, nuestro gran profesor de oboe (otra gaita un poco más artística) al oír esto, establece comparaciones para su "caña" lanzando melancólicos suspiros y entrecortadas frases de indignación. El ‹gaitero de Libardón› tiene su público, al que sabe manejar á su capricho, con malicias y artimañas de avezado artista: es como si dijéramos el Viñas de la gaita. Es infatigable en el ejercicio de su profesión, arreglada á la escena, teniendo cuerda para quince días en su apacible Caramillo y cuando canta recuerda "ligeramente" al veterano D. José Mesejo, en las jotas de "gañote".
Tales son mis observaciones particularísimas sobre la figura más culminante de la "matinée" regional».
El País (Madrid, 5 d’ochobre de 1908, páx. 3)
Nesi mesmu añu, Ramón García entama delles xires por Hispanoamérica:
«Luego de una "tournée" por Méjico y Cuba, donde conquistó frenéticos y calurosos aplausos, y sobre todo mucho dinero, dando conciertos de canto regional y tocando la gaita en los principales teatros, ha vuelto á su pueblo de Libardón, el ya famoso y popular gaitero conocido por dicho nombre. Como es de suponer, fue amable y espléndidamente obsequiado por nuestros compatriotas de la República cubana y del antiguo imperio de Moctezuma. Según hemos oído, halagado por el grande y franco éxito que alcanzó en dichas naciones, piensa muy en breve emprender un viaje hacia la América del Sur, visitando la Argentina y Chile donde cuenta con gran número de admiradores y amigos el simpático Ramón García».
El Popular (XIxón, 12 de xineru de 1908, páx. 2)
«Estando en el teatro de L’Habana pasó algo fuera de serie y el asuntu fue que salió-y una madreña disparada hacia una moza del públicu. Bueno pues allá se les compuso pa cantar una copluca improvisando y el teatro quería venise abajo de toles rises y los aplausos».
Hai datos del so propiu grupu de bailladores asturianos:
«Animadísimas, como siempre, han estado las de la Vega. En las regatas, á pesar de la tarde desapacible, infinidad de botes, y, claro está, infinidad de gente, habiendo quedado los premios entre la Vega y Abres. El ‹gaitero de Libardón› y las parejas de baile fueron los números que más poderosamente llamaron la atención en la verbena (...)».
Castropol (Castropol, 20 d’agostu de 1908, páx. 6)
Y tamién fai actuaciones con otros músicos como José Sánchez, conocíu como ‹El Tambor de la Abadía›:
«La fiesta promete ser de lo más lucido y contribuirán á darla mayor realce el ‹tamboritero de la Abadía› y el ‹gaitero de Libardón›, al fin unidos, la nueva banda y algunos organillos. La gente joven puede prepararse á rendir culto á la diosa Terpsícore».
El Noroeste (Xixón, 13 de xunetu de 1909, páx. 4)
Con esta granible trayeutoria, no ye d’extrañar que sea’l primer artista asturianu en roblar un contratu discográficu. Esti compromisu roblase’n Buenos Aires, pa onde va cola marca «Real Sidra Asturiana» (llagar de José Cima García, de Cualloto), cola mesma función que ficiera pa la sidre «El Hórreo» con anterioridá:
«(...) el señor D. Ramón García y de otra parte "The Columbia Phonograph Co. General" de New York suscriben un contrato ante el escribano por el que el artista cede y transfiere la propiedad artística y/o literario y/o musical de todas las obras artísticas literarias o musicales que el señor Ramón García ha producido hasta la fecha y las que produzca de hoy en adelante hasta el 31 de diciembre de 1921».
Documentu robláu énte notariu’l 27 de mayu de 1911
De fechu, Ramón García ‹El gaiteru Libardón› ye’l primer cantante n’amestar elementos ayenos a los cantares. Los primeros exemplos tienen forma de publicidá de les firmes que-y paguen pa ello. Dempués, col pasar del tiempu va facer llargues dedicatories recitaes a la fin de cada grabación. Per exemplu:
Tengo el gorgoberu enfermu / de soplar y más soplar, dame sidra d’El Gaiteru / pa poder continuar.
Pa inflar el fuelle a la gaita / soplando pel cañaveru, hai que beber muncha sidra / de la marca d’El Gaiteru
Sicasí, Ramón García nunca nun dexa d’ufrir actuaciones pela xeografía asturiana:
«La verbena, que comenzará á las doce de la noche del 18, para terminar á las cinco de la mañana, reunirá los siguientes atractivos: Audiciones musicales á cargo de una banda militar, la municipal de Gijón y la particular de la Empresa de tranvías. Cinematógrafo público y "varietés". Concurso de bailes asturianos, amenizado por el célebre ‹gaitero de Libardón› y el no menos célebre ‹tambor de la Abadía›. Fuegos artificiales á cargo de un acreditado pirotécnico. Danza prima».
El Noroeste (Xixón, 11 de xunetu de 1912, páx. 1)
«Otra vez pasó aquí en Arroes, que ye onde nació y vivió de mozu, que apostó una caja sidra de les de antes (de 24 botelles) con otru vecín gaiteru [Cándido Pérez ‹Cañices›] a que podía tirase rodando por un práu abajo sin que la gaita dejara de sonar. ¡Y Libardón ganó la apuesta!. ¡Aquello yera la virxen!».
Ramón García tien un granible catálogu discográficu, qu’entama colos primeros cilindros editaos pola Fonográfica Madrileña en 1902. Siete años dempués, el sellu Odeón edita venti grabaciones (ente les qu’hai cuatro solos instrumentales de gaita), y nel 1912 la casa Columbia asoleya cuarenta temes que constitúin los sos caberos cantares grabaos.
El so facer discográficu acábase col acompañamientu instrumental que fai en 1930, en dellos discos editaos pola casa Parlophon, pa Joaquín Martínez ‹Xuacu de Sama›.
L’heriede discográficu de Ramón García tien que valorase dientro del contestu históricu nel que se desendolca. Les sos interpretaciones son cantares populares y tradicionales, repartíos ente montañeses (anguaño asitiaes na comunidá de Cantabria), asturianaes y otres tipoloxíes.
Tolos sos cantares tienen acompañamientu de gaita, qu’elli mesmu toca al empar que canta, con un rexistru de voz atenoráu, brillante y con un xeitu dialectal muy valoratible. La mayoría de los temes nun tresmiten una configuración estandarizada como patrones melódicos d’asturianada, nin tampocu tienen el necesariu seguimientu por sucesives xeneraciones de cantantes d’asturianada como pa constituyir patrones melódicos.
Nesti sentíu, nosotros albidramos a Ramón García como un pioneru del xéneru y magar que les sos grabaciones sean un puntu de partida pa variantes subsiguientes d’asturianada tradicional –amén del so bultable ésitu comercial–, como Soy del Hoyo, Praviana, La Langreana, etc., l’estilu de les sos interpretaciones, xiros y melismes nun son homoxéneos ni tan estandarizaos. A la escontra, más bien paecen los d’un gran improvisador: un rapsoda que fai creaciones al traviés d’elementos de la canción popular de la so dómina qu’amiesta con estraordinaria imaxinación p’algamar importante sonadía ente las capes populares y les más altes esferes (davezu s’integraría dientro del círculu personal del rei Alfonso XIII), fechu que desendolcó una cabera curiosidá: nel 1931 tuvo que pagar una multa por tocar la «Marcha Real» (non l’oficial «Himnu de Riego») nuna misa solemne.
Dixitalización asoleyada en 2024 dientro del llibru Nel Cantu la Memoria de Héctor Braga Corral, premiu d’ensayu «Máximo Fuertes Acevedo» en llingua asturiana.
1902 / AMT 2024